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“No quiero tomar decisiones que no comparto”

El Nobel El Baradei dimite como vicepresidente en protesta por el brutal desalojo

El Baradei antes de una conferencia en Estoril, Portugal, el 6 de mayo de 2011.
El Baradei antes de una conferencia en Estoril, Portugal, el 6 de mayo de 2011.JOSE SENA GOULAO (EFE)

El Nobel de la Paz Mohamed el Baradei dimitió de su cargo en el Gobierno interino de Egipto casi 12 horas después de que comenzara el desalojo por la fuerza de las acampadas islamistas de protestas y cuando el balance de muertos rondaba el centenar. “Presento mi dimisión del puesto de vicepresidente y pido a Dios el altísimo que preserve nuestro querido Egipto de todo lo malo”, explicó en una carta en la que también aseguraba: “Ha llegado a ser difícil para mí continuar al frente de la responsabilidad de tomar decisiones con las que no estoy de acuerdo y de las que temo sus consecuencias”.

Ningún otro miembro del Gobierno interino imitó al exjefe del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA). “Nadie va a dimitir. Lo he confirmado”, aseguró el portavoz del partido Social Demócrata de Egipto, al que pertenece el primer ministro.

El abandono de El Baradei —en el cargo desde mediados de julio— supone que los militares egipcios pierdan a la más conocida en Occidente de las personalidades que arroparon, hace seis semanas, el golpe de Estado contra el primer presidente elegido democráticamente, el islamista Mohamed Morsi.

Cuando el jefe de las Fuerzas Armadas, Albdel Fatah al Sisi, anunció en una comparecencia televisada el derrocamiento de Morsi, le acompañaban, además de El Baradei, representantes del partido salafista Al Nur, las dos principales autoridades religiosas del país —el gran imán de Al Azhar, Ahmed al Tayeb, y el patriarca de la Iglesia copta, Tawadros II— y el presidente del Tribunal Constitucional, el ahora presidente interino, Adli Mansur.

Al Nur, el segundo mayor partido islamista, culpó a las autoridades interinas de la violencia desplegada ayer contra los opositores e hizo un llamamiento a zanjar los enfrentamientos por motivos políticos porque teme que puedan “romper” el país. Al Tayeb, líder de la Universidad de Al Azhar, la principal autoridad del islam suní, reclamó contención a ambas partes y les instó a emprender un diálogo “urgente y serio” para resolver la gravísima crisis política.

Al Tayeb intentó desvincularse de la violenta represión de los opositores al asegurar, en una grabación de audio difundida por la televisión estatal, que desconocía qué medidas iban a tomar para desmantelar las protestas que reunían a miles de personas.

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El Baradei, que el año pasado retiró su candidatura a la presidencia, explicó en su carta de dimisión que aceptó el cargo porque creyó que el derrocamiento de Morsi acabaría con la polarización. Los hechos le han desmentido. “Creo que la estabilidad y la prosperidad solo se lograrán mediante un consenso nacional, y la paz social, a través de la creación de un Estado civil, en el que no se implique la religión en política”, añadió.

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