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El escándalo del ciberespionaje

Las charlas de un exjefe de la NSA, tuiteadas en directo

El general Hayden hablaba por teléfono sobre el espionaje masivo mientras viajaba en tren Un activista sentado cerca tuiteó sus comentarios sobre el caso Snowden y el papel de la CIA

Carolina García
El general Michael Hayden, en una imagen de 2008.
El general Michael Hayden, en una imagen de 2008.SAUL LOEB (AFP)

Michael Hayden, exjefe de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, en sus siglas en inglés) y de la CIA, se vio en apuros ayer jueves cuando fue escuchado mientras mantenía una conversación con diversos periodistas off the record -expresión periodística con la que se sobreentiende que el material no puede ser publicado- y sus palabras terminaron en Twitter. El general retirado cometió el error de hablar de temas delicados mientras viajaba en un tren, con origen Washington y destino Nueva York y no se percató que, muy cerca de él, estaba sentado Tom Matzzie, exdirector del movimiento político MoveOn.org, que fue quién divulgó, de inmediato y durante 15 minutos, parte de la conversación de Hayden en la red social de los 140 caracteres.

“El exjefe de la NSA, Michael Hayden viaja ahora en el Acela -compañía de trenes estadounidense- y está sentado justo detrás de mi. Está parloteando sobre su pasado y ha pedido en todas las entrevistas ser citado como antiguo alto funcionario de la Administración”, escribió Matzzie, que ahora dirige una compañía de energías renovables, en su cuenta de Twitter.

“Estoy en el Acela escuchando al jefe de la NSA dar entrevistas off the record. Me siento como si estuviera en la NSA. Excepto, que estoy en público”, enfatizó el activista en otro mensaje. En un momento dado, Hayden pronunció el apellido Massimo, hecho que llevó a Matzzie a sospechar que el exjefe de la CIA estaba hablando con el reportero de seguridad nacional de la revista Time, Massimo Calabresi.

Entre los temas que Matzzie pudo escuchar estuvo presente el escándalo del espionaje de la NSA y las acusaciones a Estados Unidos por parte de sus aliados extranjeros; los teléfonos inteligentes del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y también alardeó “sobre rendiciones y otros sitios oscuros”, según iba contando Matzzie en su perfil de Twitter.

El episodio rocambolesco sucedió tan solo unas horas después de que se publicaran los informes que explicaban que la NSA había espiado a 35 líderes mundiales. Según pasaban los minutos, Matzzie estaba cada vez más nervioso y temía ser descubierto: “Ahora suena el teléfono. Creo que se acabó la retransmisión. Tal vez alguien le está avisando de que estoy aquí”. “Nueva llamada, me siento atrapado”, añadió.

Efectivamente, la oficina de Hayden le llamó para informarle de lo que estaba sucediendo pero, en contra de lo esperado, el exjefe de la NSA, conversó “educadamente”, según el propio Matzzie, con el exactivista político, que lideró varias campañas contra la guerra de Irak.

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El hecho inesperado les dio la oportunidad de discutir sobre la Cuarta Enmienda de la Constitución de EE UU, que defiende el derecho de los habitantes de que su persona, sus domicilios, papeles y efectos se hallen a salvo de pesquisas y aprehensiones arbitrarias, y sobre el espionaje extranjero: “Acabo de tener una conversación muy agradable con Michael Hayden, él es un caballero, pero no estamos de acuerdo en muchas cosas”, añadió Matzzie en Twitter junto a una foto de los dos. Un rato después, el exactivista publicó otro mensaje en el que reconocía: “Debo decir que estoy un poco asustado. El mundo de la inteligencia es oscuro y atemorizante”.

Hayden, que estuvo al frente de la NSA de 1999 a 2005 y de la CIA entre los años 2006 y 2009, ha declarado en un comunicado que “no estoy seguro de lo que creen los medios de comunicación que significa atacar a la Administración de Obama”.

“Yo nunca critiqué al presidente”, ha agregado. “Dije que estos problemas -refiriéndose al espionaje- son muy díficiles. También añadí que cuando fui director de la NSA contaba con directrices políticas que limitaron mis funciones. Ahora, estás directrices -para los actuales dirigentes- van a ser más severas. Esto no era criticar” ha añadido. Además, ha comentado que “dar a Obama una Black Berry pone en riesgo sus comunicaciones”, y que la “NSA debía decidir si necesita un teléfono inteligente más seguro o no”.

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Sobre la firma

Carolina García
La coordinadora y redactora de Mamas & Papas está especializada en temas de crianza, salud y psicología, y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Es autora de 'Más amor y menos química' (Aguilar) y 'Sesenta y tantos' (Ediciones CEAC). Es licenciada en Psicología, Máster en Psicooncología y Máster en Periodismo de EL PAÍS.

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