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Bruselas incluye a tres asesores de Putin en su lista de sanciones

La UE sigue la estela estadounidense y les prohíbe entrar en su territorio y disponer de sus bienes en Europa El total de sancionados por los Veintiocho asciende a 33 personas

Ignacio Fariza
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, durante una rueda de prensa en Bruselas el viernes.
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, durante una rueda de prensa en Bruselas el viernes.EFE

La tímida escalada de la Bruselas frente a la beligerancia rusa en Kiev, a expensas de una potencial fase de sanciones comerciales, se resume en una lista de 12 nombres. Diez hombres y dos mujeres a los que la Unión Europea (UE) señala por su responsabilidad en la anexión de Crimea en su enésimo intento por frenar el afán expansionista del Gobierno de Vladímir Putin y que se añaden a los 21 ciudadanos rusos y crimeos castigados el pasado lunes. Entre los nuevos sancionados, a los que se les veta la entrada a cualquier país europeo y se les congela sus bienes en territorio comunitario, se encuentran algunos de los más estrechos colaboradores de Putin: su viceprimer ministro —Dimitry Rogozin— y dos de sus más cercanos asesores —Sergey Glazyev y Vladislav Surkov—. Estos tres políticos, muy influyentes en los círculos de poder del Kremlin, también engrosaban la relación de sanciones aprobada el lunes por el Gobierno estadounidense. Pero las coincidencias entre ambos listados se quedan ahí.

La nómina de dirigentes señalados por los Veintiocho la completan dos comandantes de la flota rusa destacada en el Mar Negro —Valery Kulikov y Alexander Nosatov—, el máximo responsable del destacamento militar del Kremlin en Crimea —Igor Turcheniuk—, el jefe de la agencia estatal de noticias Rossiya Segodnya y de la radio pública Voice of Russia —Dimitri Kiseliov—, la presidenta del Consejo de la Federación Rusa —Valentina Ivanova—, el presidente de la Duma —Sergei Narishkin—, los presidentes de la Comisión Electoral de Crimea —Mijail Malishev— y de Sebastopol —Valeri Medvedev— y la diputada oficialista Elena Mizulina.

Los 12 nuevos sancionados se suman a la lista de 21 dirigentes rusos y crimeos a los que los Veintiocho negaron el lunes el derecho de acceso a cualquier Estado miembro, así como la congelación de sus activos financieros y activos inmobiliarios radicados en la UE. Las sanciones, inéditas en las relaciones entre Rusia y Europa y que en otro momento podrían haber sido interpretadas como un mensaje contundente hacia Moscú, parecen destinadas a quedarse en un movimiento meramente simbólico. A la espera de que la UE y EE UU den el paso definitivo e impongan sanciones comerciales sobre Rusia —extremo que los líderes comunitarios admiten tener en su agenda siempre y cuando tengan asegurado el suministro de gas para todos los Estados miembros—, el nuevo capítulo de medidas aprobado hoy corre el riesgo de provocar más chascarrillos que preocupación en el entorno del Kremlin.

El pasado lunes, pocas horas después de conocer su inclusión en la lista de sancionados por la Administración estadounidense, el viceprimer ministro ruso Rogozin ironizó en su cuenta de Twitter: “camarada Obama, ¿qué deberíamos hacer aquellos que no tenemos cuentas corrientes ni propiedades en el extranjero?”. Otro de los que vio su nombre estampado en la lista de EE UU y que también ha sido incorporado en el de la UE, Vladislav Surkov, dijo sentirse honrado por su inclusión. “Es un gran honor para mí. No tengo cuentas en el extranjero y lo único que me interesa en EE UU es Tupac Shakur [rapero de referencia fallecido en 1996], Allen Ginsberg [escritor y poeta fallecido en 1997] y Jackson Pollock [pintor expresionista fallecido en 1956]. No necesitó un visado para poder acceder a sus obras, así que no pierdo nada”, declaró el lunes al diario ruso Moskovskij Komsomolets.

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Sobre la firma

Ignacio Fariza
Es redactor de la sección de Economía de EL PAÍS. Ha trabajado en las delegaciones del diario en Bruselas y Ciudad de México. Estudió Económicas y Periodismo en la Universidad Carlos III, y el Máster de Periodismo de EL PAÍS y la Universidad Autónoma de Madrid.

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