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Crisis en el Gobierno de Italia

Renzi prepara el relevo en Italia

El líder del centroizquierda, de 39 años, confía en que el presidente Napolitano le encargue este sábado formar gobierno tras forzar la dimisión de su correligionario Enrico Letta El exprimer ministro agradece en Twitter "todos los apoyos" y explica que vivió cada diá como jefe del Ejecutivo como si fuera el útlimo"

El líder del centroizquierda, Matteo Renzi, este viernes en una ceremonia en el Palazzo Vecchio en Florencia, Italia.
El líder del centroizquierda, Matteo Renzi, este viernes en una ceremonia en el Palazzo Vecchio en Florencia, Italia.M. D. (EFE)

En el último libro de Roberto Saviano, que ya se ha publicado en Italia y a punto está de salir en España, un capo de la mafia calabresa explica en Nueva York a unos narcotraficantes latinos: “Si queréis el poder tenéis que saber que algún día lo pagaréis. Si alguna vez habéis pensado que podéis ostentar el poder y luego salir libres, estáis equivocados”. Italia ha enterrado 68 gobiernos en los últimos 70 años, algunos de ellos formados por hasta cinco partidos políticos. El ansia de poder y la falta de escrúpulos para aniquilar al contrario, aunque sea de la misma familia, tienen ya un nuevo nombre en la nómina: Enrico Letta, un socialdemócrata de 47 años que se movía como pez en el agua en los escenarios internacionales, pero que terminó ahogado por la ambición desaforada de Matteo Renzi, el nuevo líder de su propio partido.

La banalización de lo extraordinario —el alcalde de Florencia será el tercer primer ministro en dos años sin el respaldo de las urnas— influyó en que el relevo se produjera de forma rápida y callada. El presidente de la República, Giorgio Napolitano, aceptó el viernes la renuncia de Letta y durante este sábado recibirá a los líderes de los distintos partidos —incluido el condenado Silvio Berlusconi— antes de encargar a Matteo Renzi la formación de un nuevo Gobierno

Quiso la casualidad que a la hora en que Letta enfiló el camino del palacio del Quirinal para presentar la dimisión —solo, conduciendo el monovolumen familiar, como cuando hace 10 meses fue a recoger el encargo de dirigir el Gobierno—, la radio estaba anunciando que la economía empezaba a emitir las primeras, aunque tímidas, señales positivas. El PIB trimestral subía por primera vez desde hace tres años, pero él ya no podía presumirlo. Letta decidió marcharse a su estilo sin estridencias —tan distinto al de su sucesor—, en un sencillo mensaje de agradecimiento a través de Twitter —“gracias a todos aquellos que me han ayudado”— junto al lema que acuñó en sus casi 300 jornadas de trabajo: “Cada día como si fuese el último”.

La caída de Letta —al contrario de lo que sucediera en las de Berlusconi en noviembre de 2011 y de Monti en abril de 2013— no fue saludada con alegría. Cuando Napolitano forzó la dimisión de Il Cavaliere, hubo muchos que celebraron el final de una época —luego se vio que aún le quedaban un par de coletazos—. Y cuando le llegó el turno a Monti también algunos se ilusionaron con que el tiempo de los ajustes duros ya estaba próximo a su fin —también luego se vio que aún quedaban por pasar muchas penurias—. Pero la marcha de Letta y la forma en que se ha producido arrojan un desasosiego, un no tenemos arreglo, un no se merecía esto. No fueron pocos los que afearon a Renzi la manera tan descortés con que trató a su compañero Letta. En noviembre de 2012, cuando Pier Luigi Bersani le ganó las primarias del Partido Democrático, Matteo Renzi demostró que sabía perder. Ahora aún está pendiente de demostrar que sabe ganar.

