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España le hace un guiño a Chile

Bachelet recibe a Sáenz de Santamaría en su primer viaje oficial a Latinoamérica

Rocío Montes
Sáenz de Santamaría y Bachelet, este martes en el Palacio de la Moneda.
Sáenz de Santamaría y Bachelet, este martes en el Palacio de la Moneda.F. T. (EFE)

La primera visita oficial a Chile de la vicepresidenta del Gobierno de España, Soraya Sáenz de Santamaría, fue escueta, efectiva y bastante protocolaria. En un viaje de menos de 24 horas se reunió este martes con la presidenta, Michelle Bachelet, algunos de los principales líderes políticos chilenos —entre ellos la líder del senado, Isabel Allende— y con empresarios españoles. “Es un buen momento en las relaciones bilaterales. La voluntad de ambos Gobiernos es trabajar para fortalecerlos”, señaló la portavoz del Ejecutivo español en una comparecencia ante la prensa en la sede presidencial, La Moneda.

Sáenz de Santamaría aterrizó el lunes por la noche en Santiago de Chile. Venía de Perú. Este es el primer viaje oficial que realiza a Latinoamérica desde que asumió el cargo de vicepresidenta, hace dos años y medio. Su agenda arrancó este martes a primera hora en el palacio de La Moneda. Fue recibida, junto al embajador de España en Chile, Carlos Robles Fraga, por la presidenta socialista Bachelet. En la reunión, que duró una hora, hablaron sobre todo de la alianza estratégica entre ambos países y de la intensa agenda reformista que lleva a cabo tanto el Gobierno de España como el de Chile, entre las cuales se contempla una reforma tributaria para financiar la educativa. “En España la estrategia reformista nos ha permitido encarar la recuperación y poder fortalecer nuestras bases de crecimiento, muy especialmente la creación de empleo”, indicó Sáenz de Santamaría en su único dialogo con los medios.

La vicepresidenta, sin embargo, no concretó si se trataron asuntos controvertidos como la ley de aborto. Mientras Bachelet pretende despenalizarlo en tres supuestos —violación, riesgo de vida para la madre e inviabilidad fetal—, el Gobierno español busca poner en marcha una reforma a la ley del aborto, que suprime la causa de interrupción por anomalía fetal, entre otros puntos.

Lo que sí explicó Sáenz de Santamaría es “la necesidad de trabajar juntos en reformas importantes que se están llevando a cabo en ambos Gobiernos, en materia de educación, energía e innovación”.

En el encuentro de La Moneda hubo tiempo para hablar sobre los conflictos internacionales como el de Gaza y el papel de Naciones Unidas, donde Bachelet fue encargada de ONU Mujeres hasta marzo de 2013. Abordaron la candidatura española al Consejo de Seguridad por el período 2015-2016. Bachelet no selló ningún compromiso de apoyo. También hablaron sobre la gira que la presidenta chilena hará por España a finales del próximo mes de octubre, donde visitará al Rey Felipe VI y al Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y se encontrará con grupos parlamentarios y empresariales.

En la reunión hablaron sobre todo de la intensa agenda reformista que lleva a cabo tanto el Gobierno de España como el de Chile
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Pero Sáenz de Santamaría no sólo llegó a Santiago para hablar de política. Tal y como había ocurrido en Lima, donde la visita de tres días tuvo un fuerte enfoque empresarial, la vicepresidenta también se ocupó de lo económico. Celebró una comida con los principales empresarios españoles con presencia en Chile en la residencia del embajador. El gesto no es casual: entre 2009 y 2012, los peores años de la crisis económica, algunas empresas españolas encontraron en Chile una salida. Durante este periodo invirtieron más de 10.500 millones de dólares, lo que convirtió a España en el principal inversor en este país.

Una de las prioridades para Sáenz de Santamaría en esta gira, y con la que España comienza a hacer notar su presencia en la región después de años de dedicarse sobre todo al flanco interno, era entrevistarse con las principales autoridades políticas chilenas. Y en ese marco llegó hasta la residencia de la presidenta del senado, Isabel Allende Bussi, hija del derrocado mandatario socialista, Salvador Allende (1908-1973). La vivienda en Guardia Vieja, en el barrio de Providencia, cobijó a la familia del expresidente entre 1953 y 1970. Según relató su hija Isabel, que se ha esmerado en mantener casi intacta la residencia, su padre dejó la casa únicamente cuando se transformó en jefe de Estado. Allí, la vicepresidenta del Gobierno español mantuvo una reunión, también escueta, con Allende, que le habló sobre todo de los proyectos que se discuten actualmente en el Congreso chileno, como la reforma tributaria.

La vicepresidenta intentó ser ecuánime en sus encuentros políticos. Tuvo la oportunidad de reunirse con el senador Ignacio Walker, presidente del partido Demócrata Cristiano, el cual pertenece, al igual que el Partido Popular (del que forma parte Santamaría), a la asociación Internacional Demócrata de Centro. Esta formación política, junto a los comunistas, es parte del programa del Gobierno de Bachelet, Nueva Mayoría.

Sáenz de Santamaría no se refirió en su visita a la política local. Algo que acostumbraba a hacer, por ejemplo, el expresidente José María Aznar cada vez que viaja a Chile.

La portavoz del Gobierno español también tenía contemplado reunirse con el diputado Cristián Monckeberg, líder del partido opositor, Renovación Nacional, donde también milita el expresidente chileno, Sebastián Piñera (2010-2014).

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Sobre la firma

Rocío Montes
Es jefa de información de EL PAÍS en Chile. Empezó a trabajar en 2011 como corresponsal en Santiago. Especializada en información política, es coautora del libro 'La historia oculta de la década socialista', sobre los gobiernos de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet. La Academia Chilena de la Lengua la ha premiado por su buen uso del castellano.

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