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El espionaje británico pinchó las webcams de millones de usuarios de Yahoo

Un programa captó las imágenes de usuarios en todo el mundo, revela The Guardian Hasta el 11% del material almacenado contiene una “desnudez indeseable”

El logo de Yahoo, reflejado en el ojo de una usuaria.
El logo de Yahoo, reflejado en el ojo de una usuaria.Chris Jackson (Getty Images)

La agencia de espionaje de Reino Unido, ayudada por Agencia Nacional de Seguridad estadounidense, ha captado y almacenado las imágenes de webcam de millones de usuarios de Internet en todo el mundo que no eran sospechosos de ninguna mala práctica, según revelan documentos secretos publicados por The Guardian. Los archivos de la agencia británica, que datan de 2008 a 2010, detallan el uso de un programa codificado que utilizó tecnología óptica para almacenar las imágenes de los chats de Yahoo en bases de datos. En solo en seis meses captó las emisiones de webcam de 1,8 millones de usuarios, muchos de explícito contenido sexual.

Los informes revelan que la agencia no tomó medidas para mantener el amplio historial de contenido sexual fuera del alcance de sus empleados. Tampoco disponía de los medios necesarios para evitar que se almacenaran las imágenes de ciudadanos británicos y estadounidenses, pues no existe restricción legal en Reino Unido para que los analistas accedan a su contenido sin autorización previa.

El material sexual explícito causó especiales quebraderos de cabeza a los investigadores: “Desafortunadamente, un número sorprendente de usuarios usan la webcam para exhibir partes íntimas de su cuerpo. El hecho de que Yahoo permita que más de una persona pueda ver simultáneamente las imágenes sin tener que mostrar también su webcam fomenta la pornografía”. Hasta el 11% del material almacenado contiene una “desnudez indeseable”.

En lugar de almacenar íntegramente los videochats de los usuarios, el programa guardaba imágenes cada cinco minutos para no sobrecargar los servidores de la agencia. Los documentos describen a los usuarios grabados como “no seleccionados”. Uno de los informes vincula el espionaje con un historial policial de personas que habían sido arrestadas en alguna ocasión: “El detector facial tiene el potencial de seleccionar imágenes útiles para actuaciones policiales. Las mejores imágenes son aquellas en las que la persona se sitúa de frente ante la cámara”.

Pese al fin policial, los analistas tenían acceso a las caras de usuarios con “patrones similares” a los objetivos de vigilancia, lo que habría vulnerado la intimidad de una multitud de ciudadanos inocentes. A diferencia de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense, su socio británico no tiene la obligación legal de minimizar o eliminar la información de sus nacionales de las bases de datos. Sin embargo, requiere de autorizaciones legales adicionales antes de que los analistas puedan buscar datos de individuos que previsiblemente residan en las islas británicas, una salvaguarda que no existe para aquellos que se encuentren en Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda o Canadá.

La escasa eficacia de acumular material audiovisual masivo y los riesgos sobre la privacidad siempre han estado presentes en los aparatos de espionaje británico y estadounidense. “Uno de los grandes obstáculos de usar estos archivos es que la amplia mayoría de los vídeos no tienen ningún valor de inteligencia, como pornografía, anuncios o vídeos familiares”, explica un informe de la década pasada.

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