El rito del relevo al frente del Gobierno se inició con la llamada de Napolitano a los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado. Durante el día de hoy, el presidente de la República evacuará consultas con los líderes de los distintos grupos políticos. Será rápido por cuanto la Liga Norte y el Movimiento 5 Estrellas (M5S) de Beppe Grillo anunciaron que no acudirán. Sí recibirá a Silvio Berlusconi en su calidad de líder de Forza Italia a pesar de fue expulsado del Senado —a raíz de su condena en firme por fraude fiscal en el caso Mediaset— y a la espera de ser inhabilitado.

El viejo político reapareció ayer después de haber contemplado en la intimidad como se acuchillaban sus adversarios políticos. En un mitin en Cerdeña, Berlusconi le echó flores a Renzi —“siento estima porque es una persona inteligente y además no es de la escuela comunista”—, para pitorrearse después del primer ministro malogrado: “El Gobierno de Letta parecía eterno, hasta que su partido ha decidido quitarle la confianza. Y todo esto por el alcalde de una ciudad pequeña que sí, es bonita, pero que no llega al medio millón de habitantes”. No desaprovechó la ocasión para presumir de algo que duele a los simpatizantes del centroizquierda —los dirigentes ya se ve que tienen el caparazón más duro—: “Soy el último primer ministro que ha sido elegido por el pueblo italiano”.

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Mientras, el espectáculo de la política continúa. Y uno de los que levanta más pasiones es el de la lotería para averiguar qué políticos tienen más posibilidad de convertirse en ministros, y también qué ministros del Gobierno anterior tienen todas las papeletas para dejar el cargo. Entre estos últimos, el que ya está haciendo las maletas es el titular de Economía, Fabrizio Saccomani, que ha sido blanco frecuente de las críticas de Renzi. En su lugar parece bien colocada Lucrezia Reichlin, al parecer propuesta por Mario Draghi, el presidente italiano del Banco Central Europeo (BCE). Entre los que se quedan está, lógicamente, Angelino Alfano, el hasta ahora vicepresidente del Gobierno de Enrico Letta. Matteo Renzi no tiene más remedio que seguir conservando el apoyo del Nuevo Centroderecha —el partido surgido de la escisión de Forza Italia— y de los centristas que hasta ahora apoyaban el Gobierno.

En la hora del adiós, a Letta solo le queda el consuelo de una llamada de Barack Obama desde el Air Force One para renovarle su “más sincera amistad”.

PERFIL | MATTEO RENZI

Efe

Renzi, casado y con tres hijos, nació en Florencia el 11 de enero de 1975. Tras completar sus estudios en la Escuela Secundaria Dante de la ciudad toscana se licenció en Derecho en 1999.

Se inscribió en el Partido Popular Italiano, convirtiéndose en 1999, a la edad de 24 años, en el secretario provincial más joven de esa formación.

En 2004 se convirtió en presidente de la provincia de Florencia.

Cuatro años después fue el ganador de las elecciones primarias del Partido Demócrata para encabezar las listas a la alcaldía de Florencia en los comicios de junio de 2009, que desembocaron en su triunfo.

Dió el salto a la política nacional con su candidatura a las pasadas primarias de 2013 del Partido Demócrata.

Después de un apasionante duelo resuelto en dos vueltas, Renzi tuvo que conformarse con el 40 por ciento de los sufragios, lo que supuso la victoria para el entonces representante de la izquierda tradicional, Pier Luigi Bersani.

Se convirtió en líder del PD el pasado 8 de diciembre tras una victoria aplastante en las elecciones primarias.

Tras esa victoria que le convirtió en secretario general del PD, Renzi ha defendido la idea de una profunda transformación de las instituciones italianas, con la modificación de la ley electoral como una de sus grandes prioridades.

El pasado 18 de enero, se reunió con el exprimer ministro Silvio Berlusconi para modificar la actual ley electoral italiana.

La ambición de Renzi se hizo patente el pasado jueves cuando aseguró, ante la asamblea de la directiva del PD, que era "necesaria y urgente" la formación de un "nuevo Gobierno" para Italia y reconoció que era "ambicioso", antes de pedir la marcha del Ejecutivo de su compañero de partido, Enrico Letta, que este viernes ha formalizado su dimisión.

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