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Nick Clegg advierte que Gran Bretaña “juega con fuego” en el debate europeo

El viceprimer ministro liberal advierte que abandonar la UE sería un "suicidio económico" para Londres

Nick Clegg, es el líder de los Liberal-Demócratas británicos.
Nick Clegg, es el líder de los Liberal-Demócratas británicos.Peter Macdiarmid (Getty Images)

"Gran Bretaña está jugando con fuego y, si seguimos por este camino, es Gran Bretaña la que se acabará quemando", ha advertido el líder liberal-demócrata y número dos de la coalición británica, Nick Clegg. En un dramático llamamiento a los europeístas para que alcen ahora la voz y no esperen a que sea demasiado tarde, Clegg ha advertido que abandonar la Unión Europea sería "un suicidio económico", relegaría al país a un papel irrelevante en el mundo, comprometería la seguridad de los británicos y afectaría a cuestiones de tanta relevancia como el medio ambiente.

Los liberales-demócratas son el único gran partido británico que aún no se avergüenza de definirse como europeísta. Los laboristas lo son en teoría, pero en la práctica parece que les avergüenza llevar la contraria a la creencia aparentemente general en este país de que todo lo que viene de Bruselas es malo por definición.

Los liberales-demócratas son el único gran partido británico que aún no se avergüenza de definirse como europeísta

Y eso es lo que ha hecho Clegg: desafiar ese cliché, aún admitiendo que hay muchas cosas que no funcionan bien en la UE y que hay que reformarlas. El líder liberal ha sido extraordinariamente crítico con el Partido Conservador y su empeñó en convocar un referéndum sobre la pertenencia británica. Un referéndum que Clegg considera ya inevitable -"la cuestión ya no es si tiene que haber un referéndum, sino cuando lo habrá", dijo- aunque discrepa sobre las fechas: mientras los tories más antieuropeos quieren que sea antes de las elecciones de 2015 y Cameron lo propone para 2017 para llevar su convocatoria al programa electoral, él defiende que sea cuando haya un cambio significativo en la relación entre Gran Bretaña y Europa.

Su discurso, con unos tintes de dramatismo y un radicalismo pro-europeo que no ha tenido ningún político británico desde hace muchísimos años, ha sido casi completamente ignorado por la prensa británica y también por las televisiones. Curiosamente, solo el furibundamente antieuropeo The Daily Mail le ha dado algún espacio en la primera página de su edición electrónica.

Y ese es precisamente uno de los problemas del debate sobre Europa en este país, en el que es imposible que se abra paso nada relacionado con la UE que no tenga tintes negativos. Y eso es lo que Nick Clegg intenta combatir. No con los medios -tarea quimérica- sino con la sociedad civil, con los muchos británicos que son europeístas pero no lo dicen nunca. Quizás porque no lo saben.

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Y les ha hecho un llamamiento directo para que hablen ahora, "antes de que sea demasiado tarde, cuando Gran Bretaña esté fuera y giremos la vista atrás y nos demos cuenta de que podíamos haber hecho mucho más". Para contrarrestar los mitos sobre la UE. "Bruselas no es de ninguna manera perfecta. Pero no es verdad que haya una especie de siniestra súper-burocracia: la Comisión Europea es más pequeña que el ayuntamiento de Birmingham. No es verdad que al Tesoro le estén robando a manos llenas por el privilegio de ser miembros de la UE: la contribución al presupuesto de la UE el año pasado fue más o menos equivalente a lo que gastamos en dos o tres semanas en la sanidad pública", ha explicado.

"No os pido que os involucréis en la política de partidos. No os pido que apoyéis a los liberales-demócratas. Pero os estoy pidiendo que forméis parte de una coalición por el interés nacional, que os levantéis para que Gran Bretaña siga formando parte de Europa; por una Gran Bretaña que es más rica, más segura, más verde y más fuerte en el mundo", ha proclamado.

¿A quién se lo ha pedido? A muchos. Desde cada político internacionalista a los grupos de presión; las firmas que dependen del mercado interior; los inversores que se replantearían sus inversiones; los estudiantes británicos del Erasmus; los cientos de miles de británicos que viven en Francia, en España, en Grecia; la policía; las organizaciones que luchan contra el tráfico de mujeres y niños; las organizaciones de derechos humanos que aprecian las ventajas de la ley europea; los ecologistas que quieren que Gran Bretaña lidere la lucha contra el cambio climático…

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