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Ecuador celebra elecciones locales marcadas por la presencia de Correa

El presidente ha participado activamente en la campaña electoral. Las provincias de la Amazonía sur estuvieron en la mira

El alcalde de Quito, Augusto Barrera, busca la reelección.
El alcalde de Quito, Augusto Barrera, busca la reelección. R. BUENDIA (AFP)

Los 45 días de campaña electoral para los comicios regionales en Ecuador terminaron el pasado jueves. Este domingo 11,6 millones de ecuatorianos habilitados deberán acudir a las urnas para elegir a un total de 5.651 autoridades locales. El hecho más sobresaliente de la campaña fue la participación del presidente Rafael Correa, quien pidió licencia a la Asamblea Nacional en cuatro ocasiones para acompañar a los candidatos de su partido, el Movimiento Alianza País. Sus permisos sumaron casi nueve días, en los cuales visitó principalmente las provincias que hoy por hoy están regidas por partidos de oposición o movimientos locales.

Las provincias de la Amazonía sur estuvieron en la mira. Allí, las fuerzas políticas con más poder son Pachakutik, Sociedad Patriótica y los movimientos locales. El partido de Gobierno no quiere tener oposición en esta parte del país, menos cuando en esas provincias están emplazados los proyectos mineros e hidroeléctricos que se consideran estratégicos para Ecuador y también están los bloques hidrocarburíferos que se licitaron en la XI Ronda Petrolera.

Correa arrancó la campaña en la provincia amazónica de Zamora Chinchipe y en la provincia colindante, Morona Santiago, a la que regresó en dos ocasiones. El vicepresidente, Jorge Glas, también recorrió esta provincia y el 8 de febrero se trasladó a la comunidad recóndita de Taisha - a la que se accede solo por vía aérea o fluvial - para presentar su primera rendición de cuentas de 2014.

El mensaje de la propaganda oficial es que la región amazónica es prioritaria para el Gobierno de la Revolución Ciudadana y que los recursos que guarda servirán para erradicar la pobreza del país. La estrategia es pedir el voto en función del proyecto nacional más que el local. Y esta estrategia es útil también para las grandes ciudades como Quito y Guayaquil, donde los partidos de oposición y movimientos locales hacen sombra al partido de Gobierno.

En Guayaquil, Alianza País quiere arrebatar el poder al Partido Social Cristiano, que ha administrado la ciudad portuaria durante los últimos 20 años. Pero la contienda es difícil porque, según la empresa de investigación de Mercado y Opinión Pública Market, el 89% de los ciudadanos aprueban la gestión del actual alcalde, Jaime Nebot, que busca la reelección.

En Quito, en cambio, Alianza País quiere mantener la hegemonía, pero el descontento de los ciudadanos podría jugar a favor de la oposición, encarnada por el partido conservador Suma y su candidato Mauricio Rodas. La encuestadora Market señala que solo un 30% de los capitalinos aprueba la gestión del actual alcalde y militante de Alianza País, Augusto Barrera. Esta empresa y dos encuestadoras dan el triunfo virtual al candidato de Suma, Mauricio Rodas.

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De este pronóstico solo se desmarca la empresa Opinión Pública Ecuador, que en las páginas del periódico público El Telégrafo dio a conocer un estudio sobre la intención de voto en la capital, en el que se asegura que el candidato de Alianza País tiene un 40% de intención de voto, mientras que su oponente alcanza un 38%.

El propio Rafael Correa ha reconocido que existe un voto anti-Barrera y en un mercado popular llegó a sugerir que es mejor el voto nulo antes que apoyar al enemigo. Para recuperar apoyos en esta última semana, escribió una carta en la que recordaba las obras hechas en la ciudad y anunciaba la construcción del metro. En la misiva, que llegó a los buzones de los quiteños con la firma de Correa, comparó a la capital con Guayaquil. “Que no te engañen: muy poco de esto se hubiera podido lograr sin el trabajo conjunto del Gobierno Nacional y la Alcaldía de Quito. Por ejemplo: en Guayaquil, con la administración social cristiana, no hemos logrado siquiera empezar los estudios del metro de superficie planificado para dicha ciudad”, rezaba la carta.

Además, en la última rendición de cuentas - que se transmite por varios canales a nivel nacional - Correa dedicó casi una hora en hablar de la gestión de Augusto Barrera. Esto fue cuestionado por el presidente del Consejo Nacional Electoral, Domingo Paredes, quien exhortó al presidente a abstenerse de hacer más intervenciones de este tipo durante el periodo electoral. “Por la salud democrática”, dijo. Pero la recomendación cayó en saco roto porque el primer mandatario emitirá su habitual cadena nacional este sábado, pese al silencio electoral que rige en los días previos a la jornada del domingo.

Roda, en un desayuno con medios de comunicación internacionales el pasado viernes, dijo que ha competido en desigualdad de condiciones. “He peleado contra la maquinaria el Estado, contra el presidente, ministros, asambleístas y los medios de comunicación públicos”. Denunció también una campaña sucia en su contra, que se ha plasmado en grafitis que lo ligan a la antigua partidocracia que llevó al país a la quiebra financiera. Ante esto, dijo que su intención “no es generar un bloque de oposición al Gobierno” y que, de ser el ganador, le pedirá al presidente “que respete sus competencias”.

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