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Egipto clausura la cadena local de Al Yazira y otros tres canales islamistas

Desde el golpe de Estado del pasado 3 de julio han sido cerrados casi una decena de medios informativos

Un tribunal administrativo egipcio ordenó ayer la clausura definitiva de cuatro canales de televisión. Se trata de la cadena local de Al Yazira dedicada exclusivamente a cubrir noticias de Egipto, Ahrar 25, una televisión afiliada a los Hermanos Musulmanes y otras dos cadenas más de tendencia islamista, al-Quds y al-Yarmuk. Tras el golpe de Estado del pasado 3 de julio que depuso al presidente islamista Mohamed Morsi, ya se han retirado de las ondas las emisiones de casi una decena de canales de tendencia islamista críticos con el actual Gobierno.

La razón oficial del cierre de la cadena Al Yazira Mubasher Masr, la filial egipcia de la emisora catarí, es la falta de los permisos legales necesarios para operar en el país. Sin embargo, la decisión se ha interpretado más bien bajo un prisma político. Las nuevas autoridades egipcias han criticado Al Yazira por su presunto sesgo favorable a los Hermanos Musulmanes, una organización calificada de “terrorista” por los portavoces gubernamentales. En el caso de su filial egipcia, la han acusado de difundir mentiras e incluso de representar “una amenaza a la seguridad nacional”.

La razón oficial del cierre es la falta de permisos legales

Las oficinas de Al Yazira Mubasher Masr fueron cerradas el 3 de julio, pero la cadena ha continuado emitiendo desde la sede central de la emisora en Doha. A partir de ahora, el canal será retirado del satélite Nilesat, propiedad del gobierno egipcio. La medida no afecta a la cadena generalista, ni tampoco a los canales temáticos, como los dedicados a ofrecer documentales o acontecimientos deportivos, que se podrán continuar sintonizando en Nilesat.

Desde la asonada, los periodistas de Al Yazira han sufrido en numerosas ocasiones el acoso de la fuerzas policiales y de la justicia egipcia, incluyendo detenciones, redadas en las oficinas, y la confiscación de material de trabajo. El mismo día del golpe, una treintena de sus empleados fueron arrestados, si bien la mayoría fueron puestos en libertad unas horas después. Los últimos en pasar por comisaria fueron tres reporteros extranjeros de la cadena de Al Yazira en inglés, que fueron deportados de Egipto el domingo después de pasar cinco días detenidos. Actualmente, aún hay tres reporteros arrestados.

“Hay un claro patrón por parte de las autoridades egipcias de acosar periodistas, tanto egipcios como corresponsales extranjeros que están intentando cubrir los acontencimientos actuales en Egipto”, afirma Alion Bethen McKenzie, directora ejecutiva del International Press Institute, una ONG con base en Viena que vela por la libertad de prensa.

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Durante las últimas semanas, Al Yazira ha informado de forma exhaustiva de las protestas lideradas por los Hermanos Musulmanes en favor de la restitución de Morsi. Su cobertura ha sido muy controvertida en Egipto. Tanto el gobierno como muchos ciudadanos la acusan de manipular los hechos, una opinión compartida por varios de sus reporteros, que llegaron a presentar su dimisión. No obstante, la emisora catarí asegura que su labor es objetiva, y denuncia que las autoridades han sometido sus emisiones a interferencias para evitar su correcta recepción en los hogares egipcios.

“Al Yazira no es completamente neutral, pero su cobertura es más equilibrada que la de la mayoría de medios egipcios, especialmente la televisión pública”, sostiene Ahmed Hammad, profesor de Comunicación en la Universidad de Al Azhar. El gobierno de Catar, al que se atribuye una notable influencia en la línea editorial del conglomerado mediático, era uno de los más firmes aliados del gobierno de Morsi, al que otorgó varios miles de millones de dólares en ayudas.

“Además de poco democrática, el cierre de televisiones es una medida inútil, ya que los canales se podrán continuar sintonizando a través de otros satélites”, añade Hammad. Amordazados durante la era Mubarak, los medios de comunicación egipcios, tanto privados como públicos, se han sumado sin reservas a la cruzada de las autoridades contra la Hermandad. En las televisiones, son habituales los publi-reportajes de carácter patriótico, alabando la labor de las Fuerzas Armadas. Además, en un rincón de sus pantallas, suele haber imprimido el mensaje “Egipto lucha contra el terrorismo”.

Durante los últimos días, ha proseguido la campaña de arrestos contra líderes y miembros de la Hermandad, mientras se añaden nuevos cargos contra los dirigentes ya detenidos. A pesar de que abundan los rumores y filtraciones de iniciativas para encontrar una solución negociada a la crisis que experimenta el país, el movimiento islamista organizó ayer nuevas movilizaciones, aprovechando que se cumplían dos meses del golpe militar. A causa del toque de queda y la represión policial, las manifestaciones pro-Morsi han perdido el vigor del mes pasado, reuniendo como máximo a unos pocos miles de personas.

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