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Santos tendrá que enfrentarse al voto en blanco y al uribismo

El anuncio del presidente colombiano de buscar la reelección hace reaccionar a las distintas fuerzas políticas del país

Santos anunció que será candidato en un mensaje televisado.
Santos anunció que será candidato en un mensaje televisado.A. Piscov (AFP)

Después del anuncio del presidente Juan Manuel Santos de que buscará un segundo mandato, los partidos políticos han empezado a mover ficha. Si las elecciones presidenciales se celebraran hoy, los mayores obstáculos encontraría el mandatario para la reelección serían, principalmente, el voto en blanco y el escepticismo de los colombianos que creen que el país va por mal camino. Aun así, las encuestas muestran que, si bien Santos no es el mandatario más popular de los últimos años, por ahora no tiene rivales que puedan poner en riesgo su reelección.

La última encuesta de la firma Gallup, contratada por varios medios de comunicación, reveló que en una primera vuelta se impondría el voto en blanco pero que en la segunda ganaría Santos. Habrá que ver cómo cambia la baraja ahora que comenzó la campaña presidencial, que durará hasta junio de 2014 si se necesita una segunda vuelta. A favor de Santos juega un renovado optimismo después de que se llegara a un acuerdo parcial con las FARC sobre el punto de la participación política.

El presidente colombiano ha logrado consolidar la llamada Unidad Nacional. Se trata de sus aliados en el Congreso: la suma de cuatro partidos –Liberal, Cambio Radical, La U y el Conservador–, que hoy son su principal músculo político y los que le garantizarían un caudal electoral que, según las encuestas, lo pone en el primer lugar de las preferencias presidenciales.

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Sin embargo, la decisión de Álvaro Uribe –el principal opositor de Santos– de encabezar una lista al Senado es la principal amenaza que tiene esta mayoría en el Congreso. La Unidad Nacional ha permitido al presidente, por ejemplo, pasar proyectos de ley fundamentales para respaldar el proceso de paz con las FARC. Según los cálculos sobre la intención del voto en el Congreso, las listas del Uribe Centro Democrático, el movimiento del expresidente, podrían alcanzar más de 20 curules, lo que afectaría directamente a los partidos de la coalición.

Además, el nombre de Santos ha generado tensiones en el interior del conservadurismo que, si bien forma parte de la coalición de Gobierno, tiene en sus filas a políticos como la exministra de Defensa Marta Lucía Ramírez, que busca ser nominada como candidata a la Presidencia. Después de conocer la postulación de Santos, Ramírez dijo a los medios locales que, con su decisión, “el país siente que hay confusión. Estamos avanzando sin saber muy claramente hacia dónde”.

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Actualmente ni la izquierda ni la derecha - que comparten en los extremos la oposición a Santos - tienen en sus filas un candidato lo suficientemente fuerte para enfrentarlo, según las encuestas. El Polo Democrático y la Alianza Verde –ambos de izquierda– están distanciados. El primero tiene como candidata a Clara López y el segundo aún no lo ha decidido.

Así las cosas, la oposición se concentra principalmente en el movimiento de Álvaro Uribe. El expresidente intenta impulsar al que fuera su ministro de Hacienda, Óscar Iván Zuluaga quien, aunque todavía no tiene un gran registro en las encuestas frente a Santos, se perfila como el rival del presidente.

Apenas Santos anunció que va por la reelección, Zuluaga leyó ante los medios un comunicado donde, sin mencionar al mandatario, no hizo sino criticar sus políticas de Gobierno, entre ellas el proceso de paz con las FARC. “Lucharemos por una paz basada en la justicia, no en la impunidad y los privilegios políticos para los narcoterroristas”, dijo.

Su mentor, Álvaro Uribe, hizo lo propio en su cuenta de Twitter, donde en cinco puntos comparó a Santos con Zuluaga, criticando al primero y ensalzando al segundo. “Presidente Santos abandonó la Seguridad Democrática y la denomina guerra después de haberla utilizado como plataforma electoral. Aceptaba como ministro y candidato que los terroristas son terroristas y ahora los legitima como actores políticos”, escribió.

Lo que queda claro de este panorama político es que, mientras el mandatario colombiano mantenga la Unidad Nacional, tiene una base sólida para lograr la reelección. El partido Liberal fue de los primeros en respaldar la intención de Santos confirmando su lealtad. Su director, el parlamentario Simón Gaviria, dijo que su colectividad se identificaba con el ahora presidente-candidato en numerosos propósitos entre los que está “la posibilidad de cerrar el capítulo de la violencia”, dijo.

El apoyo de Cambio Radical se da por descontado ya que su fundador - Germán Vargas Lleras -, además de haber sido el ministro estrella de Santos, es desde finales de mayo el timón de la Fundación Buen Gobierno, revivida por el mandatario para apoyar su campaña por la reelección. A la lista se suma la U, que es el partido del presidente, además de su creador y con el que logró hacerse con su primer mandato en 2010. Sin embargo, aquí también ocurre como en el conservadurismo, donde algunos congresistas están más cercanos a Uribe que a Santos.

Este es apenas el inicio de la campaña presidencial. Aun falta ver lo que ocurrirá en los próximos meses: si el proceso de paz, como le ha apostado Santos, seguirá dando resultados; si el uribismo logra consolidar a su candidato; o si la izquierda pueda coger fuerza y meterse en la lucha por la Casa de Nariño.

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