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Un jefe de un sector clave de las FARC se suma a los diálogos de paz

Fabián Ramírez llega a Cuba para formar parte de la negociación. Estados Unidos lo tiene fichado como un capo del narcotráfico

El guerrillero de las FARC Fabián Ramírez, este viernes en La Habana.
El guerrillero de las FARC Fabián Ramírez, este viernes en La Habana.E. DE LA OSA (REUTERS)

En la mañana de este viernes, el jefe de negociadores de las FARC, Luciano Marín alias ‘Iván Márquez’, anunció desde La Habana que a su equipo se integran tres nuevos guerrilleros, entre ellos el segundo hombre al mando del Bloque Sur, José Benito Cabrera, más conocido como Fabián Ramírez, quien además hace parte del Estado Mayor de esa agrupación subversiva.

Con este nuevo integrante, la delegación guerrillera queda fortalecida con la presencia de tres hombres clave dentro de su estructura. El primero es Iván Márquez, número dos de las FARC, el otro es Pablo Catatumbo, miembro del Secretariado, máxima instancia del grupo guerrillero, y ahora, Fabián Ramírez del Estado Mayor, que es la segunda instancia. Se suma que es uno de los jefes del Bloque Sur, el segundo más numeroso de esa guerrilla después del Bloque Oriental y que según cifras oficiales puede tener 1.300 subversivos.

La llegada de Ramírez a La Habana, donde se negocia el fin de 50 años de guerra, tiene un ingrediente adicional. Las FARC muestran que tienen unidad de mando frente a la negociación ya que se ha especulado que algunos bloques como el Sur y el Occidental, no están de acuerdo con los términos en los que se está negociando con el gobierno de Juan Manuel Santos. “Ahora la negociación es mucho más nítida en términos de la participación de todas las estructuras de las FARC”, dice el analista del conflicto Camilo Echandía.

Precisamente para despejar las dudas, el jueves, antes de que trascendiera el viaje de Ramirez a La Habana, su jefe, el comandante del Bloque Sur, Joaquín Gómez, hizo público un comunicado en el respaldaba las conversaciones en La Habana y afirmaba que no se iban a parar de la mesa. Ya lo había hecho en abril de 2013, también a través de un corto comunicado donde decía que “por subordinación y por convicción, el Bloque Sur está de acuerdo con sus representantes en las actuales conversaciones de paz”.

Fabián Ramírez también representa a un bloque que es considerado como el de mayor participación en el negocio de la coca y se integra al proceso de paz en un momento en que se discute el problema de las drogas ilícitas, por lo que se intuye que su llegada puede ser definitiva para profundizar en este tema. Hasta ahora, las FARC no han reconocido tener vínculos con el narcotráfico. Esta guerrilla insiste en que se limitan a cobrar un "“impuesto"” en las zonas donde se produce.

Una fuente cercana a las FARC, consultada por este diario, explicó que si bien la inclusión de Ramírez en el equipo negociador “es un refuerzo y reafirma la cohesión” de todas las estructuras de esa agrupación, también estaría demostrando que este jefe llega a La Habana por solicitud de algunos históricos de esa guerrilla que quieren imponer condiciones. “Es una presencia condicionada sobre puntos débiles que han tenido en el manejo del [punto] del narcotráfico, como resolverle el problema a los campesinos en zonas cocaleras. Y no como un problema de salud pública o de redes internacionales del narcotráfico como se ha hablado hasta ahora”, dijo la fuente.

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Fabián Ramírez ingresó a la guerrilla en 1983 y fue uno de los delegados en el fallido proceso de negociación con esa guerrilla en El Caguán, hace una década. “Él fue uno de los guerrilleros [militarmente hablando] que protagonizaron la ofensiva que llegó al Ejército a una crisis entre 1996 y 1998. Es sin duda, un hombre representativo del núcleo más fuerte que tuvieron las FARC”, explicó Echandía.

Según el Departamento de Estado de Estados Unidos, a Ramírez se le sindica de la producción y el manejo de mil toneladas de cocaína. Las autoridades ofrecían una recompensa de 2,5 millones de dólares a quien diera información de su paradero. Para poder viajar a isla, la fiscalía colombiana tuvo que levantarle 32 órdenes capturas, 17 medidas de aseguramiento y una circular roja de la Interpol que tenía vigentes por delitos como terrorismo, secuestro, rebelión, homicidio agravado y desaparición forzada.

Los otros dos guerrilleros que se unieron a la delegación guerrillera son Jairo Martínez y Fidel Rendón, que también participaron en las conversaciones de paz en El Caguán. El primero hace parte del Bloque Sur y el segundo del Oriental.

Para el analista Camilo Echandía, la presencia de Ramírez en La Habana estaría demostrando que Santos no se equivocó al adelantar las negociaciones en medio del conflicto. “Cuando la correlación de fuerzas está a favor del Estado, se convierte en la forma de presión a la guerrilla. Esa fortaleza se está expresando en que los bloques más reacios finalmente se sienten a negociar”, dijo.

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