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El presidente del SPD acuerda negociar una gran coalición con Angela Merkel

La decisión tendrá que ser ratificada tanto por los socialdemócratas como por los dos partidos que apoyan a la canciller

La canciller Angela Merkel (izquierda), abandona las conversaciones con el SPD.
La canciller Angela Merkel (izquierda), abandona las conversaciones con el SPD.F. BENSCH (REUTERS)

Los principales líderes de las dos formaciones políticas más importantes de Alemania, la Unión de cristianodemócratas y socialcristianos bávaros (CDU/CSU) y el Partido Socialdemócrata (SPD) acordaron ayer en Berlín iniciar negociaciones formales para formar, por tercera vez en la historia de la república alemana, un gobierno de gran coalición, que debe hacer posible que la primera potencia económica de Europa pueda ser gobernada, como era el deseo de la canciller Angela Merkel, de manera “fuerte y estable”.

Las negociaciones se iniciarán posiblemente el próximo miércoles y, según lo expresado por las delegaciones, deben quedar concluidas lo antes posible, aunque la ronda de negociaciones no está limitada por el tiempo. En 2005, por ejemplo, las negociaciones entre las dos formaciones, que llevaron al poder a Merkel, duraron cuatro semanas.

La simbólica fumata blanca que emergió esta tarde de la Asamblea Parlamentaria, un elegante y exclusivo club reservado a los parlamentarios del Bundestag, fue posible gracias a sendas concesiones negociadas entre bastidores por los líderes de las formaciones sobre dos temas que impedían un eventual acercamiento: el salario mínimo y aumento de impuestos.

Pocas horas antes del tercer encuentro exploratorio, el presidente de la CSU y jefe de gobierno de Baviera, Horst Seehofer, había admitido en una entrevista en el periódico Süddeutsche Zeitung que su partido no se oponía a legislar para introducir un salario mínimo interprofesional en todo el país de 8,50 euros la hora. El tema del salario mínimo se había convertido en uno de los principales escollos en la ronda de contactos y el SPD repitió hasta el cansancio que no formaría parte de ningún gobierno si no se adoptada un salario mínimo.

Como contrapartida, el SPD, al parecer, se mostró dispuesto a aceptar que se mantengan las subvenciones a las familias que renuncian a llevar a sus hijos a la guardería y a descartar su tema preferido: subir los impuestos, una medida que era rechazada por los democristianos.

El último encuentro exploratorio se inició con una reunión entre Merkel, Seehofer y el presidente del SPD, Sigmar Gabriel, y duró una hora. En los 90 minutos siguientes, las tres delegaciones, al parecer, dedicaron el tiempo a sondear la composición del futuro gobierno. La CDU tendrá cinco ministros, la CSU tres y el SPD seis, y aunque la distribución de las carteras será uno de los temas a negociar, casi se da por seguro que el presidente del SPD ocupará el ministerio del Trabajo, mientras que Wolfgang Schäuble seguirá en Finanzas.

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“Esta vez no hubo negociaciones con resultados”, señaló ante la prensa el presidente del SPD. “Pero constatamos que existe una base común para formar una alianza”, añadió. Hermann Gröhe, secretario general de la CDU, también fue fiel al guion redactado por su jefa y señaló que en el encuentro se había logrado alcanzar un “alto grado de coincidencias”, aunque evitó dar detalles.

“La tercera ronda exploratoria se caracterizó por la confianza mutua. El crecimiento, la estabilidad financiera y el empleo serán los temas centrales en los próximos cuatro años”, añadió Alexander Dolbrindt, secretario general de la CSU de Baviera.

El acuerdo anunciado ayer debe ser aprobado este domingo por una convención del SPD, que debe decidir si autoriza a sus líderes a que los contactos exploratorios se conviertan en negociaciones concretas. Después de los resultados alcanzados en la última ronda exploratoria, la luz verde está asegurada, pero el acuerdo final será sometido a los 470.000 militantes socialdemócratas, que tendrán la última palabra a la hora de bendecir la nueva alianza de gobierno.

Aunque las tres formaciones no tienen un plazo fijo para poner fin a las negociaciones, el país ya sabe cuáles serán las grandes tareas que deberá afrontar el futuro gobierno. En su primera intervención pública después de las elecciones parlamentarias del 22 de septiembre, la canciller Merkel mencionó el miércoles las cuatro grandes metas del futuro gobierno: estabilidad en la zona euro, una transformación energética exitosa y asequible, una nueva estrategia para hacer frente al envejecimiento de la población y una ambiciosa reforma federal.

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