Docenas de países y organizaciones se comprometen a enviar material de socorro, pero la situación sobre el terreno es caótica
Un grupo de personas se acercan a uno de los helicópteros de las Fuerzas Aéreas de La Paz que están repartiendo comida entre los ciudadanos de la ciudad de Tacloban, en la provincia de Leyte, 15 de noviembre de 2013.Bullit Marquez (AP)Marilou Cassanares llora junto a la tumba de su marido, uno de los muertos por culpa del tifón Haiyan, en la ciudad de Tacloban, 15 de noviembre de 2013.DAMIR SAGOLJ (REUTERS)Imagen aérea de una montaña devastada por el tifón Haiyan en la provincia de Leyte (Filipinas), 15 de noviembre de 2013.Bullit Marquez (AP)Cientos de personas esperan su turno para recoger la ayuda alimentaria que se está repartiendo en la ciudad de Tacloban, 15 de noviembre de 2013.Jeoffrey Maitem (Getty Images)Supervivientes del tifón Haiyan en el interior de un polideportivo donde viven tras el paso del huracán, 15 de noviembre de 2013.Jeoffrey Maitem (Getty Images)Dos hombres transportan un colchón en la isla de Tacloban, Leyte, Filipinas, 13 de noviembre de 2013.Kevin Frayer (Getty Images)Un hombre se asea en una de las calles de Tacloban, en el centro de Filipinas, 13 de noviembre de 2013.Dita Alangkara (AP)Un niño sentado en los escombros de un edificio en la ciudad de Tacloban, Filipinas, 13 de noviembre de 2013.Kevin Frayer (Getty Images)Una mujer camina por los restos de una zona residencial en el barrio de Leyte, Filipinas, 12 de noviembre de 2013.Dondi Tawatao (Getty Images)Un hombre llora en el interior de unos de los vuelos que evacuan a los afectados del tifón Haiyan, 12 de noviembre de 2013.Paula Bronstein (Getty Images)Policías vigilan un cargamento de comida para los damnificados en la ciudad de Tacloban, en la provincia de Leyte (Filipinas), 12 de noviembre de 2013, tras el paso del devastador tifón Haiyan.DENNIS M.SABANGAN (EFE)Un filipino recupera el cadáver de una persona del agua tras el paso del devastador tifón Haiyan por la ciudad de Tacloban.FRANCIS R. MALASIG (EFE)Cerca del aeropuerto de Tacloban varios dispositivos de militares filipinos buscan cadáveres.PHILIPPE LOPEZ (AFP)Unos miembros de la Fuerza Aérea filipina detienen a varios residentes durante el abordaje de un avión militar C-130.DENNIS M. SABANGAN (EFE)Un niño lleva una botella de agua bajo la lluvia en la ciudad de Tacloban.FRANCIS R. MALASIG (EFE)Dos hombres transportan un cadáver de una víctima del tifón Haiyan en la ciudad de Tacloban, provincia de Leyte (Filipinas), 15 de noviembre de 2013.FRANCIS R. MALASIG EFE (EFE)Una lancha de la policía entre los escombros tras el paso del devastador tifón Haiyan por la ciudad de Tacloban.FRANCIS R. MALASIG (EFE)Varias personas caminan bajo la lluvia por la devastada ciudad de Tacloban.FRANCIS R. MALASIG (EFE)Al menos 1.744 personas han muerto en Filipinas al paso del tifón "Haiyan".FRANCIS R. MALASIG (EFE)Vistas desde la torre de control del aeropuerto de Tacloban, Filipinas.PHILIPPE LOPEZ (AFP)Muchos de los cuerpos de las víctimas mortales del tifón permanecen en bolsas a la espera de su traslado.Jeoffrey Maitem (Getty Images)Un par de personas transportan un cerdo asado.FRANCIS R. MALASIG (EFE)Un niño juega al baloncesto en un complejo deportivo dañado reconvertido en albergue.FRANCIS R. MALASIG (EFE)Un ciudadano guía a su cerdo por la calle.FRANCIS R. MALASIG (EFE)Las autoridades locales aseguraron a Naciones Unidas que habían localizado allí una fosa común con entre 300 y 500 cadáveres.Aaron Favila (AP)Cientos de personas en las cercanías del aeropuerto esperan para ser evacuados cinco días después del paso del tifón.PHILIPPE LOPEZ (AFP)Es imposible llegar a algunas zonas del centro del archipiélago devastadas por el tifón.Un puente aéreo de tres naves militares se encarga del transporte de ayuda a Tacloban.TED ALJIBE (AFP)Varios supervivientes se agarran a sus familiares mientras son obligados a subirse a un avión militar que los trasladará a Manila en el aeropuerto de Tacloban.MAST IRHAM (EFE)Supervivientes del tifón "Haiyan" esperan para subir a bordo de uno de los vuelos gratuitos organizados por el ejército filipino y estadounidense en Tabloban.DENNIS M. SABANGAN (EFE)
