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El presidente que acordó con el PRI

Gustavo Madero, pariente del padre de la Revolución Mexicana, repetirá un periodo como dirigente del PAN

Luis Pablo Beauregard
Gustavo Madero, en diciembre de 2013.
Gustavo Madero, en diciembre de 2013.SAÚL RUIZ

En 1910 un empresario originario de Parras, Coahuila, al norte del país, se levantó en contra del Gobierno de Porfirio Díaz, presidente de México por más de 30 años. El lema que volvió popular la revuelta encabezada por Francisco Madero fue “sufragio efectivo, no relección”. Más de un siglo después, Gustavo, sobrino nieto del padre de la Revolución Mexicana, ha sido reelegido en el cargo que ocupa desde 2010: presidente del Partido Acción Nacional (PAN), la organización de la derecha mexicana.

La familia Madero huyó de México en 1913, año en que Francisco fue fusilado por un gobierno golpista. Volvieron más de 30 años después para instalarse en Chihuahua, un estado en la frontera con Estados Unidos. Gustavo (Chihuahua, 1955) estudió Comunicación en Guadalajara y por mucho tiempo se dedicó a su empresa privada.

En los años ochenta ocurrieron los primeros gestos democráticos en México, que disputaban al PRI la hegemonía en el poder. En 1986 un fraude orquestado por el PRI evitó que el PAN gobernara Chihuahua por primera vez. Años después, el candidato panista que disputó esas elecciones, Francisco Barrio, llegó al Gobierno local en 1992 con un amplio respaldo popular. Ese fue el primer gobierno de la oposición en el Estado y para Gustavo Madero su inicio en la política.

El padre de Madero, debido a la historia familiar, siempre pidió a su hijo mantenerse alejado de la política. Quizá es por eso que su carrera en el PAN comenzó tan tarde, en 1996, a la edad de 41 años. Sus orígenes coincidían con los principios de la derecha mexicana, que durante años ha visto en los empresarios a sus principales cuadros políticos.

El actual líder de la derecha es de Chihuahua, un estado pionero en la apertura democrática de México

Madero desembarcó en la ciudad de México cuando el PAN y Vicente Fox ocupaban Los Pinos, la residencia oficial. Llegó al Congreso en 2003 después de ganar una diputación federal en su estado natal. En 2006 pasó al Senado y para 2008 fue líder de la bancada. Allí, a pesar de tener una carrera política que apenas rebasaba una década de experiencia, fijó su objetivo en la presidencia del PAN.

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Un factor fue decisivo para que Madero tuviera suerte en la contienda. Su rival era el diputado Roberto Gil Zuarth, una joven promesa que fue secretario particular del presidente Felipe Calderón (2006-2012). Muchos panistas vieron en Madero la posibilidad de que el mandatario dejara de entrometerse en la vida del partido. Los dos últimos líderes del PAN habían sido impuestos por Calderón. La era Madero comenzó en 2010.

La elección de 2012 supuso una terrible debacle para el PAN, que no solo perdió la presidencia del país sino que cayó al tercer lugar. Los votos manifestaron un amplio rechazo a la política de seguridad de Calderón. Madero se mantuvo en el puesto a pesar de que algunos de sus antecesores habían renunciado por derrotas aún menos contundentes.

Hacia mediados de 2012, un par de meses después de las elecciones, Madero comenzó a sostener reuniones privadas con el equipo de Enrique Peña Nieto, que había ganado la presidencia. Por las mañanas el presidente del PAN denunciaba la inequidad de la contienda electoral y sugería irregularidades. Por las noches, comenzaba a trazar un programa de reformas junto a Luis Videgaray y Miguel Osorio Chong, dos de los hombres de la mayor confianza del hoy presidente de México. Ese fue el inicio del Pacto por México. Madero se ufana de ser uno de sus padres.

La incursión del PAN en el Pacto por México, reprobada por sectores del panismo encabezados por Ernesto Cordero, su contrincante, será uno de los factores calificados en la elección de este domingo. También la honestidad y la corrupción. Buena parte de la contienda estuvo centrada  en la sospecha de que algunos de los hombres más cercanos al presidente del partido han recibido dinero producto de corruptelas. Madero, el pariente del apóstol de la democracia mexicana, se ha jugado en la elección la reputación de un apellido con historia.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.

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