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La izquierda hondureña se aferra al fraude pero reconoce que hará oposición

LIBRE reitera su victoria sin presentar pruebas que desmientan el escrutinio del Tribunal Electoral que da seis puntos de ventaja al oficialista Juan Orlando Hernández

Xiomara Castro durante su reaparición este miércoles
Xiomara Castro durante su reaparición este miércolesGustavo Amador (EFE)

Calmar los ánimos y reacomodar posiciones. Ese fue el objetivo de romper el silencio incómodo que había mantenido la izquierda hondureña los últimos días. Xiomara Castro, presidenciable por el partido Libertad y Refundación, se había declarado presidenta electa al cierre de urnas el domingo pese a que minutos más tarde el primer escrutinio del Tribunal la desmintiese. Con el 54% de las actas escrutadas y seis puntos en su contra, su esposo, el expresidente Manuel Zelaya, salió el día después a reiterar la victoria de Castro, ya ausente. Desde entonces, silencio. El escrutinio ha ido subiendo y con el 75% de los votos el candidato oficialista, Juan Orlando Hernández, es virtualmente el próximo presidente y este jueves es el día previsto por el Tribunal para reconocerlo de manera oficial.

Este miércoles, en cambio, el matrimonio Castro-Zelaya apareció en tierra amiga –el programa estelar de un periodista militante en sus filas– para reiterar que van en “primer lugar” y que este viernes “presentarán las pruebas”. Aunque Castro habló de “fraude”, Zelaya matizó que “un fraude es cuando hay errores sistemáticos, si concluyen en muchos errores hablaremos de fraude”. Hasta entonces ha pedido a sus partidarios, que, de manera aislada ya empezaron a manifestarse, tener paciencia: “No vamos a incendiar el país pero si es necesario saldremos a las calles como es nuestro derecho”, señaló Zelaya. Sin embargo, su esposa, Xiomaro Castro ya reconoció que estarán el Congreso como segunda fuerza. “Haremos oposición”, aclaró.

Estas elecciones eran un intento de cicatrizar la herida del golpe de estado. La concurrencia a las urnas del expresidente Zelaya, con un partido de apenas 18 meses de creación y la aparición de otra nueva formación, el Partido Anticorrupción (PAC), encabezado por un conocido showman de la televisión hondureña, sembraron la esperanza de un cambio en la república con el bipartidismo más antiguo de América Latina.

El bipartidismo se ha roto, LIBRE y PAC le arrebatarán la mayoría en el Congreso al Partido Nacional –ya en el Gobierno– y el Partido Liberal, responsable del golpe de estado quedó desplazado a un tercer lugar. Pero para la silla presidencial, el Partido Nacional ya supera a LIBRE por 146 mil votos, de un total de 3 millones de electores.

Las misiones de observación electoral de la Organización de Estados Americanos y de la Unión Europea reconocieron que para las elecciones del domingo hubo una “campaña opaca y desigual”, y que en la jornada se cometieron “incidencias e irregularidades” pero que el proceso había sido “transparente”. De momento, el único candidato que ha impugnado formalmente los comicios ha sido el presidenciable del PAC, Salvador Nasralla.

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