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Nueva Jersey y Virginia marcan el destino del Partido Republicano

La victoria de un moderado y la posible derrota de un favorito del Tea Party en las elecciones a gobernador en ambos Estados, puede determinar el futuro de la formación

Eva Saiz
El gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie.
El gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie. Kena Betancur (AFP)

Las elecciones a gobernador en Nueva Jersey y Virginia, a medio camino entre las presidenciales y las legislativas, dan, tradicionalmente, una medida de la intención de voto de los estadounidenses. Las que este martes se celebran en ambos Estados serán, además, un termómetro que marque, no sólo la incidencia del ala más reaccionaria dentro del Partido Republicano, sino la propia deriva estratégica de esa formación de cara a los próximos comicios de 2014 y 2016. Los candidatos conservadores en ambos territorios, Chris Christie y Ken Cuccinelli, respectivamente, representan dos visiones distintas dentro de su partido, la moderada e inclusiva y la extrema. La reelección del primero -con claras aspiraciones a ocupar el despacho Oval- parece clara, pero la victoria del segundo es bastante dudosa, de acuerdo con los sondeos. Su derrota no sólo evidenciaría el fracaso del Tea Party, sino que brindaría al futuro aspirante demócrata a la Casa Blanca el control sobre Virginia, uno de los Estados más determinantes a la hora de decantar la carrera presidencial.

La derrota de Cuccinelli no sólo evidenciaría el fracaso del Tea Party, sino que brindaría al futuro aspirante demócrata a la Casa Blanca el control sobre Virginia, uno de los Estados más determinantes a la hora de decantar la carrera presidencial

“En estas elecciones no sólo se decide el futuro de Virginia, sino el de todo el país”, afirmó el presidente de EE UU, Barack Obama, durante un mitin con el candidato demócrata en ese Estado, Terry McAuliffe, el pasado domingo. Virginia era un Estado tradicionalmente conservador hasta la irrupción de Obama en 2008. Desde entonces, ha votado a favor del candidato demócrata a las elecciones presidenciales, pero apoyó a un gobernador republicano, en 2009. Estos comicios se han convertido en un referéndum sobre la política nacional y los demócratas esperan que el cierre de la Administración, que Virginia acusó especialmente, refrende el rechazo del electorado hacia el Tea Party, a quien se responsabiliza de esa parálisis.

“Esto no es un juego y las consecuencias son muy reales cuando se gobierna de manera ideológica”, señaló el presidente en alusión a Cuccinelli. El candidato republicano ha arremetido durante la campaña contra la reforma sanitaria de Obama, presumiendo de ser, en su calidad de fiscal general de Virginia, uno de los primeros en interponer una demanda con la ley. Su escepticismo hacia los efectos del cambio climático, su postura en contra del matrimonio homosexual y de un mayor control de las armas de fuego, y a favor de la prohibición del aborto y de los métodos anticonceptivos han encendido el debate electoral en ese Estado.

Los candidatos a gobernador de Virginia, el demócrata, Terry McAuliffe, y el republicano, Ken Cuccinelli.
Los candidatos a gobernador de Virginia, el demócrata, Terry McAuliffe, y el republicano, Ken Cuccinelli.AP

Su contrincante, McAuliffe, un empresario de Nueva York, presidente de la campaña presidencial de Hillary Clinton y uno de los principales donantes del Partido Demócrata, parte con ligera ventaja en las encuestas. El cambio demográfico en Virginia, con un crecimiento de la población joven y urbana y de las minorías, además del apoyo recibido por parte de los Clinton, de quien es amigo personal, y del resto de los pesos pesados de la formación progresista, allanan el camino para un triunfo de McAuliffe, cuestionado por su dirección en algunas de sus compañías, bajo investigación federal.

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Como Cuccinnelli, Christie se opone al aborto y al matrimonio homosexual, pero su personalidad y carisma, así como su liderazgo en la reconstrucción de Nueva Jersey tras el devastador paso del huracán Sandy hace un año, han granjeado al actual gobernador la confianza de un Estado tradicionalmente demócrata. El republicano ha demostrado que, pese a su conservadurismo, es capaz de atraer a los progresistas de Nueva Jersey, así como a los hispanos y afroamericanos, dos sectores de la población a los que el Partido Republicano parece incapaz de acceder “Yo he trabajado durante cuatro años con estas personas. Así es como se amplía un partido, trabajando a largo plazo, construyendo relaciones”, reconoció Christie durante su campaña.

Christie se opone al aborto y al matrimonio homosexual, pero su personalidad y carisma han granjeado al actual gobernador la confianza de un Estado tradicionalmente demócrata

La abrumadora victoria que todos pronostican a Christie -los sondeos le otorgan más del 50% de los votos- colocaría al republicano en una indudable posición de ventaja de cara a la carrera presidencial de 2016, una aspiración a la que nunca ha renunciado el gobernador de Nueva Jersey. Un triunfo que se le ha negado a sus colegas del Tea Party, cuya influencia, perdida en las urnas, se mantiene, sin embargo, dentro del Partido, como ha evidenciado con su capacidad para aupar a candidatos afines frente a conservadores más moderados, como en el caso de Cuccinelli en Virginia, o durante la crisis del cierre del Gobierno. Los resultados de este martes pueden cambiar definitivamente esa tendencia.

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Sobre la firma

Eva Saiz
Redactora jefa en Andalucía. Ha desarrollado su carrera profesional en el diario como responsable de la edición impresa y de contenidos y producción digital. Formó parte de la corresponsalía en Washington y ha estado en las secciones de España y Deportes. Licenciada en Derecho por Universidad Pontificia Comillas ICAI- ICADE y Máster de EL PAÍS.

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