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Maduro amenaza con aplicar “la ley más severa” a los acusados de conspiración

Los tres altos oficiales de aviación detenidos por sus supuestos planes de derrocar al presidente permanecen aislados desde el lunes en la sede de la Dirección de Inteligencia Militar

Nicolás Maduro en una reunión de Unasur
Nicolás Maduro en una reunión de UnasurFernando Llano (AP)

El chavismo está de fiesta. Se cumplen 20 años de la salida de prisión de Hugo Chávez. La historiografía chavista ha querido convertir cada hito de la vida de su padre en un motivo para rendirle culto y a eso se dedicaron este miércoles. Poemas, vítores, alabanzas y toda clase de ritos colmaron la pantalla del canal del Estado, Venezolana de Televisión, que transmitió sin interrupciones una caminata que emuló el primer recorrido del caudillo como hombre libre tras dos años en la cárcel como responsable del intento de golpe de Estado contra el entonces gobernante Carlos Andrés Pérez.

El presidente Nicolás Maduro, como es tradición, se incorporó al final de la concentración y volvió a recordar a su padre político. Lo más resaltado de la jornada, sin embargo, no estuvo en la repetición de la diaria exaltación de Chávez y su obra, sino en los comentarios que haría sobre el abortado intento de derrocarlo. “He ordenado una investigación a fondo. Si se comprueban los graves indicios que tenemos, yo voy a aplicar la ley más severa para castigarlos a nombre de la moral de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana". Poco antes, en un intento por mostrarse magnánimo, el mandatario dijo: "Yo sería feliz si al final de esta investigación definitiva alguno de estos tres generales resultara libre de culpa".

Los tres altos oficiales de la Aviación Bolivariana acusados de conspirar para derrocar al presidente Nicolás Maduro permanecen aislados desde el lunes en la sede de la Dirección de Inteligencia Militar en Caracas. Las múltiples versiones sobre los verdaderos motivos de su detención corrieron este martes a la velocidad de la luz sin un criterio único. Hay un hecho, sin embargo, en el que coinciden todos los conocedores del mundillo militar: la Aviación no tiene capacidad ni poder de fuego para liderar sin la colaboración del Ejército un movimiento para deponer al Gobierno.

Valga el ejemplo del golpe de Estado de abril de 2002 contra el entonces presidente Hugo Chávez para entenderlo. Los generales y almirantes que asumieron el liderazgo de las fuerzas armadas en aquellas horas no tenían cargo ni comando de tropa. El movimiento fue aplastado horas después de que Pedro Carmona Estanga, el empresario al que entregaron la presidencia, disolvió todos los poderes públicos mediante un decreto dictatorial. Chávez volvió al poder apoyado por los militares con comando de tropa.

El oficial de mayor rango que según el diario chavista Últimas Noticias lideraba la conspiración es un general de División llamado Oswaldo Hernández Sánchez. Del movimiento también forman parte el general de Brigada Carlos Alberto Millán Yaguaracuto y el general de Brigada José Daniel Machillanda Díaz, ambos detenidos. La abogada Rocío San Miguel, directora de la ONG Control Ciudadano, intentó visitarlos la noche del lunes y tras cuarenta minutos de espera le negaron la entrada.

San Miguel pudo comprobar en ese sitio que lo dicho por Maduro durante la bienvenida a los cancilleres de la misión de la Unión Suramericana de Naciones no era del todo cierto. Los oficiales permanecían detenidos, pero al mediodía de ayer no habían sido trasladados a los tribunales militares, como lo había anunciado el presidente. Si el Gobierno quiere guardar las formas debería iniciar un antejuicio de mérito según lo establece el artículo 266 de la Constitución bolivariana, que faculta al Tribunal Supremo de Justicia debe declarar si hay mérito o no para enjuiciarlos por el rango que ostentan. La noche del lunes, quizá alertado de su error, Maduro corrigió y dijo que los generales estaban sometidos a un consejo de investigación, un procedimiento propio del fuero militar que calificará las supuestas infracciones que podrían haber cometido los militares según sus reglamentos.

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En esa misma dirección apuntó el comunicado que en la mañana del martes dio a conocer el alto mando militar, que respaldó a Maduro por segunda vez en poco menos de seis semanas. Afirman que la Fiscalía Militar está en conocimiento del movimiento y ordenó dejar presos a los militares. “Frente a estos hechos la Fuerza Armada Nacional Bolivariana se mantiene monolítica y en nada merma nuestra convicción democrática”.

Hernández Sánchez fue el segundo de a bordo del viceministerio de Educación. San Miguel no se explica su detención porque siempre ascendió al rango superior cada vez que le correspondía. Al igual que Machillanda Díaz y Millán Yaguaracuto, que también fueron promovidos sin demoras, eran vistos como oficiales chavistas. Esas decisiones eran tomadas por Hugo Chávez tras escuchar las recomendaciones de sus asesores, pero sobre todo siguiendo su propio instinto. Ese que pocas veces lo dejó mal parado.

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