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Nervios en el mercado petrolero

El barril de 'brent' ha subido un 4% en dos días, a máximos en nueve meses

Alicia González
Soldados iraquíes transportan voluntarios a una base en Bagdad.
Soldados iraquíes transportan voluntarios a una base en Bagdad.ALI ABBAS (EFE)

Pese a que el suministro de petróleo iraquí se mantiene, pese a que hasta el momento no hay grandes daños en las infraestructuras y pese a que la oferta podría compensarse con relativa facilidad por los otros países productores de la OPEP, los mercados han reaccionado con mucho nerviosismo a la escalada de tensión en Irak. En apenas dos sesiones el barril de crudo brent, el de referencia para Europa, ha subido un 4% hasta situarse en máximos desde septiembre hasta los 113,32 dólares por barril.

Los inversores temen que los milicianos del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) busquen tomar el control de las infraestructuras energéticas del país. El barril de West Texas Intermediate (WTI), la referencia para Estados Unidos, subió un 1,1% en la sesión hasta los 106,53 dólares, ante el temor de que esa escalada afecte, incluso, al transporte de petróleo por mar. Por ahora, sus milicias han bombardeado reiteradamente el oleoducto que une Kirkuk y Ceyhan, que bombea 600.000 barriles diarios, y ha sufrido daños parciales, pero no han logrado inutilizarlo.

“Los riesgos inmediatos de los combates en el norte del país son limitados, ya que la industria petrolera iraquí se concentra en el sur del país y en la región autónoma kurda”, reconocía Julian Jessop, economista jefe de Capital Economics, en una nota a clientes. Irak produjo en mayo 3,3 millones de barriles por día, según Bloomberg, y las previsiones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), hechas públicas este viernes, estiman que la producción aumentará en 1,2 millones de barriles más para finales de 2019.

Lo cierto es que la creciente inseguridad del país obligará al Gobierno de Nuri al Maliki a destinar más recursos a combatir las amenazas de seguridad y no tanto a la mejora de la infraestructura petrolera, lo que puede echar por tierra buena parte del aumento de la producción petrolera iraquí a medio plazo. “Aunque el potencial de producción de Irak es enorme, no lo son menos los retos políticos que afronta y nada propicia un ejemplo más claro de esos riesgos que la actual campaña de las milicias”, apuntaba la AIE este viernes.

Los analistas de Barclays explicaban las tensiones del mercado, además, por el hecho de que la producción de Libia no parece que vaya a reanudarse pronto y porque la vuelta al mercado de los barriles iraníes “previsiblemente será lenta”. En estas circunstancias, es relativamente normal que ante cualquier amenaza de interrupción del suministro el mercado sobrerreaccione. “Irak vuelve a poner sobre la mesa el delicado equilibrio y la elevada inestabilidad política de las economías de Oriente Próximo”, señala José Ramón Díaz Guijarro, profesor de Entorno Económico y Análisis de Países del IE.

De lunes a jueves se celebra en Moscú el 21º Congreso Mundial del Petróleo. Será la ocasión de buscar posibles alternativas de suministro, ahora que las tensiones se multiplican geográficamente.

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Sobre la firma

Alicia González
Editorialista de EL PAÍS. Especialista en relaciones internacionales, geopolítica y economía, ha cubierto reuniones del FMI, de la OMC o el Foro de Davos. Ha trabajado en Gaceta de los Negocios, en comunicación del Ministerio de Economía (donde participó en la introducción del euro), Cinco Días, CNN+ y Cuatro.

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