_
_
_
_
_

Las peticiones de asilo rompen esquemas en los estados fronterizos de EE UU

Los indocumentados desafían al sistema de inmigración y las peticiones de asilo ligadas al miedo creíble crecieron en un 250%

Marcha contra las deportaciones en Atlanta.
Marcha contra las deportaciones en Atlanta.M. CORTÉS (EFE)

Doce jóvenes estadounidenses Sikh están decididos a concretar un plan que se sale de las normas propias de su religión y cultura india: protestar pública y abiertamente contra la autoridad. Lo harán en un viaje que ha comenzado este viernes desde Fresno (California) a El Paso (Texas), para oponerse a la extensa detención de 37 inmigrantes Punjabi de India en busca de asilo en Estados Unidos.

Es un viaje que toma un mínimo de 16 horas, pero en su caso probablemente se extenderá mucho más considerando múltiples paradas para llamar la atención sobre un caso que hasta ahora ha sido sepultado por el tiempo y la falta de información. El profesor Rahuldeep Singh de Cal Lutheran University los acompañará y reconoce que detrás de la caravana hay un elemento nuevo que se agrega al debate migratorio en Estados Unidos.

“La juventud de estadounidenses Sikh se están involucrando y trayendo nuevas voces al debate migratorio y otros temas de justicia social, lo que marca un punto decisivo para la historia de los estadounidenses Sikh. Estamos siendo testigos de un cambio monumental en la politización de una nueva generación”, explicó Singh.

Detrás de ellos hay 18 organizaciones, incluyendo GetEQUAL, Presente.org, United We Dream, entre otras, que están contribuyendo al esfuerzo que pretende lograr la liberación de 37 inmigrantes Punjabi de India, que pidieron asilo en Estados Unidos y han permanecido en detención desde junio de 2013 en el Centro de Procesamiento del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) de El Paso.

La mayoría de los detenidos han aprobado la primera etapa en la petición de asilo defensivo, que consiste en establecer el miedo creíble. Esto implica poner en riesgo su vida si regresan a sus países. Pero desde entonces han esperado por meses una audiencia en las cortes de inmigración.

La espera llevó a una huelga de hambre iniciada a principios de abril, luego que otros detenidos en centros como Tacoma (Washington, DC) y Conroe (Texas), reclamarán por el fin de las deportaciones y el mejoramiento de sus condiciones de vida.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Esta semana la huelga en El Paso finalizó y según Satnam Singh Chahal, director ejecutivo de la Asociación Punjabi de Norteamérica (NAPA), su resultado fue seis personas hospitalizadas, una fuera del centro y las otras en su interior. “Intervenimos y les pedimos que dejaran la huelga de hambre por sus condiciones de salud”, explicó.

Respecto a sus casos en las cortes de inmigración activistas ligados a “El Paso 37”, confirmaron que una de las personas que participó en la huelga de hambre tiene ahora libertad condicional y se reunió con su familia en Washington DC.

“Hay esperanzas para otros dos que tienen procesos de transferencia en marcha que les permitirán seguir con su petición de asilo, pero no todos los miembros del grupo 37 tienen esa suerte y debemos redoblar esfuerzos”, aseguró un llamado realizado este miércoles.

Organizaciones como NAPA insisten en que las autoridades de mayor envergadura en ICE, así como legisladores deben intervenir.

Consultada por EL PAÍS, la vocera de ICE en El Paso, Leticia Zamarripa, aseguró que no pueden realizar comentarios sobre los casos que aún están abiertos.

Terreno controversial

Las peticiones de asilo se han vuelto un terreno controversial desde que organizaciones como la Alianza Nacional de Jóvenes Inmigrantes (NIYA) se han destacado por campañas como Dream 9 y Dream 30, donde los indocumentados desafían al sistema de inmigración en los puertos de entrada y piden asilo, aunque la mayoría de ellos han sido deportados previamente.

Entre ellos, figuró por ejemplo, el caso de Elvira Arellano, quien se hizo conocida en Estados Unidos al refugiarse durante cerca de un año en una iglesia de Chicago antes de ser deportada a México.

De acuerdo a un memorando obtenido y difundido por NIYA, el Departamento de Seguridad Nacional ha reaccionado a las olas de peticiones de asilo con nuevas directrices para sus agentes en terreno, detalladas en un memorando.

Con fecha del 28 de febrero, el documento fue enviado por el jefe de la división de asilo del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) John Lafferty, quien especificó que se debía dar una aprobación inicial “sólo a aquellos inmigrantes que demostraran una posibilidad significativa de ganar un caso de asilo ante un juez”.

En El Paso, los dos jueces que examinan casos de asilo vieron 347 casos entre 2007 y 2012, con un índice de aprobación de 3.7% y 19.9% respectivamente. El memorando especificó que entre 2012 y 2013 las peticiones de asilo ligadas a miedo creíble crecieron en un 250%.

Por otra parte, la agencia tendrá que enfrentar varios litigios relacionados a su política de asilo entablados por la Unión de Libertades Civiles Americanas (ACLU) que alega que USCIS no sigue sus propias reglas respecto al proceso, causando la detención prolongada de inmigrantes.

Otra demanda se refiere específicamente a la política de aislamiento que se ha adoptado para personas que han decidido iniciar huelgas de hambre.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_