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Violencia en Sudán del Sur

Los rebeldes incitaron por radio a la matanza de civiles en Sudán del Sur

La ONU informa de que los rebeldes alentaron a los asesinatos a través de emisoras locales, como ocurrió en el genocidio de Ruanda Los sobrevivientes se refugian en una base de la ONU, donde carecen de agua potables y letrinas

La voz de la muerte se escuchó por la radio. Los rebeldes de Sudán del Sur —en su mayoría, nuer— usaron la semana pasada este medio de comunicación para incitar el odio y la venganza contra los miembros de la tribu dinka. El resultado es que cientos de civiles fueron asesinados entre el 15 y 16 de abril en la ciudad petrolera de Bentiu. El uso de emisoras para tales fines fue común durante los 100 días que duró el genocidio en Ruanda en 1994, cuando más de 800.000 hombres, mujeres y niños fueron exterminados por ser de la etnia tutsi.

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Raisedon Zenenga, responsable de la misión de las Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS), informó que los rebeldes usaron radios locales para transmitir sus mensajes de odio y declarar que cierto grupos étnicos "no debían permanecer en Bentiu". Asimismo incitaron a los hombres de una comunidad a cometer "actos de violencia sexual" contra las mujeres de otra comunidad. Toby Lanzer, el máximo dirigente de la ONU en el país, afirmó que "es la primera vez que somos conscientes de que una estación de radio ha animado a la gente a participar en atrocidades", según publica el diario británico The Guardian.

La ONU acusó el lunes a los rebeldes —miembros del Ejército Popular de Liberación de Sudán en la oposición— de asesinar al menos a 200 civiles y herir a otras 400 solo en la mezquita de Kali-Ballee, donde habían buscado refugio. Los insurgentes hicieron lo mismo en una iglesia católica y en la sede vacía del Programa Mundial de Alimentos (PMA), donde mataron a un número indeterminado de civiles. Entre sus objetivos había distintas tribus y ciudadanos procedentes de la región sudanesa de Darfur.

Lul Ruai Koang, portavoz de los rebeldes, negó la autoría de las masacres y acusó al Gobierno de cometer "estos atroces crímenes". Explicó que el Ejército asesinó a los civiles mientras se retiraban de la ciudad. Aseguró —en un comunicado enviado por correo electrónico— que las Naciones Unidas estaban difundiendo "propaganda barata" para ganarse el apoyo del presidente sursudanés, Salva Kir. El responsable de comunicación de la UNMISS, Joseph Contreras, dijo por teléfono a El PAÍS que los insurgentes tenían todo su derecho a defenderse, pero que la denuncia de la ONU es el resultado de una investigación y de entrevistas a los testigos.

Refugiados sin agua

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Tras la matanza, más de 10.000 civiles han huido de Bentiu y se han refugiado en una base de la ONU en la zona. Este recinto alberga ahora unas 23.000 personas, que reciben apenas un litro de agua potable al día, una cantidad insuficiente, según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

El representante de UNICEF para Sudán del Sur, Jonathan Veitch, ha lamentado que quienes sobrevivieron a la "terrible violencia" se enfrentan ahora "al riesgo de poder contraer alguna enfermedad mortal transmitida por el agua". El emisario ha alertado especialmente de la situación de los niños, toda vez que "han sufrido una violencia indescriptible y no deben seguir sufriendo en lugares que deberían dar seguridad".

Varios camiones llevan cada día agua potable al campamento, pero deben transitar por zonas poco seguras y pueden quedar atrapados por el mal estado de la carretera. Las lluvias, además, han dañado parte de las letrinas de la base y solo queda una para 350 personas.

El conflicto que estalló en Sudán del Sur en diciembre pasado adquirió pronto un tinte étnico. El presidente pertenece a la tribu dinka, y el exvicepresidente y líder rebelde, Riak Machar, a la nuer.

Aplazadas las negociaciones

Las conversaciones de paz entre el Gobierno y los rebeldes de Sudán del Sur se han aplazado, según ha confirmado el ministro de Información, Michael Makuei. El funcionario ha dicho a Reuters en una entrevista telefónica que "la razón (que los mediadores) dieron es que les ofrecerán la oportunidad de realizar nuevas consultas". Las negociaciones no han avanzado desde que el pasado 23 de enero se produjo la firma del alto al fuego, que ninguna de las dos partes ha respetado.

La Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo de África Oriental aplazó las conversaciones para reanudarlas en cinco días, el 28 de abril, ha dicho el Gobierno. Más de un millón de personas han abandonado sus casas desde que estallaron los combates en el país más joven del mundo el pasado diciembre.

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