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Hallados 53 cadáveres en 25 fosas de un mismo municipio mexicano

La Fiscalía rescata los cuerpos en el ayuntamiento jalisciense de La Barca, limítrofe con el estado de Michoacán

Paula Chouza
Forenses inspeccionan la zona en que se halló una fosa el pasado 15 de noviembre.
Forenses inspeccionan la zona en que se halló una fosa el pasado 15 de noviembre.EFE

El jalisciense municipio de La Barca, limítrofe con el Estado de Michoacán, se ha convertido en un cementerio clandestino. Desde hace dos semanas, el nombre de este pueblo de alrededor de 60.000 habitantes se ha escrito a diario en la prensa mexicana por un triste motivo: el hallazgo de 25 fosas de las que hasta la fecha, se han recuperado 53 cadáveres.

La Procuraduría General de la República, en colaboración con las fiscalías de Jalisco y Michoacán, lleva a cabo un operativo en la zona para rescatar los cuerpos y trasladarlos a los servicios médicos forenses de la PGR en el Distrito Federal. Allí se les practicarán las pruebas para determinar las causas y el momento de la muerte. En la dependencia ya hay 37. “Hasta el momento no se ha identificado ninguno de ellos”, asegura en entrevista telefónica el director de comunicación de la PGR, José Luis Manjarrez.

Los cadáveres fueron hallados casi por casualidad. Inicialmente, la PGR buscaba a dos agentes de la policía ministerial que habían desaparecido en la zona. Como consecuencia de las investigaciones la fiscalía detuvo hasta a veinte policías municipales del ayuntamiento de Vista Hermosa, en Michoacán. “Los agentes están arraigados, junto con un civil. De sus declaraciones se pudo saber que fueron ellos los que detuvieron a los dos ministeriales y los entregaron en La Barca, supuestamente, a un grupo de personas pertenecientes al cartel Jalisco Nueva Generación”, asegura Manjarrez. Los municipales indicaron que probablemente habían sido asesinados y enterrados muy cerca, por lo que comenzaron con la investigación.

Por su parte, la Procuraduría de Michoacán, aseguró en entrevista con EL PAÍS este martes que hasta el momento ningún vecino del estado ha solicitado pruebas de ADN para tratar de hallar a familiares desaparecidos.

El municipio de La Barca, emplazado a la orilla del río Chienahua y famoso en la región por algunos productos gastronómicos como la crema, el queso o los dulces de tamarindo y leche, está también próximo a una de las zonas más peligrosas del país. En los últimos meses la violencia ha aumentado en el contiguo estado de Michoacán, por la presencia del cartel de Los Caballeros Templarios y los llamados grupos de autodefensa –civiles levantados en armas para combatir por su propia mano al crimen organizado-. Desde el pasado mes de octubre la lucha se ha recrudecido tras el intento de las guardias comunitarias de tomar el municipio de Apatzingán, bastión de los Templarios, y principal ciudad de la región.

A pocos kilómetros de distancia, ya en Jalisco, otro grupo criminal domina el tráfico de droga. Aparecidos en 2007, su misión inicial era “eliminar al grupo de Los Zetas”. El líder de LosTemplarios, en tanto, ha acusado a través de videos publicados en internet que los grupos de autodefensa se encuentran al servicio de estos últimos y a través de ellos habrían conseguido parte de su armamento. Sin embargo, mientras Michoacán libra su batalla, otras zonas de la república replican las muertes. El domingo 17 fueron halladas en el Estado de Sonora, al noroeste mexicano, otras dos fosas con ocho cadáveres y este martes, de madrugada, cinco miembros de una misma familia, entre ellos dos menores de edad, fueron asesinados a balazos en una colonia ubicada en los suburbios de la ciudad de Reynosa, en Tamaulipas.

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Sobre la firma

Paula Chouza
Periodista de Política en EL PAÍS. Participó en el lanzamiento de EL PAÍS América en México. Trabajó en el Ayuntamiento de A Coruña y fue becaria del Congreso de los Diputados, CRTVG o Cadena SER. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, Máster en Marketing Político y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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