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La fiscalía imputa cuatro delitos al líder opositor Leopoldo López

Uno de los cargos formulados no permite que el dirigente venezolano de Voluntad Popular enfrente el juicio en libertad

Tintori, esposa del opositor López, saluda a los simpatizantes el viernes
Tintori, esposa del opositor López, saluda a los simpatizantes el viernesEFE

El Ministerio Público de Venezuela ha acusado al líder opositor Leopoldo López de cuatro delitos –instigación pública, daños a la propiedad en grado de determinador, incendio en grado de determinador y asociación para delinquir- en el proceso penal que le sigue como el principal responsable de la ola de protestas callejeras en Venezuela. Las esperanzas de que enfrentara el juicio como hombre libre han quedado liquidadas de esta forma. La Ley contra la Delincuencia Organizada establece prisión de entre seis y diez años al culpable de asociarse para delinquir y le prohíbe la libertad condicional.

López, líder del partido Voluntad Popular, está preso en la cárcel de Ramo Verde, una prisión militar localizada en las afueras de Caracas, desde el pasado 18 de febrero. Su detención no ha disminuido el ánimo de sus seguidores. Una corte de apelaciones le ha negado que sea juzgado en libertad. Su liderazgo ha sido asumido por los otros dos dirigentes –la diputada María Corina Machado y el alcalde metropolitano de Caracas Antonio Ledezma- que le acompañaron en el plan de provocar, mediante manifestaciones callejeras, un cambio de gobierno antes de las elecciones de 2019.

El generalizado caos provocado por estas protestas, que empezaron en San Cristóbal, al oeste de Venezuela, el pasado 4 de febrero, le ha dado al chavismo la excusa para buscar ardides legales y sacar de carrera a sus enemigos. Con López fuera de circulación, la próxima en la lista era María Corina Machado. La ex precandidata presidencial fue despojada de su fuero parlamentario la semana pasada por una decisión administrativa de la presidencia de la Asamblea Nacional, que arguye que ha renunciado a su escaño al aceptar un cargo de representante alterno de Panamá para hablar ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos.

Machado, que desconoce esa decisión, ha iniciado una gira por Brasil para denunciar la conculcación de sus derechos. El miércoles estuvo en Brasilia y el jueves en Sao Paulo, donde fue recibida por el gobernador Geraldo Alckmin, y reclamó una posición más firme de los brasileños frente al gobierno de Nicolás Maduro. La presidenta Dilma Roussef ha evitado entrar en diatribas con su colega venezolano en virtud de su cercanía política y los fuertes lazos económicos que unen a ambos países.

Machado es investigada por la fiscalía a solicitud de la bancada del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), la principal fuerza política del país, quién elevó al Ministerio Público una solicitud para determinar si existían méritos para enjuiciarla. Con su desafuero el chavismo se ha saltado ese trámite y espera por el avance de la investigación.

Henrique Capriles ha sido solidario con su desafuero, pero mantiene una prudente distancia de los líderes que reclaman en la calle el fin del gobierno de Maduro. Como esa no es su estrategia el ex candidato presidencial ha preferido concentrarse en su trabajo como gobernador del estado Miranda. Buena parte de la semana sale de gira a las comunidades más apartadas de su jurisdicción sin dejar de cumplir con su papel de líder de la oposición. Es cierto que en las últimas semanas ha sido desplazado por López y Machado, pero una buena parte de la oposición aún reivindica la estrategia seguida por él desde que emergió como el contendor del fallecido presidente Hugo Chávez. Capriles es partidario de dejar que la crisis económica pase factura al chavismo para luego, entonces sí, tomar el poder a partir de una nueva mayoría.

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Machado, López y Capriles, cada uno con su estrategia, se reparten la preferencia de la oposición. Otros líderes como el gobernador del estado Lara, Henri Falcón, o el ex gobernador del estado Zulia, Pablo Pérez, no aparecen por ahora en carrera. Falcón, quien fue el jefe de la campaña presidencial de Capriles en abril de 2013, ha aceptado el llamado al diálogo hecho por el gobierno y se ha apartado de la línea de la opositora Mesa de la Unidad, que no es partidaria de sentarse a conversar con el chavismo mientras éste siga empeñado en gobernar para los suyos. Ese perfil conciliador lo ha colocado en la acera contraria de un movimiento que considera los llamados a la paz hechos por Maduro como un retroceso táctico.

Pérez, ex precandidato presidencial, guarda un obligado bajo perfil. Su partido Un Nuevo Tiempo atraviesa actualmente una profunda crisis. Con su líder Esta semana tres de sus más importantes dirigentes abandonaron la tolda para formar filas en Primero Justicia, el partido de Henrique Capriles. Es un golpe casi definitivo para una organización que hace poco más de siete años, en el apogeo de la campaña presidencial de 2006, era una de las principales fuerza de la oposición postulaba a su líder Manuel Rosales como la contrafigura de Chávez.

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