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Egipto imputa al ex presidente Morsi por incitar a la muerte de sus detractores

El presidente derrocado está retenido por los militares desde el golpe de Estado

Casi dos meses después de ser depuesto y arrestado, el ex presidente islamista egipcio Mohamed Morsi ha sido formalmente imputado por su responsabilidad en la muerte de una decena de personas frente al palacio presidencial en unos altercados que tuvieron lugar diciembre del 2012. En el mismo proceso, serán también juzgados otras 14 personas, entre ellos el recientemente arrestado Mohamed Beltagy y varios miembros del gabinete presidencial. De momento, aún no hay fecha para el juicio.

El fiscal general egipcio, Hesham Barakat, presentó el domingo por la tarde ante un tribunal penal los cargos contra Morsi por “perpetrar actos de violencia e incitación al asesinato y al vandalismo”, según informó la agencia de noticias estatal, Mena. Desde su arresto el pasado 3 de julio, el mismo día del golpe de Estado, Morsi se se encuentra retenido en paradero desconocido. Las autoridades se han limitado a asegurar que su estado de salud es bueno y está siendo tratado correctamente.

Los hecho a los que hace referencia la acusación ocurrieron a principios de diciembre del 2012, en una ola de protestas masivas contra el ex presidente a causa de la aprobación de un controvertido decreto con rango constitucional. Decenas de miles de opositores se congregaron una tarde frente al palacio de Ittihadiya, y varios activistas decidieron iniciar una acampada.

Según los investigadores, ante la negativa de las fuerzas policiales a dispersar a los manifestantes a instancias de Morsi, el ex presidente y varios miembros de su gabinete ordenaron a sus seguidores que atacaran a los manifestantes. En una noche de duros enfrentamientos entre partidarios y detractores del ex presidente, murieron al menos 10 personas, sin que las fuerzas de seguridad intervinieran para poner fin a la batalla campal.

Además de Morsi, entre otros, están procesados los dirigentes de los Hermanos Musulmanes Essam al-Erian y Mohamed Beltagy, el jefe del gabinete presidencial, Ahmed Abdel-Ati, el clérigo de tendencia islamista Wagdy Ghoneim, el asesor presidencial Ayman Abdel-Rauf, y los jóvenes activistas islamistas Ahmed el-Mogheir y Abdel-Rahman Ezz.

Desde la deposición de Morsi, el pasado 3 de julio, Egipto ha experimentado un periodo de gran tensión política. A mediados de agosto, las fuerzas de seguridad desalojaron brutalmente a miles de simpatizantes islamistas acampados frente a la mezquita de Rabá al Adawiya, provocando la muerte de centenares de ellos. Tras estos hechos, las autoridades establecieron el estado de emergencia y el toque de queda en 14 provincias, lo que ha conseguido reducir el volumen de las manifestaciones organizadas por los Hermanos Musulmanes.

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