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La Corte Penal Internacional abre el juicio contra el vicepresidente de Kenia

William Rufo está acusado de crímenes contra la humanidad por la violencia electoral de 2007 El presidente, Uhuru Kenyatta, será procesado a partir de noviembre por los mismos cargos Es la primera vez que un mandatario en ejercicio es llevado con éxito ante la Corte

Isabel Ferrer
El vicepresidente de Kenia, William S. Ruto (a la derecha), en la sala de la CPI.
El vicepresidente de Kenia, William S. Ruto (a la derecha), en la sala de la CPI.M. KOOREN (EFE)

William Ruto, vicepresidente de Kenia en ejercicio, ha comparecido este martes ante la Corte Penal Internacional (CPI) acusado de crímenes contra la humanidad. Es el primer líder político en ejercicio en ser juzgado ante sus jueces, y en noviembre, se sentará en el mismo banquillo Uhuru Kenyatta, presidente del país. Los cargos contra ambos se derivan de la violencia desatada en el Valle del Rift (que atraviesa Kenia de norte a sur) tras las elecciones de 2007, donde pereció un millar de personas. Otras 650.000 perdieron su hogar. Joshua Arap Sang, locutor de una radio local, es el tercer imputado. El caso supone una prueba de fuego para la CPI, acusada de “cazar solo africanos” por la Unión Africana, y deseosa de demostrar su imparcialidad. Kenia, que no ha investigado los crímenes, acaba de anunciar su retirada de la Corte en señal de protesta. El gesto, sin embargo, no tiene carácter retroactivo y el proceso sigue su curso.

Ruto y Kenyatta fueron rivales, y perdedores, durante las elecciones de 2007. El primero era un parlamentario del Movimiento Democrático Naranja, en la oposición, y pertenece al grupo de los Kalenjins, el segundo en importancia del país. Kenyatta es del grupo de los Kikuyu, mayoritario, y miembro de la Unión Nacional Africana de Kenia. Hace seis años se acusaron mutuamente de persecución étnica, en concreto de asesinar, perseguir y deportar a los civiles considerados contrarios. En marzo pasado, sin embargo, formaron la coalición Jubilee, que ganó los comicios y aupó a Kenyatta a la presidencia. Ruto se hizo con la vicepresidencia. Para la Corte Penal, sin embargo, los crímenes perpetrados entonces fueron contra la humanidad y los culpables deben ser castigados. Es más, Fatou Bensouda, fiscal jefe, ha dicho que Ruto “era un hombre poderoso que los planeó para satisfacer sus ansias de poder”. De Sang, señaló que “aprovechó la radio y su popularidad para lanzar mensajes contra los Kikuyu, a veces en clave, e incitar a la violencia”.

“¿Cómo hemos llegado aquí siendo Kenia miembro de la CPI?”, se preguntó a continuación Bensouda. “Ha habido presión política contra esta investigación, pero se ha olvidado que pedimos en 2008 a Nairobi que abordara lo ocurrido. La Corte solo actúa cuando el país en cuestión no lo hace”, ha dicho, recordando que su departamento solo pidió permiso a los jueces internacionales para abrir una investigación oficial en 2009. “Kofi Annan (exsecretario general de la ONU) medió en el conflicto y recomendó que si Kenia no daba un paso, lo hiciéramos nosotros. Hasta 2011, los jueces no dieron luz verde a las acusaciones: Ruto, como autor indirecto de los crímenes; Sang, por incitar y contribuir a que se cometieran”, recordó la fiscal.

A lo largo del alegato acusador, William Ruto miró de vez en cuando hacia la sala destinada al público, donde estaba su familia. Sang negó repetidas veces con la cabeza con una sonrisa forzada. Ambos se declararon inocentes. Para evitar que Kenia quede descabezada y sin líderes, el juicio contra Ruto y Kenyatta ha sido dividido en bloques de cuatro semanas cada uno. Ruto y Sang han acudido voluntariamente a La Haya, sede de la CPI, sin que fuera necesario emitir órdenes de arresto. Kenyatta es esperado a partir del 12 de noviembre.

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