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Un exsoldado de las SS es acusado de participar en una matanza nazi en Francia

La Fiscalía de Dortmund encausa a un alemán de 88 años por la masacre en un pueblo en 1944

La Fiscalía de Dortmund ha encausado a un hombre de 88 años por su presunta participación en una de las peores matanzas perpetradas por los nazis durante la II Guerra Mundial. El jubilado, un oriundo de Colonia de quien solo ha trascendido el nombre Werner C., militaba en el Cuarto regimiento blindado de la Waffen-SS —conocido como Der Führer en referencia a Adolf Hitler—, a su vez perteneciente a la infame división Das Reich. El 10 de junio de 1944, estos soldados del brazo militar de la temida SS masacraron a 624 civiles indefensos en el pueblo francés de Oradour-sur-Glane. Los fiscales de Dortmund acusan al octogenario de haber participado directamente en 25 de aquellos asesinatos y de haber colaborado en varios cientos más. Tenía entonces 19 años.

Según los fiscales, Werner C. participó en el ametrallamiento de 25 hombres en una bodega, antes de que otros soldados ejecutaran a los supervivientes con armas cortas y prendiendo fuego a un granero donde los habían encerrado. El acusado fue, acto seguido, a la iglesia de la aldea, donde se refugiaban cientos de mujeres y niños. Soldados de la Tercera compañía mataron a cientos de ellos con explosivos, armas automáticas y granadas de mano, antes de prender fuego al edificio. Los investigadores creen que Werner C. “o bien vigiló las inmediaciones de la iglesia” al acecho de fugitivos “o bien colaboró transportando combustible”. Murieron allí 254 mujeres y 207 niños.

Según dijo el miércoles el fiscal de Dortmund Andreas Brendel, el acusado reconoce que estuvo en el tristemente célebre pueblo francés. Niega, no obstante, cualquier participación en los hechos criminales. Según ha explicado Brendel a la televisión regional WDR, la fiscalía está investigando a otros cinco ciudadanos alemanes y a un austriaco por su presunta implicación en la misma matanza.

Aquél día de verano de hace 70 años, los alemanes dejaron el cuartel para represaliar a la población civil por el secuestro de uno de sus oficiales por parte de la Resistencia. Tras ejecutar a varios civiles en algunas localidades próximas, los soldados rodearon Oradour y obligaron a sus habitantes a concentrarse en la plaza del mercado. Allí los segregaron por sexos. A los hombres se los llevaron a cuatro graneros distintos, donde los matarían. Cientos de mujeres y niños se refugiaron en la iglesia. Los nazis asesinaron a casi todos.

El pasado septiembre, el presidente federal Joachim Gauck visitó junto su homólogo francés François Hollande las ruinas de la aldea masacrada por los alemanes.

El miércoles, un tribunal de Hagen dejó por su parte en libertad a otro veterano de la SS, un holandés llamado Siert Bruins. La juez de Hagen no vio suficientemente probada su implicación en la ejecución sumaria del neerlandés Aldert Klaas Dijkema, militante en la Resistencia antinazi. La Fiscalía pedía cadena perpetua contra Bruins, que ha tenido que responder ante la justicia en varias ocasiones e incluso fue condenado a muerte por un tribunal de su país en 1949. No obstante, vivió tranquilamente en un pueblo alemán de la cuenca del Ruhr, porque Alemania no extradita a sus ciudadanos y Bruins tiene pasaporte alemán gracias a su militancia en la SS. El célebre cazador de nazis Simon Wiesenthal le localizó en 1978 y fue procesado de nuevo, esta vez en Alemania. Pasó cinco años en la cárcel por su colaboración en otros asesinatos.

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