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Merkel comienza las negociaciones para formar gobierno

La canciller alemana abre con los socialdemócratas su ronda de contactos preliminares en busca de un socio para una coalición estable

Merkel saluda a la gente en el acto del día de la reunificación
Merkel saluda a la gente en el acto del día de la reunificaciónDANIEL BOCKWOLDT (EFE)

En los elegantes salones de un palacio del siglo pasado y ubicado justo al frente del Reichstag la canciller alemana, Angela Merkel, inició este viernes la primera ronda de contactos con los socialdemócratas destinada a buscar una plataforma común que le permita formar un nuevo gobierno de gran coalición. En el encuentro participan, aparte de la canciller y del presidente del SPD, Sigmar Gabriel, otras 19 personas todas con cargos representativos tanto en las filas socialdemócratas como en la CDU y su aliado bávaro CSU.

La jefa del gobierno alemán y líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU) aseguró el jueves, en el marco de los actos para festejar el Día de la Unidad de Alemania, que las conversaciones exploratorias, denominadas conversaciones de sondeo, serán justas y apeló al sentido de Estado de los partidos involucrados.

"Tenemos la responsabilidad común de formar un gobierno estable", afirmó para agradecer a continuación la confianza que le otorgaron los votantes el 22 de septiembre: "Ahora, a cambio, voy a tratar de corresponder a esa confianza con unas conversaciones justas".

El Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) es el primer invitado a la mesa de negociación de la Unión de Merkel. Los Verdes, el otro candidato viable para una coalición, acudirán a un encuentro similar el próximo jueves.

"Estamos preparados para las primeras conversaciones de sondeo, que nos tomamos muy en serio. Si llevarán a unas conversaciones de coalición (o no), es para nosotros una cuestión abierta", aseguró la secretaria general del SPD, Andrea Nahles, en unas declaraciones al periódico "Rheinische Post".

En cambio, Karl-Josef Laumann, representante del ala empresarial de la CDU dejó saber que estaba favor de la formación de un gobierno de gran coalición. En declaraciones a la radio pública, Laumann admitió, asimismo, que las diferencias que separan a su partido del SPD, como el controvertido tema del salario mínimo, eran fáciles de resolver.

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Pero en las filas del SDP aún sigue existiendo un gran escepticismo para reeditar la alianza política con la CDU. Este aspecto ha sido resaltado varias veces por Sigmar Gabriel y advirtió que el resultado de las negociaciones será sometido a las bases del partido, una medida que introduce un grave factor de riesgo. Según algunos sondeos, más del 65 por ciento de los militantes de base del SPD rechazan la alianza con la CDU para formar un gobierno de gran coalición.

El SPD, aunque obtuvo solo un 25,7 % de los votos, catorce puntos menos que la CDU, desea negociar de igual a igual con la delegación democratacristiana y no esconde el deseo de obtener, al menos seis ministerios. Gabriel y sus aliados también cuentan con una peligrosa arma de doble filo para doblegar la resistencia de Merkel y sus aliados a la hora de negociar.

En el futuro parlamento federal, que debe constituirse el próximo 22 de octubre, una hipotética alianza de centro izquierda tendrá una mayoría de cinco escaños, una realidad que también podría ser utilizada por Gabriel para chantajear a la canciller. La mayoría parlamentaria del SPD, Verdes y La Izquierda, también se refleja en el seno del Bundesrat.

Los períodos de negociación de un acuerdo de coalición en Alemania han oscilado en las últimas seis elecciones entre los 30 días de 1994 y 1998 y los 65 días de 2005, que dieron pie al segundo gobierno de gran coalición en la historia de postguerra del país y queellevo al poder a Merkel.

El tema de los impuestos marcá la primera ronda y, posiblemente todo el largo proceso de negociaciones. Una subida tributaria selectiva fue una de las propuestas estrella de la campaña socialdemócrata y es ahora una exigencia central para entrar al gobierno.

La CDU, por su parte, se cierra en banda a aumentar la presión fiscal, como proclamó durante la campaña y ha recordado el ministro de Finanzas, el cristianodemócrata Wolfgang Schäuble, en una entrevista al diario popular "Bild" que se difundirá mañana.

"El Estado debería bastarse con su dinero. Eso es lo que el votante ha dejado claro. Nosotros vamos a luchar por cada punto de programa electoral", afirmó Schäuble.

Las elecciones del 22 de septiembre dieron al bloque conservador de Merkel el 41,5% de los votos, lejos del 25,7% que logró el SPD, el 8,6% de La Izquierda y el 8,4% de Los Verdes.

El Partido Liberal Alemán (FDP), actual socio minoritario de Merkel y tradicional partido bisagra del Bundestag -presente en 17 de los 22 gobiernos desde la Segunda Guerra Mundial-, quedó fuera del parlamento e impidió la reedición del pacto que posibilitó la actual legislatura.

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