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La familia Cheney y el matrimonio homosexual

La candidata al Senado e hija del vicepresidente Cheney, enfrentada públicamente con su hermana lesbiana

Liz Cheney (izda.) junto a su hermana Mary en la convención republicana de 2004.
Liz Cheney (izda.) junto a su hermana Mary en la convención republicana de 2004. JEFF HAYNES (AFP)

En la polémica están enredados una política republicana, su hermana lesbiana y su padre, exvicepresidente de Estados Unidos. El tema en cuestión es el matrimonio homosexual. Y en juego puede estar la carrera de la protagonista, candidata al Senado en las próximas elecciones.

Liz Cheney aspira a convertirse en senadora por el Estado de Wyoming el año que viene. Su hermana, Mary Cheney, está casada y tiene dos hijos con otra mujer, Heather Poe. El padre de ambas es Dick Cheney, número dos de la Administración Bush. Él “no tiene nada en contra” del matrimonio homosexual. Pero Liz sí. Liz lo ha admitido públicamente. Si algún día soñó con que las diferencias con su hermana quedasen contenidas entre las cuatro paredes del hogar Cheney, no ha sido así.

Este domingo, la candidata a senadora participaba en una entrevista en la cadena FOX News, donde reconoció estar en desacuerdo con su hermana con respecto al matrimonio entre personas del mismo sexo porque sigue creyendo en el “matrimonio tradicional”. Su hermana Mary seguía las declaraciones desde su casa. “Liz, este no es un asunto en el que simplemente no estemos de acuerdo. Estás equivocada y estás en el lado equivocado de la historia”, contestó en su perfil de Facebook.

Liz siempre ha creído en la definición tradicional de matrimonio”

Liz Cheney es una candidata conservadora que, más allá de si está o no en el lado equivocado de la historia, sí está atrapada en la transformación social y generacional que atraviesa al país. Como republicana, no puede arriesgarse a respaldar el matrimonio entre personas del mismo sexo sin calcular antes el precio político de tal afirmación. Como candidata, ese peligro está multiplicado, además, porque compite contra un candidato moderado y aspira a conseguir los votos de la derecha más conservadora, incluidos los del Tea Party.

Pero cada mes que pasa más norteamericanos dan su respaldo a la igualdad de derechos de los homosexuales y, poco a poco, nuevos estados se van sumando a la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo. La semana pasada fue Hawai. Esta puede ser el turno de Illinois. El rechazo de los republicanos cada vez les aleja más del rumbo que lleva el resto del país y si alguien podía reconciliar esas dos trayectorias es precisamente una candidata joven -47 años- y con un entorno familiar como el de Liz Cheney.

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“Lo que más me sorprende es que ella dice que se presenta como candidata de una nueva generación de líderes”, declaró Mary Cheney al diario The New York Times. “No estoy muy segura de que atarse a las mismas posturas de hace 20 o 30 años sea la mejor manera de lograrlo”.

Este lunes, el exvicepresidente Cheney afirmó en un comunicado junto a su esposa que se trata de un asunto con el que la familia ha lidiado en privado “durante varios años” y que lamentan que se haya hecho público. “Ya que es así, al menos que quede una cosa clara. Liz siempre ha creído en la definición tradicional de matrimonio”.

“Liz ha estado invitada a nuestra casa, ha pasado tiempo y compartido vacaciones con nuestros hijos, y cuando Mary y yo nos casamos en 2012 no dudó en decirnos lo feliz que se sentía por nosotras”, escribió Heather Poe en su perfil de Facebook. “Que diga ahora que no apoya nuestro derecho a casarnos es, como mínimo, ofensivo”.

Los Cheney han acudido en defensa de su hija y candidata alegando que “siempre ha tratado a su hermana y a su familia con amor y respeto, exactamente como debía hacerlo”, sin mencionar por qué ese apoyo no se ha trasladado a la esfera pública. “Siempre pedimos compasión, incluso cuando hay falta de acuerdo en un asunto tan fundamental y las muchas bondades de Liz no deberían ser utilizadas para distorsionar su situación”.

Las aspiraciones políticas de Liz Cheney, sin embargo, no son obstáculo para las quejas de su hermana y la esposa de ésta. Poe le recuerda a Cheney que es su hermana política -“sí, Liz, en 15 Estados y en el Distrito de Columbia somos hermanas políticas”- y que se preguntan cómo se siente al viajar por EE UU y “descubrir que su familia estaba protegida en un Estado y en otro no”, en referencia a las diferentes leyes del país.

Sólo el tiempo -y los votantes de Wyoming- dirán si los argumentos de Liz, por encima de los intereses de su propia hermana, son suficientes para convencer a los ciudadanos más conservadores y lograr así el ansiado puesto en el Senado.

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