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Europa reprende a los embajadores israelíes por la ampliación de colonias

Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y España expresan su preocupación por el “impacto perjudicial” que pueden tener “en el clima de diálogo productivo” con los palestinos

Soldados israelíes dispersan a los vecinos palestinos de una zona de asentamientos israelíes en Cisjordania, el martes.
Soldados israelíes dispersan a los vecinos palestinos de una zona de asentamientos israelíes en Cisjordania, el martes.Nasser Ishtayeh (AP)

Los Ministerios de Exteriores de los cinco mayores países de la Unión Europea –Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y España- han convocado a los respectivos embajadores de Israel en sus territorios para amonestarlos por la ampliación de colonias ilegales en Cisjordania y Jerusalén Este, suelo ocupado palestino según las resoluciones de Naciones Unidas. Según confirman fuentes de la oficina de la UE en Tel Aviv, varias de las entrevistas se han llevado a cabo este jueves y otras están ya cerradas para próximos días. En el caso de Berlín, la queja se reafirmará personalmente esta semana, con la visita oficial de su ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, a Israel.

Las reuniones tratan de transmitir al Ejecutivo del primer ministro, Benjamín Netanyahu, la “profunda preocupación” que existe ante el crecimiento de estas villas y barrios, en los que se calcula que viven cerca de 600.000 personas, por el “impacto perjudicial” que pueden tener “en el clima que conduce a un diálogo productivo” con los palestinos, justo cuando hace seis meses que se retomó el proceso de paz, que llevaba tres años paralizado. “Decisiones así pueden socavar los intentos de acabar con el conflicto, en un momento en el que creemos que el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, ha creado una situación oportuna para ello”, argumentan las mismas fuentes.

La reprimenda a Israel se produce después de que el viernes pasado el Gobierno anunciase la construcción de 1.400 viviendas más en asentamientos cisjordanos y jerosolimitanos, un golpe de efecto que siempre acompaña la liberación de presos palestinos (ya se ha excarcelado a 78 de 104 prometidos, en tres tandas de 26, en agosto, octubre y este mismo mes), una manera de calmar a los socios del gabinete más a la derecha, contrarios a sacar de la cárcel a presos con delitos de sangre. Esta vez, el visto bueno se pospuso unos días para no hacerlo coincidir con la última visita a la zona, la décima en un año, de John Kerry.

Netanyahu, al conocer la convocatoria de sus embajadores, replicó en un encuentro con la prensa internacional en Jerusalén que Bruselas “debe poner fin a su hipocresía en lo referente a la condena a los asentamientos”. “¿Cuándo llamó la UE a los embajadores palestinos para quejarse de la incitación que pide la destrucción de Israel?”, ha lamentado. Es la estrategia del primer ministro en las últimas semanas: acusar a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de incitar al odio contra su país, un mensaje que tampoco ha gustado a determinados diplomáticos comunitarios.

Algunos ministros israelíes, como la mediadora con Palestina y titular de Justicia, Tzipi Livni, y el responsable de Finanzas, Yair Lapid, han reflejado recientemente su malestar por la ampliación de colonias porque entienden que hará que Israel pierda aliados y aumentará su aislamiento internacional.

Precisamente esta mañana, la radio del Ejército israelí informaba de la nueva intención de Netanyahu de elevar sus exigencias en cuanto al reparto de tierra ante una hipotética solución de dos Estados. Ha mostrado su deseo de mantener el control sobre un 13% del suelo de la actual Cisjordania, con colonias de las que no se quiere deshacer, como ya le ha indicado a Estados Unidos. El Ejecutivo siempre había mantenido su petición de que Gush Etzion, Ariel y Maale Adumim siguieran siendo parte de Israel, y ahora añade el asentamiento de Beit El, que se encuentra muy próximo a Ramala, hoy capital administrativa palestina.

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Naciones Unidas ha informado esta semana, además, de que los ataques de colonos contra intereses palestinos se han multiplicado por cuatro en los ocho últimos años. Desde 2006 se han contabilizado 2.100 y sólo en 2013 se registraron 399.

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