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España pide garantías a EE UU de que el espionaje, “si se produjo”, no se repita

Margallo cree que EE UU dará las “explicaciones necesarias” El Ejecutivo no ha fijado ningún plazo para que Washington ofrezca su punto de vista Madrid desea "zanjar" cuanto antes el incidente

M. GONZÁLEZ (ENVIADO ESPECIAL)
José Manuel García Margallo durante su estancia en Polonia.
José Manuel García Margallo durante su estancia en Polonia.EFE

El Gobierno está deseando “zanjar” cuanto antes el incidente diplomático provocado por el espionaje masivo de la Agencia Nacional de Seguridad (ANS) en España, según ha reconocido el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo. El jefe de la diplomacia española, de visita oficial en Vilna (Lituania), se ha mostrado “convencido de que [Washington] dará las explicaciones necesarias y pertinentes como corresponde a una relación entre dos países que son socios y amigos y comparten valores, principios e intereses comunes”.

Un día después de que el embajador de EE UU en Madrid, James Costos, fuese convocado al Ministerio de Asuntos Exteriores, Margallo ha justificado este toque de atención subrayando que era su “derecho y obligación” reclamar unas “explicaciones satisfactorias” a Washington y, mirando más al futuro que al pasado, ha pedido a EE UU que “garantice que estos hechos, si se han producido, no se vuelvan a producir”.

Lejos del tono del lunes, cuando advirtió de que el rastreo de millones de llamadas telefónicas, SMS o correos electrónicos podría, si se confirma, romper el clima de confianza entre los dos países, Margallo ha puesto el acento en que la relación con EE UU tiene “una importancia capital” para España para España y es “uno de los anclajes de su política exterior”. Tampoco ha olvidado mencionar que la negociación de un acuerdo de libre comercio entre la UE y EE UU, que España apoya con entusiasmo, es “uno de los asuntos más importantes de los próximos años”. No obstante, ha justificado que la Fiscalía haya abierto diligencias por el espionaje masivo ya que, como él mismo recordó, la legislación española considera delito la violación del derecho a la intimidad o el secreto de las comunicaciones.

De momento, la pelota está en el tejado de Washington. El Gobierno no ha dado ningún plazo para que EEUU ofrezca las explicaciones demandadas, pero el tiempo apremia ya que en noviembre está previsto que los Príncipes de Asturias visiten Florida y California, acompañados por Margallo. Precisamente uno de los actos previstos en el programa de dicho viaje es una cena en la mansión californiana de Costos.

El ministro lituano de Asuntos Exteriores, Linas Linkeviciuos, se ha mostrado comprensivo con que los países afectados por el espionaje “quieran tener respuestas cuanto antes”, pero ha pedido que el escándalo no perjudique la relación de la UE con EE UU. Tampoco parece que Madrid vaya a ser demasiado exigente. En septiembre pasado –cuando ya había saltado el escándalo, aunque aún no había salpicado a España-, Mariano Rajoy pasó de puntillas sobre este asunto, por el que fue preguntado durante un debate en el Council on Foreign Relations de Nueva York. Aseguró que “hay razones de seguridad que pueden justificar tomar determinadas decisiones” y añadió: “Lo más importante es que tengamos muy claro quién es el objetivo. Y que no nos equivoquemos de objetivo, porque eso puede provocar algunas dificultades añadidas”. Aún no está claro si el propio Rajoy también ha sido objetivo del espionaje de la NSA, aunque el Gobierno sospecha que sí.

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Sobre la firma

M. GONZÁLEZ (ENVIADO ESPECIAL)
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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