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El Gobierno y la oposición acercan posturas para retomar el diálogo

La misión de la Unión Sudamericana de Naciones abandona Venezuela con cierto optimismo sobre la vuelta de la negociación

Ramón Aveledo, secretario de la MUD.
Ramón Aveledo, secretario de la MUD.C. García Rawlins (REUTERS)

Los malos augurios que rodeaban al diálogo entre el Gobierno y la oposición de Venezuela parecen haberse diluido este martes. Las conversaciones, que buscan una salida política a las violentas protestas que en mayo entraron en su cuarto mes, siguen congeladas por la retirada de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y no hay una fecha específica para que se reinicien, pero la misión de cancilleres de la Unión Sudamericana de Naciones, que culminó este lunes dos días de intensas reuniones con las partes, abandona Caracas con moderado optimismo.

En un escueto comunicado difundido este martes los terceros de buena fe, un grupo que también incluye al embajador del Vaticano en el país, destacaron la voluntad de las partes para “seguir trabajando en busca de soluciones que beneficien a todos los venezolanos”. El comunicado, aunque nada prolijo, sí dejó la puerta abierta para que ese proceso se reinicie. La misión espera que se determine la fecha de la próxima reunión en el plazo “más breve posible”.

La misión ha logrado restablecer la comunicación entre las partes. El canciller Ricardo Patiño forma parte junto a los ministros de exteriores de Colombia, María Ángela Holguín, y Brasil, Luiz Alberto Figueiredo, del grupo que ha estado tratando de desactivar la crisis de Venezuela y expresaron su satisfacción por el rechazo “a la violencia en todas sus formas” manifestado por el Gobierno venezolano y la MUD, en un comunicado difundido por la cancillería brasileña.

La nota no detalla las ideas que presentaron el Gobierno y la oposición venezolana, pero sí precisa que las partes “deberán reflexionar sobre los próximos avances”. Al mediodía el secretario ejecutivo de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo, fue menos dramático que en la víspera. “El diálogo no está cerrado, no está roto, pero no hay un hecho nuevo por el bien del país”.

Es la primera crisis de un proceso que se antoja complejo. Para la oposición el Gobierno está obligado a cumplir con la palabra empeñada en las tres primeras rondas de conversaciones. La oposición exige, entre otras condiciones, una respuesta positiva a su propuesta de liberar a quien consideran el principal preso político del régimen chavista, el comisario Iván Simonovis, y a los dirigentes políticos presos desde que se inició la protesta: los destituidos alcaldes Enzo Scarano, Daniel Ceballos y el líder opositor Leopoldo López. También demandan la instalación de una comisión de la verdad plural que investigue la violencia ocurrida desde febrero y la incorporación del movimiento estudiantil opositor al diálogo

“El diálogo no es una peña. Es imposible pensar que se hagan cambios si no se hacen rectificaciones profundas en por ejemplo el manejo de los ingresos y el gasto público, tenemos una economía cada vez más dependiente de la renta petrolera”, agregó Aveledo, quien considera que no ha habido cambios por las rivalidades internas que enfrenta el Gobierno y por su propia naturaleza. El fallecido presidente Hugo Chávez calificaba a los pactos como una traición a sus electores y solo concebía el encuentro con sus adversarios como una oportunidad de intercambiar puntos de vista.

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