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Rusia exige el fin de la “operación punitiva” en Slaviansk

Moscú da por “muerta” la vía pacífica en Ucrania y exige que cese el ataque contra los prorrusos

Pilar Bonet

Rusia exige “de forma categórica” a EEUU y la UE que renuncien a su “destructiva política” en Ucrania y a las “autoproclamadas autoridades de Kiev” que interrumpan la “operación punitiva” contra su “propio pueblo”, según un comunicado difundido el viernes por el ministerio de Exteriores en Moscú.

“Apoyando a los organizadores del golpe de Estado en Kiev en su política de sofocar las protestas por la fuerza, EEUU y la UE asumen una gran responsabilidad y de hecho cierran el camino a la resolución pacífica de la crisis”, señala el comunicado, emitido después de que Kiev comenzara su operación bélica en Slaviansk, el principal foco de la protesta armada de las zonas orientales del país. Para tratar sobre la situación, Moscú convocó una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU.

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“Como ya hemos advertido en numerosas ocasiones, emplear el Ejército contra el propio pueblo es un delito y lleva a Ucrania a la catástrofe”, señala el comunicado de la diplomacia rusa, que, pese a sus graves acusaciones, propone "organizar de inmediato un verdadero diálogo político en igualdad de condiciones con participación de todas las regiones para elaborar un acuerdo aceptable por todos sobre el futuro del país y no intentar imitar reformas en el estrecho círculo de la autoproclamada “coalición de los vencedores”. las declaraciones de Kiev a favor del diálogo hasta ahora son "hipocresía", afirma.

El ministerio acusa al ejército ucraniano de emplear “tanques, equipo pesado, y helicópteros de combate para lanzar misiles contra la población” en una "operación militar punitiva con la participación de terroristas del Sector de Derechas y otras organizaciones ultranacionalistas". Rusia acusa a las autoridades de Kiev de transgredir el acuerdo de Ginebra del 17 de abril y, antes, el acuerdo del 21 de febrero. Ese compromiso entre el presidente Víctor Yanukóvich y la oposición, fue avalado por Alemania, Francia y Polonia, y se firmó ante Vladímir Lukin, el enviado especial de Vladímir Putin. El presidente ruso volvió a enviar a Lukin a Ucrania hace unos días, esta vez a la provincia de Donetsk, “para ayudar a regular la situación de los especialistas militares de los países europeos detenidos en Slaviansk”, revela el ministerio de Exteriores.

Lukin se desplazó a petición de los países occidentales y en colaboración con el Consejo de Europa, señala el ministerio que exige garantizar la seguridad del emisario ruso, ex Defensor del Pueblo y ex embajador de Rusia en EEUU. “No excluimos provocaciones por parte del régimen de Kiev para hacer fracasar su misión, que ya se ve amenazada por las acciones agresivas del ejército ucraniano y los combatientes radicales en torno a Slaviansk”, señala el comunicado. “Lukin está bien y no corre peligro”, manifestó una fuente próxima al enviado por teléfono desde Ucrania.

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Un miliciano prorruso apunta con un arma a partidarios del Gobierno de Kiev en Odesa.
Un miliciano prorruso apunta con un arma a partidarios del Gobierno de Kiev en Odesa.REUTERS

El ministerio de Exteriores se manifiesta preocupado porque “durante la operación de castigo” en Slaviansk se oyó en inglés y “entre los que atacaron” había “extranjeros angloparlante”. Moscú no ha presentado pruebas que confirmen estas aseveraciones ni la “presencia en Ucrania de mercenarios de organizaciones privadas americanas”.

Las relaciones bilaterales ruso-ucranianas se deterioran por momentos. Ucrania prohibió a las compañías aéreas rusas los vuelos a Donetsk y a Járkov, según Rosaviazia, la agencia federal de transporte aéreo de la Federación Rusa. Aeroflot ha suspendido sus vuelos a estas dos ciudades hasta el 5 de mayo. Representantes de Rusia, la UE y Ucrania no llegaron a ningún acuerdo el viernes en las conversaciones sobre la deuda del gas acumulada por Kiev ante Gazprom, el monopolio de al exportación de gas de Rusia.Por su parte, el representante de Rusia en la OTAN, Alexandr Grushkó, acusó a la Alianza de compartir la responsabilidad por “las acciones delictivas” de los dirigentes ucranianos, según Interfax.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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