_
_
_
_
_
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Primer aniversario de Maduro

El régimen de Maduro ha aumentado la represión, los arrestos arbitrarios y la censura a los mediosrimer aniversario de Maduro

 Ahora que el presidente venezolano Nicolás Maduro ha cumplido su primer año en el poder, es un buen momento para hacer una evaluación desapasionada de lo que ha pasado en Venezuela desde que asumió la presidencia, el 19 de abril de 2013, y tratar de anticipar lo que vendrá.

Veamos los hechos concretos:

Mi opinión: el mayor problema de Venezuela —y la clave para resolver su actual crisis política— es el tema no resuelto de la legitimidad de Maduro.

Maduro fue proclamado presidente por apenas un 1,4% del voto tras un cuestionado proceso electoral en 2013, en que no permitió un tribunal electoral independiente, ni observadores internacionales que no fueran de países amigos, ni igual tiempo de televisión para sus rivales políticos. Si las elecciones venezolanas hubieran sido más creíbles, gran parte del actual derramamiento de sangre podría haberse evitado.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Ahora, con la economía en ruinas, Maduro se encuentra en un aprieto. El FMI y la mayoría de los economistas coinciden en que ningún país puede mantener durante varios años índices de inflación de más del 50% sin caer en la hiperinflación, o adoptar medidas de austeridad draconianas que logren bajar la inflación.

En otras palabras, Maduro está ante la alternativa de encaminarse hacia la hiperinflación, que usualmente lleva al caos político y a revoluciones, o adoptar un paquete de austeridad como los que recomienda el FMI, lo que significaría desmantelar su “revolución socialista” en Venezuela.

Por su propio bien, Maduro debería aprovechar el actual diálogo con la oposición —supervisado por el Vaticano y Unasur— y crear un tribunal electoral neutral que sea creíble para todos los sectores y que se encargue de supervisar las próximas elecciones. Esa es la clave para devolverle a Venezuela un poco de paz social y de esperanza.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_