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Margallo: "La guerra civil española puede aportar luz sobre el drama sirio"

España participa junto a otros 38 países en la cumbre de paz de Ginebra II

Jose Manuel García Margallo en las instalaciones de la conferencia de paz de Ginebra II.
Jose Manuel García Margallo en las instalaciones de la conferencia de paz de Ginebra II.FABRICE COFFRINI (AFP)

El gobierno de Mariano Rajoy tiene algunas lecciones del pasado español que cree que pueden aplicarse en la cruenta guerra Siria. Sobre todo las aprendidas de la guerra civil. “Nuestra guerra fue en primer lugar una guerra civil que tuvo un alto coste en vidas y en dolor y destrucción”, ha dicho el ministro español de Exteriores, José Manuel García Margallo, en la conferencia de paz de Ginebra II, que ha comenzado hoy en la localidad suiza de Montreux. “Cada bando pensaba, como ahora en Siria, que su visión del país debía imponerse a la fuerza. Pero nuestra guerra fue al mismo tiempo una guerra internacional, en la que quienes se se enfrentarían luego en la Segunda Guerra Mundial comenzaban ya a medir sus fuerzas”.

Tras tres años de revuelta, en Siria hay ya más de 130.000 muertos y nueve millones de desplazados. El régimen de Bachar el Asad ha sido acusado de excesos como ejecuciones sumarias, tortura y uso de armas químicas. Entre los rangos de la oposición se han infiltrado milicias yihadistas, muchas con combatientes extranjeros llegados de lugares tan distantes como Chechenia o Yemen. En ese contexto, Margallo ha pedido a los asistentes a la conferencia de paz que contemplen los principios de la transición española a la democracia. “El primer acierto de la transición española fue optar por restablecer las libertades, antes de llamar a los españoles a las urnas. en otras palabras, primer fue la libertad y después fue la democracia”.

El gobierno ha organizado tres reuniones de la oposición siria en España. En una reciente cumbre de donantes anunció que cederá 5,5 millones de euros en los primeros seis meses de 2014 en concepto de ayuda humanitaria a la población siria. Naciones Unidas ha pedido 4.700 millones para ayudar a aquellos sirios que se encuentran en situación de extrema necesidad. Al menos 2,4 millones de sirios  viven en el extranjero, muchos en campos de refugiados en Jordania y Líbano.

El enviado por El Asad a la cumbre, el ministro de Exteriores Wallid al Muallem, ha acusado en su comparecencia a los opositores con los que dialoga de “traidores” y agentes “a sueldo de los enemigos de Siria”, mostrando poco ánimo para el diálogo. Preguntado sobre si la participación del régimen en esta cumbre supone en cierto modo su rehabilitación, el ministro Margallo ha respondido que “en una guerra civil por definición hay dos bandos enfrentados, dos bandos que intentan imponer su vision del país y llegan incluso a una guerra armada, que es lo que pasa en Siria. Cualquier solución a través del dialogo exige que las dos partes se sienten a dialogar, uno por definición dialoga con sus adversarios”.

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