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EE UU cuenta con un acuerdo inmediato sobre el programa nuclear iraní

El Gobierno norteamericano está dispuesto a reducir las sanciones a cambio de la suspensión temporal por parte de Teherán del enriquecimiento de uranio

Eva Saiz
El presidente de EE UU, Barack Obama.
El presidente de EE UU, Barack Obama.EFE

El Gobierno de Estados Unidos espera que este mismo viernes en Ginebra se anuncie un acuerdo sobre la contención del programa nuclear iraní a cambio de una reducción de las sanciones económicas sobre el país asiático. El presidente Barack Obama expresó su confianza en que se confirme este trato durante una entrevista emitida por la cadena NBC el jueves por la noche. De confirmarse las esperanzas del mandatario estadounidense, se trataría del primer paso fáctico del cambio de rumbo en la relación entre ambos países.

Las expectativas en el éxito de las negociaciones son tan altas que el secretario de Estado, John Kerry, ha interrumpido su viaje por Oriente Próximo para sumarse al diálogo en Ginebra y ayudar a “reducir las diferencias”, según indicó la portavoz del Departamento de Estado. Obama señaló que cree que Irán aceptará suspender durante seis meses su programa nuclear e incluso una reducción de su actividad nuclear a cambio de lo que él calificó como “un modesto alivio” de las sanciones internacionales sobre Teherán, si bien advirtió de que EE UU “mantendrá la arquitectura y el corazón de los castigos” y que si el Gobierno iraní no cumple con sus compromisos, Washington “puede dejar de apoyar el acuerdo”. “No tenemos que creer lo que nos digan, tenemos que asegurarnos de que se observa un trato a partir de nuestra propia verificación de lo que ellos están haciendo”, aseguró Obama.

El presidente de EE UU no estableció qué tipo de sanciones se tiene previsto suspender o cuándo se anunciaría el levantamiento de los castigos. En los últimos dos meses, la Casa Blanca y el Departamento de Estado han realizado una intensa campaña en el Senado para dilatar la votación sobre un nuevo paquete de sanciones muy duro aprobado por la Cámara de Representantes a finales de julio, para no entorpecer las negociaciones sobre el programa nuclear iraní de Ginebra. Hace dos semanas, los secretarios de Estado y del Tesoro y el vicepresidente Joe Biden se reunieron con los líderes demócratas de la cámara Alta para persuadirles de no endurecer las sanciones a Irán.

En octubre, un grupo bipartito de senadores remitió una carta a la Casa Blanca en la que se comprometían a suspender la aplicación de nuevas sanciones a Irán siempre y cuando hubiera garantías factibles de que Teherán paralizaba su programa de uranio enriquecido. Si el Senado parece receptivo, hay más dudas sobre la reacción de los legisladores de la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, que en julio ya demostraron que no estaban dispuestos a otorgar un voto de confianza al recién elegido presidente iraní, Hasan Rohaní.

Entonces, aprobaron por abrumadora mayoría aprobó por abrumadora mayoría (200 votos a favor y 20 en contra) un proyecto de ley que contempla varias de las medidas más duras jamás adoptadas por EE UU contra el régimen de los ayatolás. Las nuevas penalizaciones incluyen entre otras, una reducción de las exportaciones de crudo del país asiático -su principal fuente de ingresos- en un millón de barriles diarios, lo que, de facto, supone casi reducir a cero su nivel de exportación.

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Sobre la firma

Eva Saiz
Redactora jefa en Andalucía. Ha desarrollado su carrera profesional en el diario como responsable de la edición impresa y de contenidos y producción digital. Formó parte de la corresponsalía en Washington y ha estado en las secciones de España y Deportes. Licenciada en Derecho por Universidad Pontificia Comillas ICAI- ICADE y Máster de EL PAÍS.

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