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'IN MEMORIAM'

La voz de la izquierda

Tony Benn estuvo a un paso de liderar un Partido Laborista radicalizado

La muerte del veterano laborista Tony Benn ha privado a la política británica de uno de sus personajes más extraordinarios. Diputado durante más de medio siglo, Benn fue capaz de dominar al Parlamento con sus discursos elocuentes, pero su influencia fue mucho más allá de Westminster. Fue uno de los líderes más carismáticos de su generación, con una capacidad impresionante para inspirar a sus seguidores —los bennites—, pero no a todo el mundo. No dejó indiferente a nadie: fue amado, detestado, venerado y temido en igual medida.

Si la historia hubiera sido distinta es muy posible que hubiese liderado el Partido Laborista. En los cincuenta fue una estrella ascendiente. Guapo, inteligente y elocuente, Benn fue, como el joven John F. Kennedy, un político hecho para la nueva época de la televisión. Desde sus puestos ministeriales intentó modernizar la base industrial de Gran Bretaña, aunque gradualmente se desilusionó con la posibilidad de hacer una transformación de la economía sin cambiar radicalmente la sociedad.

Entonces empezó su caída. Benn promovió políticas cada vez más izquierdistas y criticó abiertamente a sus colegas, que le describieron como “un poco chiflado”. La brecha incluso con colegas muy cercanos se convirtió en una guerra civil dentro del partido. La elección de Thatcher en 1979 sumió a los laboristas en una crisis. Tony Benn fue el centro del debate y en 1981 optó a la vicepresidencia del partido. Perdió la elección por los pelos y fue un momento crucial, en el que el laborismo rechazó el camino de Benn y los izquierdistas radicales.

El fracaso de Benn fue el comienzo de un largo viaje. Un calvario de años de oposición que solo acabó con las políticas y el éxito electoral de Tony Blair 16 años después.

Sus adversarios (dentro y fuera del partido laborista) echarán de menos su pasión, claridad e ingenio. Las manifestaciones de la izquierda británica, sin su voz al micrófono, nunca serán lo mismo. Pero si los laboristas siguen desoyendo su mensaje radical, es posible que vuelvan al Gobierno en 2015.

David Fred Mathieson fue asesor del Gobierno laborista británico.

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