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OBITUARIO

Manfred Rommel, rebelde del centroderecha alemán

Hijo del famoso mariscal de la II Guerra Mundial, destacó por su política liberal al frente de la alcaldía de Stuttgart

Manfred Rommel, en 1984.
Manfred Rommel, en 1984.CORBIS

Manfred Rommel se convirtió, en 1974, en el primer alcalde de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) en una ciudad de más de medio millón de habitantes. Stuttgart lo reeligió en dos ocasiones, hasta que la mala salud le obligó a retirarse en 1996. Además de este periodo al frente de la capital del próspero land de Baden-Württemberg, Rommel escribió dos inopinados best sellers con rimas y aforismos. Durante sus años como alcalde, el hijo del llamado zorro del desierto, Erwin Rommel, se distinguió por una política liberal.

Gran controversia causó su decisión de permitir el entierro en un cementerio público de los terroristas de la Fracción del Ejército Rojo (RAF) Andreas Baader, Gudrun Ensslin y Jan Raspe. Más de dos décadas después de aquel otoño alemán de 1977, Rommel aún se decía impresionado de las reacciones: “La animadversión era increíble”. La RAF acababa de asesinar al jefe de la patronal alemana Hanns-Martin Schleyer. La decisión del democristiano causó una controversia propia de aquellos años de plomo protagonizados por la RAF y la implacable reacción policial a sus atentados y asesinatos. Baader, Ensslin y Raspe se suicidaron el 18 de octubre de 1977 en la prisión de alta seguridad de Stammheim, en Stuttgart. Rommel justificó su polémico permiso para enterrarlos diciendo que “ante la tumba terminan todas las enemistades”.

Rommel defendió al director de teatro Claus Peymann cuando este inició una colecta para costear un dentista para Gudrun Ensslin. Además, el alcalde abogó, frente al entonces omnímodo canciller federal y líder democristiano Helmut Kohl, para que se permitiera la doble nacionalidad en Alemania. También en esto se enfrentó Rommel a la plana mayor democristiana. Hoy la doble nacionalidad es uno de los puntos que la canciller Angela Merkel está negociando con los socialdemócratas para la futura coalición que gobernará Alemania.

Lo que algunos en la CDU llamaron “exagerado liberalismo” de Rommel se manifestó de nuevo tras el asesinato de dos policías a manos de un refugiado africano, en 1989. Pidió conferir “dignidad al luto evitando generalizaciones y evitando echarle la culpa al que no la tiene”. El asesino, dijo, “podría haber sido un blanco y podría haber sido un suabo”. Su línea política le dejó fuera de la carrera por la presidencia del Gobierno de Baden- Württemberg, tras la dimisión de su mentor, Hans Filbinger, en 1978. Antiguo militante del partido nazi, Filbinger dejó el cargo cuando salió a la luz su papel como juez en cuatro ejecuciones de desertores alemanes en los últimos meses de la dictadura de Adolf Hitler.

La sombra de Hitler acompañó a Manfred Rommel toda su vida, desde que su famoso padre pasó de héroe del régimen a caer en desgracia por su presunta implicación en una conjura para matar al dictador. Manfred Rommel murió en Stuttgart el pasado jueves, con 84 años.

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