La visita de Francisco a Belén, donde ha invitado a Abbas y Peres a dialogar en el Vaticano, y a Tel Aviv y Jerusalén, en fotos
El presidente palestino, Mahmud Abbas, da la bienvenida al papa Francisco a Belén.THAER GHANAIM / autoridad palestina (efe)Francisco toca el muro que separa Cisjordania de Israel durante su visita a Belén.OSSERVATORE ROMANO (efe)Francisco saluda a miles de fieles a su llegada a la Iglesia de la Natividad, en Belén, antes de pronunciar una misa.FADI AROURI / POOL (efe)Un guardia de seguridad palestino saluda a una monja en su camino a la Plaza del Pesebre.Jaafar Ashtiyeh (Afp)Una vista general de la Plaza del Pesebre donde el Papa Francisco ha celebrado una misa al aire libre junto a la Iglesia de la Natividad.Jack Guez (Afp)Varios sacerdotes dan la bienvenida al Papa en la plaza del Pesebre, junto a la Iglesia de la Natividad.FADI AROURI / POOL (efe)El papa Francisco, durante la misa al aire libre que ha ofrecido en la plaza del Pesebre en Belén.ATEF SAFADI (efe)El Papa Francisco reza en la Gruta de la Natividad.Osservatore RomanoEl Papa saluda a niños del campamento de refugiados palestinos de Dheisheh, a las afueras de la ciudad de Belén. Papa Francisco hizo una súplica apasionada para la protección de los niños en una misa en la Plaza del Pesebre.Menahem Kahana (EFE)El Papa abraza al presidente israelí, Shimon Peres a su llegada al aeropuerto de Ben Gurion, en las afueras de Tel Aviv.Oliver Witkin (EFE)El Papa pronuncia un discurso junto al presidente israelí, Shimon Peres y el primer ministro Benjamin Netanyahu en el aeropuerto de Ben Gurion.Oliver Witkin (EFE)Niños ondean banderas israelíes y del Vaticano después de la llegada del Papa al Monte Scopus, Jerusalén. El Papa pasó la mañana en la Ribera Occidental y llegó a Jerusalén al final del día.Lior Mizrahi (Getty Images)El Papa saluda a los niños israelíes después de llegar a la pista de aterrizaje en el Monte Scopus en Jerusalén.Gil Cohen-Magen (EFE)El Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé, da la mano al Papa Francisco junto a los muros de la Iglesia del Santo Sepulcro en la Ciudad Vieja de Jerusalén.Nir Elias (Reuters)
