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Obama ensalza la vía diplomática que ha llevado al acuerdo con Irán

El presidente de EE UU reconoce que el pacto ayuda a evitar que Teherán tenga una bomba nuclear y pide al Congreso comprensión con las sanciones

Eva Saiz

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha defendido la vía diplomática y pacífica por la que apostó cuando llegó a la Casa Blanca como el camino que ha permitido lograr el ansiado acuerdo para limitar el programa nuclear iraní al que se llegó en Ginebra durante la madrugada del domingo. Minutos después de que se anunciara el compromiso, el mandatario compareció para destacar la importancia de un pacto que es el primer paso para reducir la capacidad de que Irán tenga una bomba nuclear. Obama ha explicado las líneas generales del tratado y ha instado al Congreso de su país a que no autorice nuevas sanciones para poder cumplir con las promesas que los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, más Alemania, acordaron con Teherán.

“Hoy la diplomacia ha abierto una nueva vía hacia un mundo mucho más seguro”, ha señalado Obama. A lo largo de sus cinco años al frente de EE UU el presidente ha insistido en defender una salida negociada para solucionar la amenaza nuclear iraní, resistiendo la presión de muchos republicanos y del Gobierno de Israel que pedían a la Casa Blanca una actitud de mayor firmeza ante el régimen de los ayatolás para garantizar la seguridad y la estabilidad en la región. Obama ha celebrado este sábado la eficacia de la vía pacífica y de la estrategia de la imposición de sanciones inusitadas para ahogar económicamente al país asiático y obligar a su Gobierno a claudicar de sus planes nucleares.

El acuerdo alcanzado obliga a Irán, entre otras cosas, a suspender el enriquecimiento de uranio por encima del 5%, a neutralizar sus almacenes nucleares que tengan uranio enriquecido casi al 20% y a no incorporar nuevos centrifugadores. "Se trata de limitaciones substanciales que ayudarán a prevenir que Irán pueda construir un arma nuclear", ha asegurado el presidente. Son una serie de obligaciones que Teherán deberá ir adoptando en los próximos seis meses y que estarán sujetos a la supervisión y "una transparencia sin precedentes". A cambio, la comunidad internacional se compromete a no imponer nuevas sanciones a Teherán en ese período de tiempo, aunque mantiene “la arquitectura de las que ya están vigentes”.

Aunque Obama tiene potestad para limitar la dureza de determinadas sanciones, necesita del apoyo del Congreso para impedir que se apruebe un nuevo paquete extremadamente duro de medidas que están pendientes de debate y votación en el Senado y que fueron respaldadas en la Cámara de Representantes a finales de julio. Esta misma semana, el propio Obama se ha implicado personalmente para convencer a los miembros de la cámara Alta de que suspendan la imposición de nuevas sanciones, para no perjudicar las negociaciones de Ginebra.

En su intervención de este sábado, el presidente ha advertido al Congreso de las consecuencias en el caso de que se ratifiquen nuevas penalizaciones. “Ahora no es el momento de aprobar más sanciones, hacer esto supondría hacer fracasar nuestra promesa, en primer lugar, y nos alienaría del resto de nuestros aliados y pondría en riesgo la coalición. La unidad internacional que se ha visto hoy y es esencial para apoyar nuestra determinación de que Irán no fabrique un arma nuclear”. En las últimas semanas

Obama ha sido contundente al advertir de que “si Irán no cumple con su parte del acuerdo se revocará el alivio de las sanciones”. Las potencias negociadoras han acordado suspender el veto a la compra de oro y otros metales preciosos, al sector del automóvil y a las exportaciones petroquímicas, lo que reportará al país unos ingresos de unos 1.500 millones de dólares, según e resumen del acuerdo facilitado por la Casa Blanca. Las sanciones sobre el crudo o el sector financiero y bancario, se mantienen.

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El presidente ha abordado los recelos que Israel ha manifestado hacia este pacto desde que se iniciaron las negociaciones en Ginebra. “Israel tiene razón en ser escéptica”, ha reconocido Obama, quien, de nuevo, ha apelado a la vía diplomática como la más efectiva para impedir que Irán desarrolle armas nucleares, como teme Tel Aviv.

El mandatario estadounidense tampoco ha olvidado el cambio de actitud de su homólogo iraní, Hasan Rohaní, cuya actitud aperturista y sus intenciones de cambio, fueron reconocidas de inmediato por la Administración Obama y puestas de manifiesto con la histórica llamada entre ambos presidentes en septiembre de este año. El deshielo que se fraguó entonces ha ayudado en buena medida a forjar este acuerdo, un primer paso que va a dar “más espacio y tiempo” para más negociaciones, tal y como ha señalado Obama.

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Sobre la firma

Eva Saiz
Redactora jefa en Andalucía. Ha desarrollado su carrera profesional en el diario como responsable de la edición impresa y de contenidos y producción digital. Formó parte de la corresponsalía en Washington y ha estado en las secciones de España y Deportes. Licenciada en Derecho por Universidad Pontificia Comillas ICAI- ICADE y Máster de EL PAÍS.

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