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Washington se solidariza con los trabajadores afectados por el cierre

Los descuentos para ellos se repiten en varios locales de la capital donde las secuelas de la parálisis son cada vez más patentes

Carolina García
El restaurante Asian Nine de Washington ofrece un 10% de descuento a todos los funcionarios afectados por el cierre.
El restaurante Asian Nine de Washington ofrece un 10% de descuento a todos los funcionarios afectados por el cierre.C. G.

El tercer día de cierre de la Administración en Estados Unidos ocasionado por la falta de acuerdo entre republicanos y demócratas ha mostrado este jueves en Washington su cara más desoladora desde que comenzara el conflicto, que ha dejado en la capital a 300.000 funcionarios sin empleo y sueldo hasta nueva orden. En el Mall, visita turística obligada porque es dónde se encuentran los museos que forman parte del Smithsonian, todos seguían cerrados, por lo que la falta de afluencia ha sido notoria. A las 11.30, hora local, paseaban por sus avenidas no más de medio centenar de personas.

“No se puede pisar ni el césped”, aseguraba indignado Marlin Nite, de Ohio. Las vallas alineadas a lo largo de su recorrido informan, efectivamente, que la zona ajardinada también está clausurada por la parálisis. “Nos vamos a ir. Creo que hacia el Monumento a los Veteranos de la Segunda Guerra Mundial -que gracias al dinero del Comité Nacional Republicano está abierto- o a la Casa Blanca”, ha añadido Nite, donde este jueves, un centenar de personas disfrutaban, como siempre, de poder ver y fotografiar el hogar del presidente de EE UU, Barack Obama.

En el Downtown, zona centro de la capital, al igual que ocurre en otros puntos neurálgicos, algunos negocios han querido mostrar su solidaridad con los empleados afectados y atraerles a sus locales ofreciéndoles comida y bebida gratis, o con grandes descuentos para “animar su espíritu”. Desde tacos, bebida y pasteles gratis, pasando por ofertas de gimnasios, hasta cursos de consultor o de cocina. Los negocios de Washington están ofreciendo opciones para que a los funcionarios se “les haga más amena la espera y disfruten de las cosas con las que siempre han querido contar”. Para poder disfrutarlas, sólo hay que presentar el carnet de identidad que demuestra que son funcionarios federales.

Cada día que pasa de cierre, cada vez son menos los turistas que visitan el Mall de la capital.
Cada día que pasa de cierre, cada vez son menos los turistas que visitan el Mall de la capital.

En la panadería Astro Doughnuts, situada en la calle G, sus empleados han decidido regalar a estos funcionarios un donut por la compra de otro, una medida que creen que es más que necesaria. “Les queríamos devolver lo que hacen por nosotros y nuestro negocio cada día que vienen al trabajo”, explica Tim Bodie, de 26 años, encargado del establecimiento. “Cerca del 30% de nuestro negocio depende de ellos. Queremos animar su alma. También es verdad que ayer acudieron unos 100 pero hoy la cosa está más tranquila, va mucho más lenta. Continuaremos hasta el fin del cierre de la Administración”, dice optimista este joven.

Un “trueque” que favorece a ambas partes, trabajadores y negocios. “Como ves, el Downtown está vacío, las pérdidas cada día son enormes”, explica Park Wannakul, encargado del restaurante Asian Nine, en la calle E del centro, situado a apenas 10 metros del edificio del FBI. “Las medidas que hemos tomado para que todo el mundo se anime consisten en alargar nuestra hora feliz, de cuatro de la tarde hasta el cierre”, dice sonriente mientras explica que está siendo un éxito. “Para los funcionarios en exclusiva ofrecemos un10% de descuento en su cena, aunque es verdad que a veces les ofrecemos también aperitivos o postre gratis. El cierre está siendo muy malo para mucha gente. Mi negocio depende un 60% de los trabajadores federales”, ha agregado Wannakul.

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“El Gobierno ha cerrado, celebra con nosotros el hump day -argot para describir una semana dura y que, normalmente, se refiere al miércoles-. Hora feliz hasta el cierre. Los tacos a dos dólares, la cerveza a tres, y las delicias de pollo a siete”, decía ayer un cartel del Shenanigans Irish Pub, situado en la calle 18, en pleno corazón de Adams Morgan, barrio muy afectado, ya que acoge a muchos de los funcionarios ahora sin trabajo. El chef español José Andrés también está regalando un bocadillo gratis cada día en su restaurante Jaleo, de Crystal City, cerca del Pentágono, “hasta que todo esto acabe”, explicaba el cocinero en su cuenta de Twitter. Además, en la escuela CulinAerie, situada en el centro de la ciudad, regalan una clase gratuita este próximo viernes.

Por último, los cines AMC Theatre, que cuentan con varios locales en Washington, entre otros sitios en Georgetown, ofrecen palomitas pequeñas para todos los afectados, vayan o no a ver una película. “La oferta está vigente hasta que el sentido común vuelva al Distrito de Columbia, más bien dicho, hasta que el cierre de la Administración acabe o se nos acaben las palomitas”, ha explicado la compañía en un comunicado.

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Sobre la firma

Carolina García
La coordinadora y redactora de Mamas & Papas está especializada en temas de crianza, salud y psicología, y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Es autora de 'Más amor y menos química' (Aguilar) y 'Sesenta y tantos' (Ediciones CEAC). Es licenciada en Psicología, Máster en Psicooncología y Máster en Periodismo de EL PAÍS.

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