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Las “siembras” y “macetas” de las maras en El Salvador

Un cementerio clandestino de pandilleros ha sido recientemente descubierto y se han logrado desenterrar 28 cadáveres

En El Salvador, la violencia es capaz de cambiar hasta el significado de conceptos históricamente relacionados con las culturas originarias de estos territorios, como es el caso de la “siembra”, que para los mayas era llevar vida a la tierra, llevar la semilla del maíz para convertirla luego en el alimento básico de la civilización maya. Hoy resulta que “siembra” es sinónimo de terror: cementerios clandestinos de los pandilleros, uno de los cuales ha sido recientemente descubierto y del cual se han logrado desenterrar hasta este miércoles 28 cadáveres, pero aún falta por excavar, según confirmaciones hechas por el ministro de Seguridad, Ricardo Perdomo.

A lo largo del año en curso se localizaron cadáveres enterrados en pequeñas tumbas o en pozos ciegos, pero las cantidades no superaban los tres o cuatro cuerpos. Hoy el ministro Perdomo aseguró que según las informaciones obtenidas de pandilleros que han servido de testigos, hay en esta “siembra”, ubicada en la Finca Limón, del municipio de Colón, departamento de La Libertad, unas 44 personas “sembradas” o “macetas”, en el argot marero.

Perdomo ha dicho que investigar este caso es prioridad, debido a las denuncias que existen constantemente de desaparecidos, es especial jóvenes que salen de sus casas por cualquier motivo y nunca regresan.

En febrero de 2012 las principales pandillas de El Salvador, la “Mara Salvatrucha” y “Barrio 18”, suscribieron un pacto de paz entre ellas y establecieron una tregua para no continuar matándose entre ellos ni asesinar a terceros. Sin embargo, públicamente hubo muchas críticas a las autoridades dado que el número de desaparecidos iba en incremento, mientras que se notaba una reducción en los homicidios, de 14 a 5 ó 6 diarios, después de la tregua.

En lo que va de año se contabilizan 1.000 desaparecidos, mientras que en 2012 hubo 545. El director del Instituto de Medicina Legal, Miguel Fortín, un fuerte crítico a la tregua entre las maras, aseveró: “El hallazgo valida lo que nosotros siempre dijimos, hemos sido críticos de una tregua mal diseñada por personas que nunca cambiaron de actitud y lo único que hicieron fue ocultar. Ellos (los pandilleros) le llaman sembrar a sus víctimas”.

"Durante este último año, definitivamente las acciones criminales tendentes a la comisión de delitos de homicidios no se han detenido y lo que ha sucedido es que simplemente los pandilleros ocultan los cadáveres de sus víctimas", explicó por su parte, el jefe de la unidad de crimen organizado de la Fiscalía General de la República (FGR), Rodolfo Delgado, quien agregó que "en realidad no ha existido ningún tipo de tregua, los salvadoreños siguen falleciendo y sus cadáveres se están ocultando".

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El criminalista salvadoreño Carlos Ponce, expresa en un análisis que “como lo he mencionado en varias ocasiones, la historia demuestra que los oscuros detalles de este tipo de estrategias (la tregua entre las maras) y las personas involucradas, se terminan conociendo con el tiempo. Hallazgos como este (cementerio clandestino) irán develando la realidad detrás de la tregua".

“No obstante, esto no es como la varicela, que sólo se sufre una vez. Aunque el país se recupere de esto, no significa que estará por siempre inmune a que el gobierno pacte con estructuras criminales. Mientras existan organizaciones criminales tan poderosas e influyentes como las que operan en El Salvador, siempre se correrá el riesgo que éstas logren seducir a los políticos, especialmente en coyunturas electorales como la actual”, apuntó finalmente Ponce.

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