Al menos 11 muertos en el atentado contra un cine ‘porno’ en Pakistán
El ataque se realizó con granadas de mano, según un testigo. Las salas de exhibición son objetivo frecuente de los fundamentalistas.
Un atentado en un cine porno en la ciudad paquistaní de Pershawar ha costado la vida hoy al menos a 11 personas y otras 16 han resultados heridas, según anunciaron las autoridades. Dos granadas explosionaron en la sala, llamada Shama y conocida por exhibir películas pornográficas, informó la policía local, según France Presse
No es el primer ataque que sufre esta sala de cine del noroeste de Pakistán. Desde hace 30 años exhibe películas pornográficas occidentales y paquistaníes y ya en 2012 sufrió un incendio cuando se celebraban manifestaciones contra una película americana considerada hostil para los musulmanes, La inocencia de los musulmanes.
Los artefactos estallaron poco antes de las 16.00 hora local (12.00, en la hora peninsular española), tras el inicio de la sesión de tarde en el cine, ubicado en un bazar de la zona de Bachá Khan, según un agente de Policía de la comisaría más cercana al lugar, informa Efe.
Según las fuerzas de seguridad, en el momento del atentado había en la sala unas 60 personas.Un testigo del ataque declaró a la cadena local Dunya que el ataque fue perpetrado con granadas de mano, pero fuentes policiales consultadas por Efe poco después de las explosiones no confirmaron ese dato.
El atentado de hoy llega una semana después de otro similar en un cine de la misma localidad y en el que murieron cuatro personas y decenas resultaron heridas después de la explosión de varias granadas de mano lanzadas por uno de los presentes en la platea.
Los cines son objetivo relativamente habitual de grupos islamistas radicales que denuncian el contenido antiislámico de muchas cintas exhibidas. Los talibanes han negado cualquier responsabilidad en el ataque de hoy, informa Reuters.
En 2009, seis personas murieron en una explosión a la entrada de un cine de la misma localidad del noroeste del país. Pesháwar es capital de la convulsa provincia de Khyber Pakhtunkhwa, fronteriza con Afganistán y refugio de células talibanes, grupos yihadistas y organizaciones mafiosas que operan a ambos lados de la línea divisoria con el país vecino.
La ciudad es escenario de buena parte de los actos violentos que se registran en el país asiático y es considerada uno de los núcleos de la actividad armada en Pakistán.Según un reciente informe del Instituto Paquistaní para Estudios de Paz (PIPS), el año pasado hubo en el país asiático más de 1.700 atentados terroristas, un 61 % de los cuales fueron perpetrados por el principal grupo talibán del país, el TTP, y sus aliados.
El TTP abrió la semana pasada un proceso formal de diálogo con el Gobierno, pero la actividad del grupo no se ha detenido de momento.
