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Violentos choques entre Ejército y rebeldes tuaregs en el norte de Malí

La ciudad de Kidal sigue en manos de grupos armados tras el fracaso de la ofensiva militar

José Naranjo
Soldados malienses patrullan Kidal, en el norte del país, el pasado julio.
Soldados malienses patrullan Kidal, en el norte del país, el pasado julio.AFP

Este miércoles se han produciendo violentos enfrentamientos entre el Ejército de Malí y grupos armados, entre ellos los rebeldes tuaregs del Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA), en la ciudad de Kidal, en el norte del país. Las Fuerzas Armadas lanzaron por la mañana una amplia ofensiva para tratar de hacerse con el control de puntos estratégicos de este enclave, pero, según diversas fuentes, este ataque ha sido repelido y se han producido varios muertos entre los atacantes, mientras que otros habrían sido hecho prisioneros. Instantes después, el MNLA ha informado de que ha lanzado una contraofensiva sobre la ciudad de Ménaka, en la región de Gao, controlada por el Ejército maliense. El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ha pedido un alto el fuego inmediato.

La ciudad de Kidal continúa en manos de grupos armados después de que haya fracasado la ofensiva lanzada por el Ejército de Malí para tratar de recuperar su control. El ataque dio inicio sobre las diez de la mañana y fue protagonizado por unidades de las Fuerzas Armadas de Malí (FAMA) que se encontraban sobre el terreno reforzadas por la llegada de nuevos elementos que acantonados en la ciudad de Gao, también en el norte del país. El Ministerio de Defensa maliense confirmaba al mediodía esta operación destinada a “asegurar bienes y personas” en Kidal.

Los enfrentamientos se han producido sobre todo en dos puntos de la ciudad, el Palacio del Gobernador, que estaba bajo control de los rebeldes tuaregs, y el campamento militar 1, donde se encontraba desde hace más de un año un destacamento de soldados malienses. Sin embargo, pasadas unas cinco horas, no solo la sede oficial del Gobierno continúa en manos del MNLA sino que se ha producido la huida de los atacantes, que habrían abandonado su posición del citado campamento militar. Fuentes de la Misión de la ONU en Malí (Minusma) han asegurado que decenas de soldados han buscado refugio en el campamento militar 2, sede de esta misión y de un grupo de soldados franceses de la operación Serval.

El Gobierno maliense y los rebeldes tuaregs del MNLA firmaron el pasado mes de junio los Acuerdos de Uagadagú que suponían, sobre el papel, el fin de la rebelión tuareg que comenzó en enero de 2012 y que debían haber dado inicio a conversaciones de paz que, hasta ahora, no se han llegado a producir. Numerosos combatientes del MNLA encontraron refugio en la ciudad de Kidal, donde también se estableció una unidad del Ejército de Malí, todo ello en presencia de la Minusma y fuerzas especiales francesas. Durante todo este tiempo Kidal ha sido escenario de incidentes hostiles entre ambas partes, aunque ninguno como el ocurrido el pasado sábado cuando una delegación del Gobierno maliense, encabezada por su primer ministro, Musa Mara, aterrizó en esta ciudad, capital de la región del mismo nombre.

Los representantes del Gobierno fueron recibidos a tiros en un enfrentamiento que provocó la muerte a 36 personas, según fuentes del Ejecutivo, y decenas de heridos. Entre los fallecidos se encontraban ocho soldados y ocho funcionarios asesinados en la sede del Gobierno, que quedó bajo control del MNLA. Asimismo, treinta funcionarios fueron detenidos por los rebeldes tuaregs y 48 horas después liberados y entregados a la Minusma, que los trasladó hasta Bamako donde fueron recibidos por el presidente maliense, Ibrahim Bubacar Keita. Tras su gira por el norte del país, que también le llevó a Gao y Tombuctú, el primer ministro maliense aseguraba que los rebeldes tuaregs habían actuado en alianza con grupos yihadistas, tal y como ocurriera durante la rebelión tuareg en la primera mitad del año 2012, y anunciaba que la respuesta violenta del MNLA suponía una “declaración de guerra”.

Durante los últimos días se han producido manifestaciones en Bamako en apoyo al Gobierno, al que han exhortado a combatir a estos grupos armados, y contra la “pasividad” de la ONU y del Ejército francés, a cuyo Gobierno acusan de haber permitido la presencia de elementos del grupo rebelde y separatista del MNLA en Kidal durante más de un año. El Ejecutivo francés informaba días atrás que ha decidido reforzar su presencia militar en el norte de Malí, escenario de un conflicto contra los grupos yihadistas el pasado año 2013, con el envío de un centenar de soldados a Gao.

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El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ha pedido este miércoles un inmediato alto el fuego y ha demandado la protección de la población civil de Kidal. Mediante un comunicado divulgado por su portavoz ha condenado la muerte de civiles durante los combates y ha mostrado su profunda preocupación por el deterioro de la situación en esta ciudad, informa Efe. Asimismo, reclamó la “reanudación urgente” del proceso de acantonamiento de fuerzas combatientes y el inicio “sincero” de conversaciones de paz. Este martes se celebró una reunión urgente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en la que se abordó esta nueva escalada de violencia.

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Sobre la firma

José Naranjo
Colaborador de EL PAÍS en África occidental, reside en Senegal desde 2011. Ha cubierto la guerra de Malí, las epidemias de ébola en Guinea, Sierra Leona, Liberia y Congo, el terrorismo en el Sahel y las rutas migratorias africanas. Sus últimos libros son 'Los Invisibles de Kolda' (Península, 2009) y 'El río que desafía al desierto' (Azulia, 2019).

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