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Latinoamérica rebaja su crecimiento al 2,6% en 2013

La menor demanda externa, la volatilidad financiera y el bajón del consumo interno son, según la CEPAL, la razón de la caída

Alejandro Rebossio
Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL.
Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL.c. v. (efe)

La economía de América Latina sigue desacelerando su crecimiento. Atrás han quedado los tiempos de expansión rápida del PIB de la década pasada, aunque sigue manteniendo un ritmo que generaría envidia en Europa. En 2013, la región crecerá el 2,6%, según el cálculo que este miércoles difundió la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Después de una rápida recuperación en 2010, tras la crisis mundial de los dos años anteriores, la economía latinoamericana se había expandido al 4,3% en 2011 y al 3,1% en 2012. Para 2014, el organismo de la ONU, con sede en Santiago de Chile, prevé una mejora del 3,2%.

Tres factores explican la ralentización de América Latina, y sobre todo de las dos principales economías de la región, las de Brasil y México, según la CEPAL. La primera razón es el menor dinamismo de la demanda externa, es decir, de EE UU, la Unión Europea y China. La segunda es la mayor volatilidad financiera internacional. Capitales especulativos se han marchado de Latinoamérica este año hacia EE UU por la perspectiva de que la superpotencia comience a abandonar sus medidas de estímulo económico. La secretaria ejecutiva de la CEPAL, la mexicana Alicia Bárcena, recordó este miércoles en rueda de prensa que este martes el Congreso de EE UU llegó a un principio de acuerdo presupuestario en el que se menciona que en el primer trimestre de 2014 se materializaría la temida retirada de estímulos monetarios de ese país, que, al subir los rendimientos de los activos financieros allí, alejaría inversiones y encarecería financiamiento de los mercados emergentes, como los latinoamericanos. El tercer factor de la desaceleración de América Latina obedece a una caída del consumo interno.

La salida de capitales de la región ha derivado en depreciaciones de las monedas, pero Bárcena consideró que estas devaluaciones, que abaratan productos y servicios latinoamericanos en términos internacionales, pueden contribuir a la necesaria diversificación productiva en un subcontinente demasiado atado a la evolución de las materias primas. La líder de la CEPAL también recomendó que los países adopten políticas industriales, de integración regional y de apoyo a las pymes para alcanzar ese objetivo.

La CEPAL preveía a mediados de 2013 que la economía iba a crecer en el año un 3%, pero debió recortar los cálculos. Para 2014 se espera una expansión mayor porque un entorno externo moderadamente más favorable contribuiría a aumentar la demanda externa. Además, el consumo privado continuaría expandiéndose, aunque a tasas inferiores que en períodos anteriores, mientras se mantiene el desafío de aumentar la inversión en la región, según el organismo de la ONU. Entre las amenazas que América Latina deberá enfrentar se encuentran una persistente volatilidad en la economía global y un mayor costo del financiamiento externo, así como un menor aporte del consumo al crecimiento del PIB y un deterioro de las cuentas externas si continúan cayendo los aún altos precios de las materias primas.

En 2013, Brasil creció el 2,4%, según la CEPAL. Los cálculos para las otras principales economías de la región son los siguientes: México, el 1,3%; Argentina, el 4,5%, aunque hay que considerar el organismo predice la que será la cifra oficial de expansión, cuya credibilidad ha sido cuestionada tanto por el Fondo Monetario Internacional (FMI) como por técnicos del Instituto Nacional de Estadística y consultoras, que hablan de un 3,4%; Colombia, el 4%; Venezuela, el 1,2%; Chile, el 4,2% y Perú, el 5,2%.

Entre los países con más expansión de la región figuran Paraguay (13%), que se benefició de la comparación con el año anterior en el que una sequía había contraído el PIB el 1,2%; Panamá (7,5%), por las obras de ampliación del canal; y Bolivia (6,4%), por la exportación de gas. El resto de los países han crecido en menores proporciones, según la CEPAL: Costa Rica (3,2%), Cuba (3%), Ecuador (3,8%), El Salvador (1,7%), Guatemala (3,4%), Honduras (2,6%), Nicaragua (4,6%), República Dominicana (3%) y Uruguay (4,5%).

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En 2013, el consumo redujo su contribución al crecimiento regional por una desaceleración del aumento de la masa salarial y del crédito. El aporte levemente mayor de la inversión y el menor impacto negativo de las exportaciones a partir de la segunda mitad de año no pudieron compensar el menor dinamismo del consumo. El paro se mantuvo prácticamente estable, al pasar de 6,4% en 2012 a 6,3% en 2013, una caída que no respondió a la creación de empleo sino a que menos personas están saliendo a buscar trabajo, según el organismo que tradicionalmente se ha identificado con un pensamiento económico heterodoxo. La inflación se mantuvo en niveles menores a 5% en la mayor parte de países de la región, pero las excepciones han sido Argentina (25%) y Venezuela (50%).

La continuidad de la caída en el precio de los productos básicos incidió en que el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos pasara de 1,8% en 2012 a 2,5% del PIB en 2013, principalmente como resultado de un aumento mayor de las importaciones frente a las exportaciones de bienes. Ante un panorama de menor inflación, de desaceleración del crecimiento económico y de inestabilidad financiera, numerosos países aplicaron políticas moderadamente contracíclicas dirigidas a sostener la demanda interna y a enfrentar la volatilidad financiera internacional. Algunos redujeron sus tipos de interés de referencia, con la excepción de Brasil, y otros favorecieron un crecimiento estable del dinero total en circulación dentro de la economía. Además la inestabilidad financiera favoreció una menor acumulación de reservas internacionales y algunos países implementaron medidas "macroprudenciales" para evitar mayores fluctuaciones cambiarias, según la CEPAL.

El desafío principal para los gobiernos de América Latina radica en fomentar pactos sociales para la inversión que estimulen la productividad e impulsen un crecimiento con igualdad, según la CEPAL. Estos pactos sociales deben tener un marco institucional que entregue certeza y reglas claras, políticas de corto plazo que otorguen estabilidad nominal y real, y políticas de largo plazo que incentiven una inversión más diversificada en los sectores transables (exportables), explicó el organismo.

Para 2014, el organismo de Naciones Unidas prevé que Brasil crezca un moderado 2,6% y México, un 3,6%. Argentina lo haría al 2,6%, Colombia al 4,5%, Venezuela al 1%, Chile al 4% y Perú al 5,5%.

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