Abucheos a Hollande durante la ceremonia del armisticio

Francia celebraba este lunes el armisticio del 11 de noviembre de 1918, un aniversario especial ya que se enmarca en el centenario de la primera guerra mundial. La conmemoración, tradicionalmente gran momento de unidad nacional, ha sido sin embargo un nuevo motivo para demostrar la división que vive el país. El presidente francés, François Hollande, tuvo que aguantar los abucheos de decenas de personas a su paso por los Campos Elíseos. Unos incidentes al margen de las celebraciones, atribuidos por la policía a militantes de la extrema derecha, se saldaron con más de 70 detenidos. El mandatario respondió con un llamamiento a la unidad.

"El 11 de noviembre está también dedicado a la reunión y a la unidad de Francia", recalcó Hollande durante la tarde desde Oyonnax, en el este de Francia, donde el 11 de noviembre de 1943 al grupo de 150 de resistentes -entre los cuales republicanos españoles a los que el mandatario no se olvidó mencionar- celebraron el aniversario de la victoria de 1918 a pesar de que media Francia estaba ocupada por las tropas nazis.

"Nuestro país no puede hacer nada cuando está parcelado, fraccionado, dividido, en territorios, en categorías, en particularismos. Es por eso que no hay nada más indispensable que el diálogo, la responsabilidad y el respeto", añadió el presidente en un largo pero combativo discurso. "La comunidad nacional nos une a todos y nunca aceptaré que se la pueda dividir", concluyó el mandatario, quien llamó a nunca ceder "ante los odios, las intolerancias, los extremismos, el racismo".

Durante la mañana, la fiesta se había visto ahogada por unos abucheos al paso del convoy presidencial por los Campos Elíseos, después de depositar unas flores sobre la tumba del soldado desconocido. Siguieron unos enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes, algunos de los cuales gritaban eslóganes oídos durante la movilización contra el matrimonio entre personas del mismo sexo. Otros llevaban un gorro rojo, característico de la movilización de los bretones en contra de la ecotasa que se ha convertido en el nuevo símbolo del descontento de los franceses con su presidente y su gobierno. El portavoz del movimiento, Christian Toadec, sin embargo se ha desvinculado totalmente de los presentes en las protestas de París.

Decenas de "individuos de la extrema derecha [...] no han querido respetar este movimiento de recogimiento y de reunión", reaccionó el ministro del Interior, Manuel Valls, quien evocó la presencia de personalidades del Frente Nacional, el partido de la ultraderecha. "Estos incidentes son inaceptables, insoportables, no se puede atacar la memoria de aquellos que murieron por Francia, no se puede usar una concentración de este tipo para atacarse a los valores de la República y de nuestro país", añadió.

En total han sido detenidas 73 personas, cuatro de las cuales quedaron bajo custodia policial: uno de ellos, uno de los líder del movimiento Printemps Français, nacido de la oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo, por convocar una manifestación no autorizada, dos personas por actos de violencia en contra de las fuerzas de seguridad, y una por llevar un arma prohibida, según explicó una fuente policial a la agencia AFP.

Unas horas antes de los incidentes, el candidato del Frente Nacional para la alcaldía de París, Wallerand de Saint-Just, había sido brevemente detenido junto a una veintena de personas. La presidenta del partido, Marine Le Pen, denunció de hecho unas detenciones "arbitrarias e incluso preventivas", aunque condenó los abucheos al presidente durante la ceremonia. "Aunque debo recalcar que el gobierno ha creado tanta desunión y sufrimiento que hay en todas partes en nuestros país un ambiente de revuelta, incluido, por desgracia, momentos que deben ser de comunión".