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Londres permite a Escocia emitir deuda propia por 2.700 millones

Los independentistas desdeñan la medida del Gobierno británico: “Es poca cosa y llega tarde”

Un hombre consulta las cotizaciones de la Bolsa de Londres.
Un hombre consulta las cotizaciones de la Bolsa de Londres. Reuters

El Gobierno británico ha anunciado este miércoles que Escocia podrá a partir del año que viene lanzar en los mercados financieros sus propias emisiones de deuda pública por un montante de hasta 2.200 millones de libras (cerca de 2.700 millones de euros). El anuncio ha sido, calificado de “histórico” por el Tesoro pero ha sido despreciado por los independentistas como “nada nuevo” porque ya ahora existen fórmulas técnicas para que el Gobierno escocés pueda endeudarse, aunque ahora ha de hacerlo a través del Gobierno británico y al mismo tiempo con su aval y su calificación (rating).

El Gobierno escocés tendrá poderes también para modificar el tipo del IRPF, dentro de una serie de reformas que se aplican ahora en línea con las recomendaciones realizadas en 2009 por un comité de expertos impulsado por el Parlamento escocés y presidido por el rector de la Universidad de Glasgow, Kenneth Calman.

La transferencia de estos nuevos poderes al parlamento de Holyrood forma parte los intentos del Gobierno británico de convencer a los escoceses de que no necesitan la independencia y que existe margen para que puedan incrementar de forma significativa su autogobierno sin necesidad de complicarse la vida abandonando Reino Unido. O, como ha sintetizado el canciller del Exchequer y ministro del Tesoro, George Osborne, “es una prueba más de por qué estar dentro de Reino Unido le da a Escocia lo mejor de los dos mundos”.

A juicio del político liberal-demócrata escocés y número dos del Tesoro, Danny Alexander, “es un anuncio histórico que demuestra una vez más que Escocia puede prosperar dentro de Reino Unido”. “Desde 2015, Escocia será capaz de tomar prestados hasta 2.200 millones de libras para invertir en hospitales, carreteras y otros proyectos de capital”, añadió Alexander.

Los independentistas del SNP (siglas en inglés del Partido Nacional Escocés), aseguran que no hay nada nuevo detrás del anuncio y que la maniobra de Londres es “muy poca cosa y llega muy tarde”. “Esto no nos da poderes adicionales para endeudarnos, es solo una forma diferente de hacerlo. Difícilmente se puede decir que es una gran noticia”, ha declarado el ministro principal escocés y líder del SNP, Alex Salmond, en el programa de radio Good Morning Scotland de la BBC.

En el fondo, la decisión deja un poco en evidencia a unos y a otros. Deja en evidencia al Gobierno británico porque es verdad que en la práctica se trata de una cuantía modesta (la deuda británica ronda el billón de libras, de los que unos 80.000 millones corresponderían a Escocia si se hace un reparto demográfico). Y, sobre todo, porque ya ahora Escocia puede endeudarse a través del Tesoro pagando una prima de solo 0,2 puntos porcentuales sobre el bono británico.

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Pero pone también en evidencia a los independentistas porque si el Gobierno escocés decide utilizar esa nueva vía, que significa ir a financiarse al mercado sin el respaldo de Reino Unido, se verá si el mercado exige una prima superior a la británica para quedarse con las emisiones. Un informe del Tesoro de mayo pasado sugería que un eventual bono escocés debería pagar entre 0,3 y 1,2 puntos porcentuales por encima del tipo de interés que se paga por las emisiones del Tesoro británico. En el bien entendido de que esas serían las primas a pagar en los primeros momentos de la independencia y que deberían tender a reducirse en la medida en que los mercados financieros empezaran a tener confianza en el nuevo Estado.

Los independentistas, sin embargo, consideran que una Escocia independiente podría endeudarse a tasas inferiores al 2,9% que paga en estos momentos Reino Unido. “La tasa a la que se endeudan otros países pequeños europeos es del 1,2% en Suiza: el 1,9% en Dinamarca; el 2% en Finlandia. Está probado que si Escocia fuera independiente los tipos de interés serían más bajos”, aseguró. No es esa, sin embargo, la impresión dominante entre los expertos.

En todo caso, el debate es en estos momentos meramente académico porque Escocia no podrá ir por si misma a los mercados financieros hasta 2015. Y para entonces ya se sabrá si los escoceses han decidido en el referéndum del 18 de septiembre de este año si desean seguir formando parte de Reino Unido o si desean ser un país independiente.

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