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Los euroescépticos se acercan al Bundestag

Alternativa para Alemania (AfD) supera en las encuestas el umbral para entrar en el Parlamento

Bernd Lucke, líder de AfD, señala un cartel de su formación que reza "Draghi apuesta, usted paga".
Bernd Lucke, líder de AfD, señala un cartel de su formación que reza "Draghi apuesta, usted paga". F. BENSCH (REUTERS)

El partido euroescéptico Alternativa para Alemania (AfD) supera por primera vez en meses el umbral del 5% necesario para acceder al Parlamento federal alemán (Bundestag). A solo tres días de las elecciones generales, la única formación que propone el desmantelamiento de la moneda única europea se asoma a la relevancia política según un gran sondeo de intención de voto. Si se cumple la predicción publicada el jueves por el instituto Insa, la actual coalición de centroderecha que preside la canciller Angela Merkel quedaría por detrás de los partidos de la oposición. Sus democristianos (CDU/CSU) obtendrían el 38% de los votos y el partido liberal FDP, su aliado desde 2009, el 6%. Los socialdemócratas del SPD cosecharían el 28% de los sufragios, el partido La Izquierda (Die Linke) se convertiría en la tercera fuerza política con el 9% y Los Verdes obtendrían solo el 8%. AfD entraría en el Bundestag con un raspado 5%. Aboga por que los países incapaces de financiarse por sí mismos y los que no pueden competir con Alemania abandonen el euro. El resultado abocaría a Merkel a pactar una gran coalición con el SPD.

La jefa democristiana ha descartado en repetidas ocasiones un pacto con la AfD, que nació como partido de protesta contra la participación alemana en los rescates europeos. El presidente de la formación, Bernd Lucke, considera que su partido estaba siendo ninguneado de forma ilegítima por los grandes institutos demoscópicos. Poco tiempo después de su fundación en 2013 alcanzaron el 5% en algunos sondeos, pero retrocedieron pronto. En encuestas más recientes, la expectativa de voto de AfD se movía entre el 2,5% y el 4%.

El jefe del instituto demoscópico Insa, Hermann Binkert, dijo el jueves que los simpatizantes del nuevo partido son, en su mayoría, personas que no votaban o que apoyaban a otros partidos minoritarios. El 41% de los apoyos que anuncia Insa para la formación es de los llamados “votos protesta”. El 22% son votantes desencantados del liberal FDP.

La irrupción de AfD en el Bundestag sería una ruptura histórica en Alemania, donde ningún partido a la derecha de la Unión Demócrata Cristiana de Merkel y de su partido hermano bávaro, la Unión Social Cristiana (CSU) ha obtenido nunca representación parlamentaria. Supondría la consagración federal de una formación populista y conservadora análoga a las de Holanda o Francia, una gran novedad desde que terminó la II Guerra Mundial. El Partido Nacional Democrático (NPD) tiene representación parlamentaria en dos Estados federados del Este alemán, pero su ideología y buena parte de su base son de un neonazi recalcitrante. Por lo que se sabe de momento, el conservadurismo del AfD no repudia los principios democráticos.

Pero aun se sabe poco de la formación, que en algunos de sus actos públicos parece una banda de indocumentados jugando a la política. Su jefe y fundador Lucke accedió esta semana a meterse en una especie de toga con los colores de la bandera griega para dar un discurso en un programa de variedades. Asunto: Por qué Grecia debe abandonar el euro. Mientras trataba de hablar, un productor del programa de origen griego le saboteaba con ruidos desagradables o modulando su voz para que sonara ridícula. Lucke no perdió la sonrisa y, en un alarde de convicciones claras, siguió hablando como si nada, más divertido que molesto. Dijo el profesor de Economía de Hamburgo que Grecia estaría mejor fuera del euro. Los rescates a Grecia y a otros países europeos, añadió, “se diseñaron para salvar a los bancos, no a las personas”.

Lucke asegura que no es derechista y de distancia del Frente Nacional francés por su hostilidad hacia la inmigración. Del británico UKIP les diferencia, dice, que la AfD no quiere desmontar la Unión Europea, sino solo el euro. Su programa, no obstante, recoge aspiraciones de la típica derecha populista, como cierta limitación de la llegada de inmigrantes. Quieren reducir el euro drásticamente. No ven sitio ni para Francia, pero saben que los votantes de centro y centroizquierda rechazan la ruptura del euro y que este asunto por sí solo no moviliza a los alemanes. Solo Die Linke rechaza la política europea de Merkel en el Bundestag. AFD quiere hacer lo mismo desde posiciones conservadoras

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