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EE UU agota las medidas para evitar que se rebase el techo de la deuda

La Casa Blanca recurre al 'lobby' de Wall Street para que presione al Congreso

Agentes este martes en el parqué de la Bolsa de Nueva York.
Agentes este martes en el parqué de la Bolsa de Nueva York. EFE

El cierre gubernamental en EE UU sigue en marcha, con pocos visos de que vaya a llegarse a un acuerdo a corto plazo. El riesgo mayor es que la falta de presupuesto se solape con la superación del techo de la deuda. El secretario del Tesoro, Jack Lew, acaba de mandar una seria advertencia al Congreso, al decir que ya no puede estirar más las medidas de emergencia que está adoptando para retrasar al máximo esa eventualidad.

“Las estamos agotando”, dice la misiva enviada a los líderes de los dos partidos en el Capitolio. Estos instrumentos tratan de contener que la deuda rebase el límite actual de los 16,7 billones de dólares, límite que expira el 17 de octubre. Por eso les emplazó de nuevo a alcanzar una solución los antes posible. “Si no disponemos de efectivo suficiente, será imposible para EE UU cumplir con todas sus obligaciones por primera vez en la historia”, señala.

Para ese día, el Tesoro contará con solo 30.000 millones a mano. Jack Lew mandó la carta horas antes de reunirse de urgencia con los principales ejecutivos de los grandes bancos en Wall Street. A la cita con los consejeros delegados de JP Morgan Chase, Bank of America, Citigroup, Wells Fargo, Goldman Sachs, Morgan Stanley y AIG está previsto se les sume el presidente Barack Obama.

Hace justo una semana, Jamie Dimon, el presidente ejecutivo de JP Morgan, viajó a Washington para negociar un potencial acuerdo para cerrar en bloque los litigios pendientes derivados de la última crisis financiera. Ahora, la Casa Blanca le hace una petición política porque necesita que la maquinaria de lobby de Wall Street trabaje para forzar un acuerdo que ponga fin al drama fiscal.

A mediados de mes, EE UU corre el riesgo de un impago técnico de los bonos del Tesoro

Al entrar al encuentro en la Casa Blanca, Dimon dijo que esperaba una conversación constructiva con el presidente y el responsable del Tesoro. "No soy un político, lo que quiero es ver a EE UU creciendo y creando empleo", reiteró el ejecutivo, por eso cree que es fundamental que se imponga el sentido común y se llegue a una solución "buena para la economía".

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La reunión con los dirigentes de Wall Streer se prolongó durante casi dos horas. Lloyd Blankfein, consejero delegado de Goldman Sachs, dijo al finalizar que tratan de hacer entender a los legisladores de las consecuencias a corto y largo plazo de la situación actual. "Serán extremadamente adversas", advirtió. "Rebasar el techo de la deuda no tiene precedentes y no quiero ver lo qué puede pasar", remachó. A su lado estaba Brian Thomas Moynihan, de Bank of America, quien señaló hacia los problemas que ya creó la situación vivida en 2011. "La seriedad del impacto que todo esto puede tener en la economía nadie la discute", añadió.

El Tesoro está utilizando literalmente las últimas medidas de contención que tiene a mano. Ante esta situación de incertidumbre creciente por el drama político en Washington, los índices de referencia de Wall Street afrontaban el arranque de la jornada con caídas del 0,6%, anticipando un larga batalla con consecuencias para la economía que pueden ser catastróficas.

Como señalan desde Schroders, lo preocupante en este momento es el impacto de la situación actual de cara al aumento del techo de la deuda. “Más allá de dos semanas, el impacto económico empezará a acelerarse”, indican. Calcula que el cierre de 1995, que duró tres semanas, se comió cerca de un 1% del crecimiento. Aún así, confían en que no llegue a ser un “evento sistémico”.

Si el clima actual en Washington impide lograr un acuerdo para aumentar el techo de la deuda a mediados de mes, EE UU corre el riesgo de un impago técnico de los bonos del Tesoro. Eso podría provocar una huida hacia otros activos refugio, aunque se ve poco probable. Pero advierte Ben Bernanke desde la Reserva Federal, es una situación en la que no se puede estar ni un minuto.

La preocupación se ve ya en el mercado en la forma de un incremento del costo para asegurar los bonos a uno año, que subió a 35 puntos básicos, cinco más que el martes. Es el nivel más alto desde agosto de 2011, cuando se vivió una crisis fiscal similar y Standard & Poor´s decidió retirar la nota de máxima solvencia a la deuda soberana estadounidense.

Es decir, el coste para proteger 10.000 dólares de deuda emitida por el Tío Sam cuesta 35 dólares, frente a 22 dólares a mediados de septiembre. Por comparar, como señala Moody´s, el mismo seguro para cubrir bonos alemanes cuesta 25 dólares. El índice de volatilidad se mantiene en los 15,5 puntos. Y en el mercado de divisas, el billete verde logra conserva su valor.

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