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Paraguay se desdice y aprueba el ingreso de Venezuela a Mercosur

La decisión del Parlamento paraguayo normaliza las relaciones de su país en el bloque de comercio sudamericano

Alejandro Rebossio
La Cámara de Diputados de Paraguay, este miércoles.
La Cámara de Diputados de Paraguay, este miércoles. REUTERS

Con siete años de demora, el Parlamento paraguayo aprobó este miércoles la adhesión de Venezuela a Mercosur. Un año después de que el Senado de Asunción la rechazara, la semana pasada la aceptó y ahora es la Cámara de Diputados la que la ratifica. De este modo, se normalizan las relaciones dentro del bloque sudamericano, dado que hasta ahora Venezuela había ingresado con el apoyo solo de Argentina, Brasil y Uruguay.

La historia es así. En 2006, los entonces jefes de Estado de los cuatro países fundadores de Mercosur en 1991, el argentino Néstor Kirchner, el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el paraguayo Nicanor Duarte (del conservador y hegemónico Partido Colorado) y el uruguayo Tabaré Vázquez, acordaron el ingreso de la Venezuela de Hugo Chávez al mayor bloque latinoamericano, superior a la posterior Alianza del Pacífico (México, Colombia, Chile y Perú) en población y PIB. A partir de entonces los parlamentos argentino, brasileño y uruguayo cumplieron con el trámite necesario de ratificación de la decisión presidencial, pero no el paraguayo. En sus cuatro años como presidente de Paraguay (2008-2012), el exobispo socialista Fernando Lugo se encontró con la resistencia del Senado para aprobar el ingreso porque los colorados, que dominaban la cámara, criticaban supuestas fallas democráticas de la Venezuela chavista.

Cuando en junio de 2012 colorados y liberales, antiguos aliados de Lugo, se pusieron de acuerdo para destituir en un juicio sumarísimo al entonces presidente por supuesto mal desempeño de sus funciones, los otros tres países miembros de Mercosur consideraron que Paraguay había violado la cláusula democrática del bloque y suspendieron sus derechos políticos, aunque no económicos. Es decir, dejó de participar de las reuniones y, por tanto, de las decisiones. Además, los presidentes de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, de Brasil, Dilma Rousseff, y de Uruguay, José Mujica, aprovecharon la ausencia paraguaya para formalizar el ingreso de Venezuela a Mercosur. Entonces el Senado de Asunción rechazó la suspensión de su país en la unión aduanera y la decisión de sus socios de incorporar al país entonces gobernado por Chávez. La Cámara de Diputados paraguaya, a su vez, declaró persona non grata al entonces ministro de Relaciones Exteriores y actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, al que acusaba de haber viajado a Asunción en pleno juicio político a Lugo para supuestamente arengar a la cúpula militar de Paraguay para defender al jefe de Estado finalmente depuesto.

En un principio, las dilatadas negociaciones por un acuerdo de asociación entre Mercosur y la Unión Europea, que comenzaron en 1999, quedaron paralizadas otra vez por el conflicto con Paraguay. Sin embargo, este año se han reanudado y, a pesar de la ausencia paraguaya en las conversaciones, está previsto que a principios de 2014 se intercambien propuestas de liberalización comercial. La aprobación del Parlamento paraguayo al ingreso de Venezuela permitirá que los diplomáticos de Asunción también participen de las negociaciones y no quedaran solo representados por sus pares argentinos, brasileños, uruguayos y venezolanos.

El camino de regreso de Paraguay a Mercosur comenzó cuando en abril pasado se votó presidente. Entonces ganó el colorado Horacio Cartes. Antes de asumir la jefatura de Estado, le escribió a Fernández, Rousseff y Mujica que "el mero transcurso del tiempo o decisiones políticas posteriores no restablecen, por sí, el imperio del derecho" en el bloque. En agosto asumió el cargo y automáticamente Mercosur le levantó las sanciones políticas a Paraguay. Sin embargo, Cartes se negó en un principio a participar de las reuniones del bloque. Decía que Mercosur debía ofrecerle una solución jurídica que mantuviera la "soberanía" y la "dignidad" de su país.

Con el correr del tiempo, el Gobierno de Cartes cambió de idea. En octubre pasado reestableció relaciones diplomáticas con el de Maduro y hace dos semanas después dio su aprobación al protocolo de adhesión del país caribeño al bloque. La semana pasada el Senado aprobó el ingreso y este miércoles lo hizo la Cámara de Diputados, con 48 votos a favor, la mayoría colorada pero también con el apoyo del Frente Guasú (Grande) de Lugo, contra un voto contrario, el de una independiente, y con 31 legisladores, sobre todo del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), que se retiraron del hemiciclo en rechazo al cambio de postura de Cartes.

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"Podemos permanecer en el limbo, estar (en Mercosur) pero no estar”, dijo en la sesión el diputado colorado José María Ibáñez. “Hemos sido suspendidos de manera ilegal, injusta e ilegítimamente. La causa paraguaya ha ganado espacio y prestigio en todo el mundo. Hoy estamos en un nuevo escenario, nueva coyuntura y situación. Cualquier proceso de integración regional tiene una tendencia inexorable que no se puede evitar", opinó Ibáñez, que reconoció que la unión aduanera supuso experiencias “formidables” para su país así como “frustraciones”, pero le sirve para atraer inversiones. "Paraguay le va a dar el sello de legalidad a Mercosur, aprobando por fin la entrada de Venezuela a Mercosur, que no está funcionando con plenitud y por eso no ha podido avanzar en las negociaciones con la Unión Europea", conjeturó Ibáñez. Su par liberal Amado Florentín dijo que Paraguay “queda sin resarcimiento, cede y retrocede en su dignidad” por la ratificación del ingreso venezolano. La única que votó en contra, Olga Ferreira, preguntó dónde estaban las disculpas de Maduro y dijo que Cartes se puso de rodillas. El senador Hugo Richer, del Frente Guasú, opinó ante la agencia EFE que la aprobación del Congreso fue una "mera formalidad porque Venezuela” estaba “ya dentro de Mercosur".

Los diputados también revocaron este miércoles la declaración de persona non grata contra Maduro, una condena que no había votado el Senado, por lo que que tampoco debía retractarse de ella. De este modo, se normalizan definitivamente las relaciones de Paraguay con Venezuela y Mercosur. Cartes viajará el próximo 17 de enero a Caracas para participar de la cumbre del bloque. Además, sus negociadores se integrarán al diálogo con la UE, que la semana pasada retrasó de forma unilateral y por un mes, hasta enero, la fecha prevista para el intercambio de ofertas. "Si queremos participar (del acuerdo con la UE), teníamos que tomar esta decisión (la ratificación parlamentaria)", opinó el ministro de Relaciones Exteriores paraguayo, Eladio Loizaga.

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