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La incursión de un grupo armado a una cárcel mexicana deja diez muertos

Cinco agresores y cuatro prisioneros fueron abatidos por guardias de seguridad del penal

Luis Pablo Beauregard
El centro penitenciario asaltado en México.
El centro penitenciario asaltado en México.J. L. DE LA CRUZ (EFE)

El año 2014 comenzó recordando que el Estado mexicano es endeble en algunas partes de su territorio. El desafío más reciente sucedió esta madrugada cuando un comando armado de seis hombres entró a una prisión en Iguala, en el estado de Guerrero (al oeste del país). La incursión fue respondida por los guardias de seguridad. El enfrentamiento dejó nueve personas muertas: cinco de ellos pertenecían al grupo armado y otros cuatro eran reclusos, según confirmó la mañana de este viernes la fiscalía del estado de Guerrero. Un guardia herido en la refriega falleció este sábado en un hospital debido a las heridas.

Elementos del ejército mexicano vigilaron hasta el medio día de este viernes las inmediaciones para asegurar el control del Centro de Reinserción Social de Tuxpan. Ningún funcionario de la fiscalía ha señalado cuáles fueron las causas de la incursión armada. Se ha dado a conocer, sin embargo, que las autoridades encontraron una camioneta pick-up que fue reportada como robada y que se presume fue utilizada por los agresores para trasladarse hasta la prisión.

Un comunicado emitido por el Gobierno de Guerrero señala que el comando armado se hizo pasar por servidores públicos y que estaban allí para internar a un detenido. Ya dentro del penal el grupo armado “inició un enfrentamiento” contra los internos. Los custodios, desde una torre de seguridad, abatieron a cuatro reos y cinco asaltantes. El miembro restante del grupo armado se encuentra ingresado en un hospital por lesiones de arma de fuego. No se sabe el calibre de las armas usadas y el papel que jugaron los cuatro prisioneros abatidos.

El documento del Gobierno estatal señala que la Fiscalía continuará las investigaciones “hasta esclarecer los hechos, sin omitir considerar el involucramiento de servidores públicos”.

La noche del viernes un grupo de personas prendieron fuego a la carroza fúnebre que transportaba el cuerpo de Ismael Ocampo Álvarez, uno de los prisioneros fallecidos en la incursión armada. El diario 'Reforma' señala que Ocampo "controlaba" el centro penitenciario. 

Guerrero es uno de los Estados más violentos del país. Cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública lo ubican en el tercer lugar con 2.302 homicidios ocurridos en 2013. Le anteceden Estado de México (3.547 asesinatos) y Michoacán (2.368). Desde hace un año se mezcla en le Estado un cóctel de explosivos ingredientes: presencia de grupos de narcotraficantes, el surgimiento de agrupaciones de civiles armados denominados como autodefensas. Además, la zona es históricamente cuna de movimientos guerrilleros. La fórmula se completa con un gobierno local que se ha visto desafiado en varias regiones del estado. El año pinta difícil para despejar la ecuación.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.

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