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Amnistía Internacional denuncia el asesinato de 950 islamistas en Nigeria

La ONG afirma que desde enero cientos de presos han muerto de hambre, asfixiados y ejecutados bajo la tutela del Ejército

Cadáveres de supuestos miembros de Boko Haram, el 19 de abril.
Cadáveres de supuestos miembros de Boko Haram, el 19 de abril. AP

Entre enero y junio de 2013, al menos 950 acusados de pertenecer a la sanguinaria milicia islamista Boko Haram han muerto en prisiones bajo la custodia del Ejército nigeriano, según Amnistía Internacional (AI). La ONG, especializada en denunciar abusos contra los derechos humanos, afirma que la principal fuente del informe es un oficial del Ejército de Abuja, la capital del país. Algunos presos han muerto asfixiados en celdas abarrotadas. Otros han caído víctimas de la malnutrición y de los asesinatos extrajudiciales. El Ejército ha habilitado fosas comunes para enterrar los centenares de cadáveres.

“Las evidencias que hemos reunido sugieren que cientos de personas han muerto bajo custodia militar en los primeros meses de 2013. Esta es una cifra asombrosamente alta que requiere una acción urgente del Gobierno nigeriano”, denuncia por teléfono Lucy Freeman, subdirectora de Amnistía Internacional África. “Los detalles de lo que ocurre tras los muros de las prisiones han de ser expuestos, y cualquiera responsable de violaciones de los derechos humanos llevado ante la justicia” continúa Freeman.

Las evidencias que hemos reunido sugieren que cientos de personas han muerto bajo custodia militar. Lucy Freeman, AI

Una gran parte de las muertes se han registrado en las dependencias militares de Giwa, en la región norteña de Borno, unas instalaciones conocidas entre los militares nigerianos como Guantánamo, en referencia a la base militar que EE. UU. posee en la isla de Cuba y donde desde 2002 recluye en un vacío legal a cientos de prisioneros islamistas capturados por las Fuerzas Armadas y de Inteligencia estadounidenses en todo el mundo.

Otro oficial del Ejército nigeriano que ha hablado con la condición de permanecer en el anonimato ha confesado que “cientos de detenidos han sido asesinados o por asfixia o han sido fusilados… Hay ocasiones en las que los presos son sacados de la cárcel y asesinados, diariamente. Unas cinco personas son asesinadas cada día”.

Unas cinco personas son asesinadas cada día. Oficial del Ejército nigeriano
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Aunque AI reclama una investigación urgente sobre las muertes, todavía no se ha producido una respuesta oficial al informe y los conocedores de Nigeria creen muy improbable que se inicie una investigación oficial. Hasta la fecha, el Ejército ha rechazado todas las acusaciones que las organizaciones humanitarias han vertido contra él.

La mayoría de las más de 900 víctimas que registra el informe de Amnistía habían sido acusadas de pertenecer al grupo islamista Boko Haram, que pretende derrocar al Gobierno nigeriano y crear un Estado islámico. Entre otros objetivos, la milicia ha atacado escuelas. Este mismo mes 50 estudiantes fueron asesinados en el hotel donde se hospedaban.

En abril, varios delegados de Amnistía Internacional contaron 20 esqueletos en las proximidades del complejo hospitalario y la morgue de Maiduguri, también en Borno. Varios testigos afirmaron entonces que los cuerpos habían sido dejados allí por militares. Otras fuentes confirmaron a los inspectores de la organización que había militares que entregan diariamente cadáveres a la morgue. Los cuerpos permanecen allí hasta que las instalaciones están repletas. Solo entonces se trasladan a la Agencia de protección medioambiental del Borno, que es la encargada de darles sepultura.

Al confirma que las autoridades no realizan autopsias ni ningún otro tipo de examen post mórtem ni en la morgue ni en ningún otro centro. “Los estándares internacionales, así como la legislación nigeriana, requieren que las muertes producidas bajo tutela sean investigadas a fondo y con imparcialidad”, recuerda Lucy Freeman, de AI en África. “Los detenidos tienen derechos humanos que han de ser respetados en toda circunstancia”, subraya.

Según denuncian, en el norte de Nigeria, de mayoría musulmana, frente al sur de mayoría cristiana, el Ejército detiene arbitrariamente a cientos de personas acusadas de tener vínculos con Boko Haram. Pese a no tener cargos contra ellos, muchos están incomunicadas por largos periodos. Ni su familia ni ningún abogado tiene contacto con ellos y tampoco se les traslada ante una autoridad judicial. El pasado mayo, el Gobierno de Abuja declaró el estado de emergencia en tres regiones del norte del país, Yobe, Borno y Adamawa, en respuesta a las miles de víctimas causadas por los insurgentes islamistas. Aunque las noticias se han centrado hasta el momento en las víctimas civiles causadas por Boko Haram, AI arroja luz sobre los abusos cometidos por las Fuerzas Armadas gubernamentales.

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